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Los paĆ­ses latinoamericanos deben fortalecer tanto sus legislaciones como los mecanismos de acceso a la justicia con el fin de detener el uso del amianto y sustancias similares.

Los paĆ­ses latinoamericanos deben fortalecer tanto sus legislaciones como los mecanismos de acceso a la justicia con el fin de detener el uso del amianto y sustancias similares.

ImagĆ­nese que trabaja en un lugar rodeado de micropartĆ­culas tan pequeƱas que no puede evitar respirarlas. Entran en sus pulmones y otros Ć³rganos internos y se adhieren al tejido que los cubre permaneciendo allĆ­ durante aƱos, incluso dĆ©cadas.Ā ImagĆ­nese tambiĆ©n que esta fibra ha sido descubierta como la causa de varios tipos de cĆ”ncer por organismos internacionales, pero usted no sabĆ­a nada al respecto.Ā Por otra parte, es probable que estas partĆ­culas sean respiradas por su familia ya que se pegan a la ropa. TambiĆ©n son respiradas por sus vecinos dada la distancia corta entre sus casas y muy probablemente, por los niƱos de la escuela pĆŗblica de su pueblo que se construyĆ³ con el mismo material.Ā Ć‰ste es el impacto del asbesto. Un material barato utilizado como aislante tĆ©rmico en techos y paredes, como material de fricciĆ³n en frenos y zapatos, y en materiales para el sellamiento de tuberĆ­as y revestimiento de infraestructura.Ā Asbestos es el nombre genĆ©rico de cualquiera de las seis fibras fabricadas bajo este nombre.Ā El crisotilo (del tipo Serpentino), tambiĆ©n conocido como amianto blanco, es la fibra mĆ”s comĆŗnmente utilizada en los Estados Unidos, AmĆ©rica Latina y otras regiones del Sur Global.Ā Las otras cinco fibras forman parte del grupo de anfĆ­boles y reciben diferentes denominaciones.

En respuesta a algunos de los argumentos presentados por la industria, segĆŗn la cual el crisotilo es el menos perjudicial ya que es mĆ”s pesado para respirar, la OrganizaciĆ³n Mundial de la Salud (OMS), el Ć³rgano de las Naciones Unidas creado para dirigir las polĆ­ticas de salud pĆŗblica en el mundo, ha recogidoĀ evidencia cientĆ­ficaĀ que muestra que todas las fibras de amianto, incluido el crisotilo, estĆ”n relacionados con algĆŗn tipo de cĆ”ncer (por ejemplo cĆ”ncer de los pulmones y los ovarios).Ā En particular, se ha demostrado que el crisotilo es la causa principal de Ā«mesothelomiaĀ», una forma de cĆ”ncer que afecta a la fina capa de tejido que cubre los pulmones.Ā De hecho, la OMS ha recomendado consistentemente a los estados que prohĆ­ban todas las formas de asbesto.

Siguiendo las recomendaciones de la OMS, 60 paĆ­ses del mundo la han prohibido.Ā Dentro de este grupo se encuentran paĆ­ses como Australia, todos los paĆ­ses de la UniĆ³n Europea, TurquĆ­a, Corea del Sur y algunos paĆ­ses africanos, entre otros.Ā En AmĆ©rica Latina, sin embargo, estamos lejos de una regulaciĆ³n integral sobre este asunto.Ā SĆ³lo cuatro paĆ­ses: Argentina (2001), Chile (2000), Uruguay (2002), y Honduras (2004) – tienen prohibido la exploraciĆ³n, uso, importaciĆ³n y exportaciĆ³n de amianto.Ā El siguiente mapa muestra los paĆ­ses en los que se ha prohibido esta fibra.

Source:Ā International Ban Asbestos Secretatriat (IBAS)

Fuente: International Ban Asbestos Secretatriat (IBAS)

 

Dentro de este marco legal muy limitado, ĀæcuĆ”les son las opciones para las vĆ­ctimas del amianto en AmĆ©rica Latina?

La primera y probablemente mĆ”s obvia opciĆ³n es impulsar el establecimiento de leyes estatales o nacionales que prohĆ­ban la producciĆ³n y el uso del asbesto.Ā Sin embargo, el intenso lobby impulsado por la industria del amianto hace que este escenario sea muy difĆ­cil.Ā En Colombia, por ejemplo, desde el aƱo 2007,Ā seis proyectos de ley se han presentadoĀ en el Congreso con el fin de prohibir su uso.Ā Ninguno de ellos ha pasado el primer debate y algunos de ellos ni siquiera han sido debatidos una vez.Ā En Brasil, el segundo mayor exportador de amianto en el mundo, algunos estados (RĆ­o de Janeiro y SĆ£o Paulo) han prohibido el uso del amianto, pero aĆŗn no ha habido una prohibiciĆ³n nacional. Existen dificultades similares al nivel internacional.Ā TambiĆ©n existe un movimiento internacional para promover la inclusiĆ³n del amianto crisotilo en la lista de productos quĆ­micos prohibidos por elĀ Convenio de Rotterdam, pero esta peticiĆ³n Ā no ha tenidoĀ Ć©xito, debido en parte a la presiĆ³n de la industria.

