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#1 Mercado inflado: boletín trimestral de alimentación
Por: Dejusticia | marzo 18, 2024
¡Bienvenidas a la primera entrega de nuestro boletín trimestral Mercado Inflado! Un informe sobre nutrición en épocas de inflación que comprende el período de diciembre de 2023 a febrero 2024.
Este no es un informe sobre percentiles o índices de precios. Este es un documento vivo que busca seguirles la pista a los problemas de acceso a una alimentación real, en términos físicos, económicos y acordes con la identidad cultural del territorio. Desde Dejusticia, ponemos en evidencia la falta de acciones para controlar la subida de precios de los alimentos y presentamos un análisis con datos e historias que demuestra la necesidad de impulsar medidas de salud pública que garanticen el derecho a la alimentación.
El boletín cuenta con las siguientes secciones: (i) ¿Cuánto nos cuesta la inflación?; (ii) Ultraprocesados en la canasta familiar; (iii) La inflación le está pegando más duro a los alimentos reales (iv); Opciones saludables para usted y su bolsillo; (v) Causas de la inflación; (vi) El impuesto saludable.
El impacto de la inflación en los alimentos reales
Según el DANE, aunque la inflación en 2023 cayó (del 13 % en 2022 al 9 % en 2023 y en alimentos del 18 % al 5 %), aún sigue siendo positiva. Es decir, que los precios no han bajado, solo están subiendo a un ritmo menor. Así, se ha acumulado un 33 % de subida en los precios de los alimentos durante los últimos dos años. Con lo que en el 2021 se podían comprar tres porciones de alimentos ahora solo alcanza para dos.
Esta situación es más difícil en los hogares más pobres, ya que estos destinan una mayor parte de su ingreso a los alimentos (tres veces más que aquellos con ingresos altos). Por tanto, son los más afectados por la inflación.
Cada vez más ultraprocesados
En estos últimos cinco años los alimentos naturales han aumentado casi tres veces más que los ultraprocesados. Particularmente, los más afectados fueron la arracacha (+102 %), la mantequilla (+95 %), la papa (+95 %), el tomate (+90 %) y las frutas (83 %).
El impuesto saludable busca desincentivar el consumo de estos productos ultraprocesados, haciendo que los hogares —especialmente los más pobres, que son quienes más los consumen opten por opciones naturales más económicas. Esto permite que caiga el consumo de estos productos dañinos, los cuales se ha comprobado que están relacionados con la aparición de enfermedades no transmisibles, como diabetes, cáncer y complicaciones cardiovasculares. Adicionalmente, como las personas de menores ingresos son quienes más gastan en salud, reducir la ingesta de estos comestibles también implica ahorrar en los costos asociados a tratar estas enfermedades.
Una mirada integral de las políticas públicas
Esperamos que este boletín sea un insumo que permita tener una conversación más amplia sobre las políticas públicas que necesitamos para hacerle frente a las complejidades del panorama actual de inseguridad alimentaria.
Algunas de las recomendaciones de la OMS / OPS apuntan a lo que desde la sociedad civil hemos venido impulsando desde hace más de cinco años: una correcta implementación del etiquetado frontal de advertencia, el impuesto a las bebidas azucaradas, la regulación de la publicidad dirigida a niñas y niños y ambiente escolares libres de comida chatarra.
Trabajemos juntos por la justicia alimentaria y exijamos un futuro donde todas las personas tengan acceso a alimentos reales.