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Cinco mujeres en la justicia que debes conocer

A través de sus ideas y decisiones, estas mujeres han mostrado que los perfiles diversos en la justicia pueden traer miradas novedosas, plurales, empáticas y comprometidas con los derechos humanos.

Por: Dejusticiaabril 24, 2024

A pesar de enfrentar todo tipo de obstáculos, mujeres de diversas procedencias han contribuido a construir sistemas de justicia más incluyentes, democráticos y legítimos. Desde juezas pioneras en Sudáfrica hasta magistradas emblemáticas en Colombia, estas mujeres han puesto en evidencia que una #JusticiaDiversa puede traer invaluables frutos para la administración de justicia.

La diversidad en los cargos judiciales no solo refleja la pluralidad de la sociedad, sino que también puede promover una mayor sensibilidad frente a las diversas realidades de quienes buscan justicia.  Conoce el legado de estas cinco mujeres juezas y magistradas con trayectorias destacadas.

¿Quiénes son y qué dijeron?

  • Belkis Izquierdo Torres (Colombia): es una magistrada indígena arhuaca de la Jurisdicción Especial para la Paz – JEP

«Los sistemas de justicia indígena son de gran aporte para la construcción del modelo de justicia transicional porque tienen un enfoque holístico, lo que permite representar la diversidad y las distintas formas de comprender la justicia, la verdad y la vida».

Esta mirada es una contribución crucial para la JEP, porque este organismo debe tener una comprensión integral (desde la diversidad) de los derechos de las víctimas, la defensa de la seguridad jurídica para los excombatientes, y la reconciliación de los individuos, las familias y la sociedad en general.

  • Navi Pillay (Sudáfrica): fue jueza en la Corte Penal Internacional y la primera mujer no blanca (de origen indio tamil) en el Tribunal Superior de  Sudáfrica

“Todas las lecciones de mi vida las aprendí cuando otras mujeres me abrieron los ojos”.

Pillay escuchó centenares de casos de violencia doméstica. En ese proceso, identificó  que se trataba de un problema generalizado y que trascendía los casos individuales. Le apostó al poder de las historias: a escuchar con atención y empatía las experiencias de exclusión, violencia y discriminación estructural que viven las mujeres en general, y las mujeres racializadas en especial.

  • Elizabeth Odio Benito (Costa Rica): primera mujer presidenta de la Corte Interamericana de Derechos Humanos – Corte IDH

“Hemos de aceptar que solo viviremos en verdaderas democracias si las mujeres en toda su diversidad participamos en la toma de todas las decisiones que afectan nuestra vida”.

La presidenta Elizabeth Odio siempre ha estado comprometida con la erradicación de la violencia contra las mujeres. En el 2021, después de escuchar el testimonio de Jineth Bedoya ante la Corte IDH, la presidenta expresó su solidaridad con Bedoya. Dijo que la admiraba pues, junto a su madre, se había convertido en un símbolo de la lucha contra la violencia sexual. De esta manera, Odio se atrevió a desafiar el imaginario de que los jueces (y las juezas, en particular) no pueden mostrar empatía frente a las víctimas que se presentan ante las cortes.

  • Karen Luise Vilanova Batista de Souza (Brasil): primera jueza afro del estado de Rio Grande do Sul 

“Somos el resultado de nuestras circunstancias, de cómo estamos constituidos, de cómo vemos el mundo. Si tienes una educación y una experiencia cercana o lejana a la mirada femenina, si no lees sobre ello, si no te interesas por estos temas, reproducirás el comportamiento de la sociedad. Y la nuestra es una sociedad machista.”

Vilanova le apostó a la crucial enseñanza de forjar ciudadanos y servidores/as de la justicia con una perspectiva feminista, progresista y de derechos humanos, reconociendo que estas perspectivas se tienen que construir activamente. Si no ofrecemos una formación enfáticamente incluyente e igualitaria, seguirán predominando la exclusión y la discriminación (incluso al interior del poder judicial).   

  • Sonia Sotomayor (Estados Unidos de América): magistrada de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos y primera mujer hispana en ocupar ese cargo. 

«La diversidad enriquece y fortalece nuestra sociedad y nos permite alcanzar un entendimiento más completo y compasivo del mundo en el que vivimos».

La población de origen hispano en Estados Unidos, que supera los 59 millones de habitantes, está subrepresentada tanto en la esfera política como en la judicial. Esta situación profundiza el déficit de legitimidad de la justicia y puede estar contribuyendo a la discriminación sistémica de esa población. La llegada de Sonia Sotomayor a la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos fue importante porque le mandó el mensaje a los hispanos/as de que ellos/ellas también tienen cabida en los espacios de poder. Su llegada también evidenció la necesidad de contar con más perfiles como el suyo en esos espacios.

 

A través de sus ideas y decisiones, estas mujeres han mostrado que los perfiles diversos en la justicia pueden traer miradas novedosas, plurales, empáticas y comprometidas con los derechos humanos. Sus historias apuntan además a dos argumentos esenciales para exigir una #JusticiaDiversa: primero, la diversidad en la justicia es una materialización del derecho a la igualdad de todas las poblaciones. Y segundo, la diversidad puede aumentar la confianza ciudadana en el poder judicial, especialmente en los usuarios/as de la justicia que pertenecen a grupos históricamente discriminados y excluidos.   ¿Qué deberíamos hacer para que perfiles como los de estas mujeres tengan mayor visibilidad e incidencia? ¿Cómo conseguir una justicia más diversa en Colombia?


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