Si la opciĆ³n polĆ­tica es tan difĆ­cil, apelar al poder judicial podrĆ­a ser otra opciĆ³n.Ā DespuĆ©s de todo, el amianto es una amenaza para la salud de las personas, la cual estĆ” protegida por un derecho que no sĆ³lo ha sido constitucionalmente reconocido, sino que ha sido ampliamente litigado en los paĆ­ses latinoamericanos.Ā Sin embargo, las diferencias en tĆ©rminos de acceso a la justicia entre el Norte y el Sur Global son grandes obstĆ”culos.Ā Aunque se han decidido demandas multimillonarias contra la industria del amianto, donde se les ordea pagar una indemnizaciĆ³n a las vĆ­ctimas, la mayorĆ­a de ellas se han decidido en paĆ­ses del Norte Global.Ā EnĀ ItaliaĀ (2012), el Tribunal de TurĆ­n ordenĆ³ a la multinacional Eternit pagar una indemnizaciĆ³n multimillonaria por la muerte de casi 2.000 personas, ya que no se aplicaron las medidas de seguridad necesarias para evitar la contaminaciĆ³n del medio ambiente y la muerte de personas.Ā El Tribunal tambiĆ©n condenĆ³ a dos presidentes ejecutivos de la multinacional a 16 aƱos de prisiĆ³n.Ā En EspaƱa existe una amplia jurisprudencia, tanto en la seguridad social y las jurisdicciones civiles que ordenan a las empresas a pagar una indemnizaciĆ³n a las vĆ­ctimas expuestas a esta sustancia.Ā En los Estados Unidos, el litigio civil en los casos relacionados con el asbesto se hizo popular en los aƱos 80 y todavĆ­a estĆ” en curso, muchos de ellos ordenando a las compaƱƭas pagar grandes compensaciones, asĆ­ como la descontaminaciĆ³n de lugares y la retirada de asbestos de escuelas y edificios pĆŗblicos.Ā Algunos tribunales estadounidenses tambiĆ©n han presidido procesos penales bajo la Ley de Aire Limpio.Ā Aunque muchas empresas han declarado frecuentemente banca rota para evitar litigios y reducir considerablemente la cantidad de compensaciĆ³n, este es un Ć”rea donde las reclamaciones civiles han sido relativamente exitosas.

Por el contrario, los paĆ­ses latinoamericanos se encuentran todavĆ­a en una etapa muy temprana en el desarrollo de reclamos de responsabilidad civil y penal relacionadas con el amianto.Ā EnĀ ChileĀ (2014), un juez laboral ordenĆ³ a una empresa a pagar una indemnizaciĆ³n por los daƱos causados a la salud de sus trabajadores por el uso de amianto.Ā EnĀ BrasilĀ (2014), una demanda judicial colectiva fue presentada contra Eternit SA exigiendo el pago de dinero y de daƱos morales para las vĆ­ctimas del amianto.Ā EnĀ ColombiaĀ (2016), se presentĆ³ una peticiĆ³n ante la ComisiĆ³n Interamericana de Derechos Humanos donde se alega la responsabilidad del Estado colombiano por permitir el uso de asbesto en el paĆ­s.Ā Sin embargo, no ha habido una decisiĆ³n final en los dos Ćŗltimos casos.

 

Source: Joey Gannon Flckr Commons

Fuente: Joey Gannon Flckr Commons

Varias razones podrĆ­an explicar la diferencia en tĆ©rminos de acceso a la justiciaĀ para las vĆ­ctimas del amianto entre el Norte Global y el Sur.Ā Por un lado, la falta de regulaciones sanitarias y ambientales en la regiĆ³n hace del litigio un esfuerzo exploratorio para los activistas, que se han visto obligados a participar de esta manera debido a los efectos del amianto en la salud y los recursos naturales.Ā Por otra parte, el derecho civil y el derecho del consumidor en AmĆ©rica Latina han estado tradicionalmente dominados por el sector privado y la industria para proteger sus intereses.Ā Los activistas por los derechos de la salud y el medio ambiente ven con desconfianza estas Ć”reas legales, con mĆ”s frecuencia apoyĆ”ndose en el derecho constitucional, los derechos humanos, el derecho penal y los litigios internacionales para impulsar una mayor protecciĆ³n estatal.

Los paĆ­ses latinoamericanos deben fortalecer tanto sus legislaciones como los mecanismos de acceso a la justicia, en particular los relacionados con los derechos civiles y de los consumidores, a fin de detener el uso de esta sustancia y sustancias similares.Ā Los activistas y los abogados de la salud y del medio ambiente podrĆ­an explorar el derecho civil y los derechos del consumidor como Ć”reas potenciales para la reparaciĆ³n de la vĆ­ctima por los daƱos causados ā€‹ā€‹por el amianto y otras sustancias nocivas.Ā Sin embargo, sin una regulaciĆ³n clara en este Ć”mbito, ya sea a nivel nacional o internacional, el impacto del litigio puede ser bastante limitado, ya que sus efectos se dirigen sĆ³lo a los demandantes del caso.Ā Tanto la defensa como el litigio necesitan trabajar en coordinaciĆ³n para abordar este problema.Ā Es hora de castigar a esta fibra asesina que cada aƱo cobra la vida de mĆ”s deĀ 100.000Ā personas en el mundo y hacer que aquellos que se benefician econĆ³micamente de su uso paguen las consecuencias de exponer a las personas a riesgos innecesarios.

 

Foto destacada:Ā Allison Giguere Flckr Commons

De interĆ©s:Ā 

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