En la mayoría de comisiones de la verdad que los países han creado para establecer los hechos y el contexto de las atrocidades graves cometidas en el pasado, se pone muy poca atención a la transferencia, acceso o uso de su documentación cuando terminan sus mandatos. | EFE
Archivos de las comisiones de la verdad: la clave para un legado duradero en sociedades que salen de un conflicto
Por: Daniel Ospina Celis | Septiembre 23, 2023
Tras los conflictos o los regímenes represivos, las víctimas y los supervivientes buscan respuestas. ¿Por qué? ¿Cómo? ¿Quiénes? ¿Cuándo? Para responder a algunas de estas preguntas, muchos países han creado comisiones de la verdad, grupos de investigación independientes que establecen los hechos y el contexto de las atrocidades graves cometidas en el pasado de un país. Para ello, las comisiones de la verdad deben llevar a cabo amplias actividades de investigación, entrevistar a las víctimas y crear un archivo, es decir, una colección de documentos relativos a las violaciones de los derechos humanos. En la mayoría de las comisiones de la verdad que se han creado, se ha prestado poca atención a la transferencia, el acceso o el uso de su documentación una vez finalizados sus mandatos.
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La producción de un archivo exhaustivo que abarque diferentes narrativas del pasado y la concesión de acceso al mismo son características importantes en las sociedades post-conflicto. El acceso a los archivos puede tener un impacto crucial en la reconstrucción posconflicto y en los procesos de búsqueda de la verdad. Cabe destacar la experiencia de la Comisión Colombiana para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición (CEV), cuyos planes de acceso a los archivos implican un compromiso a largo plazo y el uso de esta documentación en espacios restaurativos y basados en la justicia. Sus archivos están plenamente integrados en el proceso de transición.
Para examinar mejor la importancia del uso y el acceso a los archivos, así como la innovación de la CEV, compararemos los enfoques del acceso a los archivos y la participación en nueve comisiones de la verdad. Hemos seleccionado los siguientes casos teniendo en cuenta la diversidad temporal y geográfica: Argentina (1983-1984), Chile (1990-1991), El Salvador (1992-1993), Guatemala (1994-1999), Sudáfrica (1996-1998), Chile (2003-2004), Liberia (2005-2009), Brasil (2012-2014) y Colombia (2018-2022). El plan colombiano para los archivos -que incluye bases de datos interactivas, foros de diálogo, acceso casi irrestricto y la integración de las investigaciones de la CEV en oportunidades para la reconciliación- es un paso revolucionario para la justicia transicional. A través de un análisis comparativo, haremos hincapié en la importancia de los archivos en los procesos de verdad y justicia posconflicto, que, en el caso colombiano, se ha posicionado como un legado activo de la comisión de la verdad.
Comparación de los archivos de la Comisión de la Verdad
Siguiendo una escala móvil de accesibilidad y uso de los archivos, los casos de la Comisión de la Verdad de El Salvador (1992-1993) y la Comisión de la Verdad y Reconciliación de Liberia (2005-2009) implican mayores niveles de restricción. En ambos casos, los archivos de las comisiones han sido físicamente dislocados de su contexto nacional. Los archivos salvadoreños están bajo custodia de las Naciones Unidas en Nueva York y no se garantiza su acceso. El Instituto de Tecnología de Georgia custodia los archivos liberianos. La falta de comprensión sobre la importancia de la conservación de los archivos liberianos también provocó la destrucción de algunos registros. Michael Best, un representante del GIT que trabaja con la Comisión Liberiana, recuerda que «la Comisión hizo una hoguera (…) donde se deshicieron de los registros desechables».
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A la luz de la referencia de restricción archivística establecida por las Comisiones de Liberia y El Salvador, podemos examinar el segundo grupo de casos. Los archivos de las Comisiones chilena (tanto Rettig como Valech I) y guatemalteca han permanecido en sus contextos nacionales, pero bajo amplias restricciones. Los documentos y testimonios conservados por la Comisión Valech están bajo una prohibición total de acceso durante 50 años. El acceso a los archivos de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico de Guatemala también está restringido. Este precedente de secretismo fue seguido por posteriores comisiones de la verdad en Guatemala, que restringieron el acceso durante 50 años al igual que en Chile.
Los casos de Argentina, Sudáfrica y Brasil representan enfoques más permisivos con respecto al acceso a los archivos, aunque comparten algunas limitaciones en torno a la digitalización y la accesibilidad a largo plazo. En Argentina, la publicación del informe «Nunca Más» de la Comisión Nacional sobre la Desaparición de Personas (CONADEP) vino acompañada de estrategias para la integración de los archivos de la CONADEP en el Archivo Nacional de la Memoria, plenamente accesible. Sin embargo, el Archivo Nacional de la Memoria se centró en la clasificación cronológica de los documentos, a diferencia del enfoque temático/comunitario utilizado en el contexto colombiano, lo que significa que se hace menos hincapié en las experiencias de comunidades específicas.
