Durante este segundo semestre del 2024 Colombia se enfrentará a una larga y debatida temporada de selección de altos funcionarios para los órganos de control y la Rama Judicial: 

1. Antes del 31 de agosto, la Cámara de Representantes, basada en una terna sugerida por el presidente Gustavo Petro, deberá elegir a la nueva cabeza de la Defensoría del Pueblo. 
2. Luego, en septiembre, el Senado designará al nuevo Procurador General de una terna conformada por el Jefe de Estado, la Corte Suprema de Justicia y el Consejo de Estado. 
3. A estos se suma la designación de cuatro nuevas ternas para magistrados de la Corte Constitucional: una la propondrá el Consejo de Estado; otra,  el presidente Petro, y una tercera y cuarta, la Corte Suprema.  
4. También tiene lugar el proceso para elegir a seis nuevos magistrados de la Corte Suprema, nueve para el Consejo de Estado y dos para el Consejo Superior de la Judicatura . 

Quienes ocupen estos cargos tendrán múltiples funciones: desde defender los derechos de las personas y comunidades y vigilar el ejercicio de los servidores públicos, hasta ser guardianes de la Constitución Política e investigar y juzgar a altos funcionarios: presidente, congresistas, magistrados, entre otros. 

Por la importancia que tienen estos cargos para el país, desde Dejusticia impulsaremos una campaña llamada #LaTernaAdecuada (para los cargos que así lo requieren) #LaListaAdecuada (para otros cargos, como el del Consejo Superior de la Judicatura), desde la cual promoveremos una serie de principios éticos y constitucionales que las instituciones deberían considerar, y la ciudadanía debería exigir, para esta temporada de selecciones. 

Mira aquí el video con el que abrimos nuestra campaña #LaTernaAdecuada #LaListaAdecuada

Entre esos principios están: independencia, idoneidad, igualdad, diversidad , transparencia y participación ciudadana. Este conjunto de principios permitirían evitar prácticas cada vez más arraigadas en este tipo de selecciones, como la puerta giratoria, la postulación de personas con perfiles que no se adaptan a las necesidades del cargo, que tienen conflictos de interés o que son muy cercanas a quienes los ternan o eligen. 

Lee también la columna de opinión de nuestra directora ‘Ternas y principios’ 

Para que estos principios realmente orienten los próximos procesos de selección, es fundamental que la ciudadanía, los medios y las organizaciones sociales pongamos la lupa en dichos procesos. Un primer paso que mostraría compromiso con estos principios es que exista una convocatoria pública amplia que garantice la selección de los mejores perfiles. Además, deberían poder publicarse los criterios de selección con base en los cuales se seleccionarán los candidatos y debe, así como rendir cuentas sobre por qué se seleccionaron a unos aspirantes sobre otros.

Recuerda: Cuando demandamos la elección del exfiscal Nestor Humberto Martínez por conflicto de interés en su elección 

#LaTernaAdecuada para la Defensoría del Pueblo

Teniendo en cuenta que faltan pocas semanas para que la Cámara de Representantes elija a quien presidirá la Defensoría del Pueblo, nuestra campaña #LaTernaAdecuada construyó un perfil del candidato o candidata idóneos. 

¿Cuál es la misión de la Defensoría del Pueblo?

Velar por la promoción, el ejercicio y la divulgación de los derechos humanos. 

¿Quién elige al defensor o defensora?

La Cámara de Representantes, a partir de una terna elaborada por el Presidente de la República, para un período de 4 años, contados a partir del 1 de septiembre. La terna será presentada en los primeros 15 días siguientes a la instalación de las sesiones del Congreso de la República. En este caso, después del 20 de julio. 

¿Cuáles son algunas de las funciones del defensor o defensora?

(Según la Ley 24 de 1992)

• Diseñar y adoptar las políticas de promoción y divulgación de los derechos humanos en el país. 
• Hacer recomendaciones y observaciones a las autoridades en caso de amenaza o violación a los derechos humanos. 
• Realizar diagnósticos sobre situaciones económicas, sociales, culturales, jurídicas y políticas en las cuales se puedan encontrar las personas frente al Estado.
• Apremiar a las organizaciones privadas para que se abstengan de desconocer un derecho.
• Velar por los derechos de las minorías étnicas y de los consumidores.

¿Quién puede ser defensor o defensora del pueblo?

• Ser abogado titulado e inscrito con tarjeta profesional vigente. 
• No tener otro cargo público o privado o cualquier actividad profesional o empleo, a excepción de la cátedra universitaria.
• No tener sanciones disciplinarias, fiscales, penales o contravencionales vigentes. 

El perfil ideal de la próxima cabeza de la Defensoría del Pueblo 

• Que en su conocimiento y experiencia se refleje una comprensión profunda de los derechos humanos. 
• Que no tenga intereses políticos y esté por fuera del tejemaneje del poder. 
• Que tenga poder moral y simbólico, derivado de su capacidad de influir, de su credibilidad y del respeto que generen sus actuaciones. 
• Que sea un mediador de conflictos, un garante de los acuerdos, un actor que aviva cambios legislativos y administrativos, un impulsor de acciones constitucionales.
• Que nos permita avanzar en diversidad y que esté comprometido con la diversidad

Para volver a la idea original de defensor del pueblo (consagrada en la Constitución de 1991) el Presidente de la República debería escuchar a la conciencia ciudadana respecto a la idoneidad y respetabilidad de ese servidor, y no a la opinión pública politizada. Ahí, el mandatario deberá tener en cuenta criterios, como el mérito y la idoneidad, pero a la ciudadanía se le suma una responsabilidad: construir mayor cultura política para que, cuando haya elección de un cargo de este tipo, la opinión se una para construir propuestas y hacer de ésto un evento público nacional, y no una tarea rutinaria del presidente y el Congreso.