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| Foto: EFE/ Ricardo Maldonado Rozo

Cinco aprendizajes del diálogo territorial sobre desigualdad en el Caribe

En el primer trimestre del año se llevó a cabo el diálogo territorial sobre desigualdad en la región Caribe, organizado por Re-imaginemos, con el apoyo de la Universidad de Los Andes, El Espectador, Columbia University y el Observatorio Javeriano de las desigualdades. Desde Dejusticia estuvimos participando, acá compartimos algunas reflexiones del espacio.

Por: Dejusticiaabril 8, 2024

El diálogo territorial sobre desigualdad es una iniciativa nacional que reune las voces de académicos, líderes comunitarios, artistas, empresarios y personas del común para dialogar sobre las causas, consecuencias y soluciones a las desigualdades de Colombia, desde un enfoque territorial. Estas diferentes perspectivas buscan generar un mayor entendimiento de las complejidades de este problema y fomentar la colaboración entre diversos actores.

El diálogo de la región Caribe se enfocó en la relación entre las desigualdades con el cambio climático, el acceso al agua y la seguridad alimentaria. Desde Dejusticia, participamos en un panel conformado por Juanita Aldana, investigadora del Centro Biodiversidad Caribe e Instituto de Desarrollo Sostenible de la Universidad del Norte; Alfredo Torres, líder social y pescador en la Ciénaga de Mallorquín; Fabrina Acosta, feminista, investigadora y escritora guajira; Rafael Ramos, músico, compositor, gestor cultural y director de la Escuela Tambores de Cabildo; Iván Calderón, ex Secretario de Desarrollo Económico de Magdalena y ex director de Promagdalena; y Luisa Guerra, investigadora del área de Regionalización de Dejusticia.

 

Aquí 5 aprendizajes de este espacio:

1. La región Caribe presenta los resultados más preocupantes en inseguridad alimentaria del país

Según la Encuesta de Calidad de Vida de 2022, realizada por el DANE, de los seis departamentos que reportan una mayor prevalencia de inseguridad alimentaria, cinco corresponden a departamentos de la región Caribe: Guajira (59,7%), Sucre (47,9%), Atlántico (46,1%), Magdalena (45,3%), Chocó (43,2%) y Cesar (41,1%).

Esta prevalencia se acentúa en zonas rurales. En estos departamentos, en promedio, 47 de cada 100 hogares experimentaron dificultades para acceder a alimentos en calidad y cantidad suficientes.

 

2. La región Caribe es privilegiada en biodiversidad

La región Caribe es rica en biodiversidad por sus distintos tipos de ecosistemas, como el bosque seco tropical, que es de los ecosistemas más extensos de la región. Sin embargo, el Caribe ha perdido de manera abrumadora este ecosistema, llevándolo a menos de un 1,5% de su cobertura original. Los inicios de este fenómeno se remontan a la colonia, cuando en esta región se empezaron a establecer las grandes haciendas ganaderas y, con ello, la tala del bosque seco.

 

3. Necesitamos datos actualizados y precisos

Para medir la desigualdad en la región Caribe, al igual que en el resto del país, todavía hacen falta datos actualizados y precisos. Si bien contamos con avances como la implementación del método Alkire y Foster para medir el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que se introdujo con el CONPES 150 de 2012, con retos regionales tan grandes como la malnutrición y la inseguridad alimentaria, es urgente la actualización de la Encuesta de Situación Alimentaria (ENSIN). La última fue publicada en 2018 con datos de hace 8 años.

 

4. La intervención humana es fundamental para la contención de incendios forestales

Si bien las temporadas de sequía aumentan la probabilidad de incendios forestales, la intervención humana también los produce. Tanto para la destrucción, como para la restauración y regeneración de ecosistemas, es necesaria la intervención humana. Las soluciones no se construyen desde una sola mirada, ni desde una sola orilla del conocimiento, sino a partir del diálogo y la deliberación.

 

5. Los planes de desarrollo local son una imagen de cómo concebimos el territorio

Es necesario que, desde los planes de desarrollo local, se asuman los derechos humanos más allá del diseño y la formulación de indicadores. En ese sentido, es fundamental mantener una visión integral de derechos como el derecho humano a la alimentación, en la que se tenga en cuenta su relación con otros derechos como el derecho a la salud. Esta visión también integra la geografía, la estructura social, la aceptabilidad cultural de los alimentos y las capacidades de las comunidades en el territorio. La región Caribe es rica en diversidad cultural al contar con comunidades afrodescendientes, indígenas, raizales y palenqueras. 

 

Como parte de las organizaciones de la sociedad civil convocadas a este diálogo, elevamos voces de nuestra experiencia trabajando en el Caribe, compartimos historias y forjamos alianzas a través de conversaciones que esperamos florezcan en acciones concretas y políticas más inclusivas.

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