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La Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR) de Sudáfrica de 1996 diseñó sus archivos pensando en la preservación a largo plazo. Los marcos de accesibilidad dentro de los archivos de la CVR se desarrollaron junto con sitios como el Museo del Apartheid, creado en 2001, como un esfuerzo por reconocer las experiencias de los supervivientes. Sin embargo, puede decirse que el énfasis en la preservación se ha traducido en restricción, lo que queda patente en la falta de un archivo digital para la CVR junto con la estricta custodia del Departamento de Justicia y Desarrollo Constitucional.
La Comisión de la Verdad brasileña también adoptó un enfoque más permisivo con respecto a la accesibilidad de los archivos y creó vías para el uso de la documentación «como base para una eventual responsabilidad» en investigaciones judiciales, integrando así parcialmente sus archivos en los procesos de justicia transicional. Sin embargo, las promesas de archivos digitalizados y sitios interactivos se han quedado, en su mayor parte, en agua de borrajas, en parte porque los archivos no se produjeron en formato digital desde el principio. Las tácticas y el trabajo del tercer grupo son una muestra de progreso, pero los problemas relacionados con la digitalización y el acceso a largo plazo han limitado considerablemente su legado. En cambio, el enfoque archivístico de la CEV colombiana ha abordado estos problemas de forma innovadora, al tiempo que ha desarrollado estrategias pioneras para los archivos.
Un enfoque innovador de los archivos de la Comisión de la Verdad: El caso colombiano
El enfoque colombiano se basa en las lecciones aprendidas de anteriores comisiones de la verdad. La CEV estableció una agenda clara para su archivo y creó marcos adecuados para el acceso, la digitalización y el uso a largo plazo de los archivos. Estas dimensiones representan algunos de los avances realizados por la CEV, en comparación con otros enfoques de comisiones de la verdad, en la promoción del uso «activo» de sus archivos. Este archivo contiene más de 14.000 entrevistas con víctimas y victimarios, cientos de documentos desclasificados del ejército colombiano y estadounidense, informes presentados por organizaciones de la sociedad civil y el recuento completo del trabajo de la Comisión.
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Además, la CEV dio a sus archivos más importancia que muchas otras comisiones de la verdad. El 26 de mayo de 2023, la CEV celebró un acto formal para la transferencia de sus archivos al Archivo Nacional. El Presidente de Colombia, Gustavo Petro, asistió a este acto y pronunció un discurso en el que se refirió al papel del acceso a los archivos en la transición. El simbolismo en torno a la ceremonia y la atención dedicada al proceso de transferencia reafirman la importancia que la institución concede a los archivos.
La Comisión creó normas específicas para garantizar un acceso casi ilimitado a sus archivos. Teniendo en cuenta el marco legal colombiano y los estándares del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la CEV elaboró un principio de organización interna que promueve el mayor acceso posible. El principio de máxima divulgación es clave para entender las normas que rigen el acceso a los archivos de la CEV: toda la información en poder de las autoridades públicas es pública y debe estar disponible cuando se solicite, salvo que se den circunstancias excepcionales. La comisión colombiana decidió que casi toda la información contenida en su archivo era información pública, lo que significa que la mayoría de los documentos y testimonios recogidos durante su mandato son accesibles al público.
A pesar de la importancia de las determinaciones de acceso caso por caso, la CEV también implementó un archivo digital al que se puede acceder desde cualquier parte del mundo. En su sitio web oficial hay una sección dedicada a cuestiones archivísticas en la que cualquier persona puede buscar la información que le interese. Aquí, los investigadores pueden acceder a diversas fuentes, incluidos documentos audiovisuales y entrevistas, y pueden afinar su investigación a través de 27 «miniarchivos». Estos archivos digitales están bien protegidos, lo que garantiza a las generaciones futuras la posibilidad de seguir accediendo a ellos.
Los archivos digitales de la CEV se conservan a través de The Legacy Project, en colaboración con el Instituto Kroc de la Universidad de Notre Dame, y, desde 2023, el Gobierno suizo conserva una copia digital de los archivos para salvaguardar datos tan sensibles.
Como resultado, la comisión de la verdad colombiana es, hasta la fecha, el único ejemplo que ha llevado más lejos las cuestiones relacionadas con los archivos. Los archivos están plenamente integrados en el proceso de transición y se consideran clave para un legado duradero. La experiencia colombiana es un ejemplo de cómo el archivo de una comisión de la verdad puede desempeñar un papel democrático y constructor de la paz, y no ser simplemente ignorado, descartado o dislocado.
Blog global escrito por Daniel Ospina Celis* y Ellen Cotter**
*Investigador de Dejusticia
**Fellow de Dejusticia