Skip to content

|

Es importante entender la correlación entre el resquebrajo de las libertades civiles y la predominancia de las políticas económicas no-inclusivas.

Es importante entender la correlación entre el resquebrajo de las libertades civiles y la predominancia de las políticas económicas no-inclusivas.

Solían gustarme esos juegos de “conecta los puntos” en la revista de comics árabes “Mickey”. Es hora de jugar ese mismo juego con algunos puntos de los eventos políticos recientes en Egipto, así como considerar qué pueden ellos decirnos sobre la más amplia y actual situación del país. ¿Cómo podrían conectarse preguntas aparentemente desconectadas sobre libertades civiles y la política económica de Egipto?

De acuerdo al reporte de la Red Árabe para Información de Derechos Humanos (ANHRI, por sus siglas en inglés), el número de periodistas encarcelados en Egipto durante el régimen actual alcanzó el record de 64 periodistas en febrero de 2015.

De acuerdo a la base de datos estadística sobre la revolución egipcia (Statistical Database of the Egyptian Revolution) “WikiThawra,”  dirigida por el Centro Egipcio de Derechos Económicos y Sociales (ECESR, por sus siglas en inglés), el número total de muertes entre enero de 2011 y enero de 2014 relacionadas con el caos político alcanzó 5231, de los cuales más del 60% fueron asesinados bajo el mandato temporal del presidente Adly Mansour y el ex-general militar y actual presidente AbdelFatah El-Sisi. Más personas han sido asesinadas durante el periodo Mansou-Sisi que durante la combinación del famoso levantamiento que tuvo como consecuencia la salida de Mubarak, el Concilio Supremo de las Fuerzas Armadas (SCAF, por sus siglas en inglés), que vino después de Mubarak, y el mandato de un año del presidente de la Hermandad Islámica Mohamed Morsi.

Adicionalmente, más de 40,000 personas han sido arrestados en eventos relacionados con el caos político desde la salida de Morsi (cifra actualizada el 15 de mayo de 2014). Este impresionante número apenas refleja “la tortura rampante, los arrestos arbitrarios y las detenciones” documentadas en el reporte de 2014 de Amnistía Internacional. Finalmente, la violencia sexual continua siendo una herramienta sistemáticamente usada contra mujeres opositoras y detenidas.

Mientras rompen records de violaciones a derechos económicos y sociales, el gobierno también pasó una ley que minimiza aún más el escrutinio público pues prohíbe que terceros impugnen el otorgamiento de contratos estatales. Más aún, Sisi aprobó una nueva ley de inversión que apunta a remover los “obstáculos” para los inversionistas precisamente justo antes de un encuentro económico en Egipto que pretende atraer inversión extranjera. Además de los inversionistas, el régimen aprobó esta ley sin dialogar con los actores involucrados, tales como las ONGs de derechos humanos o los grupos de trabajadores independientes.

En diciembre del 2014, el gobierno egipcio firmó su primer acuerdo permitiendo a Shell Egypt and Apache Corporation iniciar las exploraciones para sacar shale gas usando técnicas de Fracking. El fraccionamiento hidráulico o “fracking”,  es un método para extraer gas natural controversial por sus potenciales efectos nocivos para el medio ambiente. Adicionalmente, en abril del 2014, el Gabinete aprobó el uso de carbón en la producción de energía – otra enmienda de ley decretada en la ausencia de un parlamento y bajo la extremadamente opresiva atmósfera. La decisión ignoró las advertencias públicas de los efectos negativos del carbón y las consecuentes violaciones al derecho a la salud y la justicia ambiental. Por supuesto, escuchar sobre los continuos incidentes de encarcelamientos, torturas y asesinatos ocasionales a opositores pacíficos en la calle por parte de la policía solo hace que sea más difícil para la oposición expresar su desacuerdo con esa decisión del gobierno.

Déjenme desacelerar un poco. He estado botando muchos datos y números que parecen regados e inconexos y que van desde derechos políticos y sociales a derechos económicos. Es intencional.

La mayoría de los activistas, los comentadores y las organizaciones internacionales que se concentran en Egipto tratan estos asuntos como si fueran independientes los unos de los otros. Mientras que concentrarse en una sola causa puede hacer que la implementación sea más eficiente a corto plazo, es importante entender la correlación entre el resquebrajo de las libertades civiles y la predominancia de las políticas económicas no-inclusivas. El régimen actual no sería capaz de pasar estas dolorosas políticas que violan los derechos sociales y económicos de millones de egipcios sin usar su vara de hierro contra las voces de disenso.

Hemos visto esta correlación entre los ataques a las libertades civiles y la implementación de políticas económicas no inclusivas antes, incluyendo a Chile bajo el régimen de Pinochet o Indonesia, bajo Suharto. Hoy, parece haber una mayor conciencia entre los activistas y la sociedad civil sobre la importancia de la cooperación y el trabajo transnacional en derechos humanos. Cada mes más organizaciones y movimientos sociales de todo el planeta se están conectando, compartiendo experiencias y trabajando juntas. Consecuentemente, este es el momento cuando estos movimientos deberían aprender del pasado. Es hora de que de que sus estrategias para enfrentar violaciones de derechos humanos tengan una aproximación holística y sistemática que conecte las restricciones a las libertades políticos y la libertad de expresión con políticas económicas no-inclusivas que violen los derechos sociales y económicos, en vez de lidiar con cada violación por separado.

Es hora de conectar los puntos.

Powered by swapps
Scroll To Top