Desengañándome con la COP 26
Dejusticia octubre 29, 2021
En los márgenes de la agenda en las COP, la adaptación al colapso por venir está en la agenda, gracias a líderes y movimientos sociales que han presionado porque los países no sólo se concentren en seguir creciendo. | Matteo Bazzi
A pocos días para la COP 26, donde los líderes del mundo volverán a discutir y renovar acciones, establecidas en el Acuerdo de París, para combatir a la crisis climática, ya me siento engañado.
A pocos días para la COP 26, donde los líderes del mundo volverán a discutir y renovar acciones, establecidas en el Acuerdo de París, para combatir a la crisis climática, ya me siento engañado.
A veces pienso en el colapso de la humanidad. Tal vez es culpa de que se pusieron de moda las películas, novelas y videojuegos postapocalípticos. Pero no es sólo ficción. Para algunos científicos, a quienes llaman colapsólogos (gran apodo), las sociedades humanas podrían comenzar a decaer durante el siglo XXI. Esto se debe a que nuestras economías seguirán creciendo más allá de lo que el planeta puede soportar. El riesgo se sostiene incluso si usamos energías renovables: estas tecnologías requieren de materiales no renovables (por ej. minerales raros) para alimentar economías y poblaciones cada vez más grandes.
Por eso, a pocos días para la COP 26 (Conferencia de las Partes), donde los líderes del mundo volverán a discutir y renovar acciones, establecidas en el Acuerdo de París, para combatir a la crisis climática, ya me siento engañado. Es la reunión número 26 de otras reuniones en los líderes del mundo han buscado, sobre todo, que las economías transiten fuera del petróleo y el carbón, e instalar mecanismos para comerciar o financiar la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero en ellas parece que no hay discusión, debemos seguir creciendo. De hecho, ya hay muestras de que algunos gobiernos no están listos para salir del petróleo y el carbón.
El tema no es fácil. Dentro del capitalismo muchas cosas buenas están atadas al crecimiento de la economías nacionales, siempre y cuando cuenten con medidas redistributivas: enormes expectativas de vida, buenos sistemas de salud y educación, abundancia de alimentos y de entretención, etc. Y, aún más angustiante, las instituciones y el poder que necesitamos para cambiar el mundo dependen del crecimiento económico. Los Estados, las organizaciones no gubernamentales, las empresas y los movimientos sociales requieren de donaciones, impuestos, ganancias, en general, excedentes económicos destinados para funcionar y ganar capacidad. Y esto es así, mientras el capitalismo se vuelve cada vez más grande e incontrolable. En otras palabras, para poder limitar el crecimiento, tenemos que crecer.
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Los antiguos griegos tenían una palabra elegante para este tipo de dilemas: aporía. Traduce algo así como “callejón sin salida”. Los colombianos de hoy le tenemos otra, tal vez menos fina: ya qué hijueputas. Ambas me dan tranquilidad. Reconocen que hay problemas que sencillamente no tienen solución, pero que no es el final del camino. Tal vez el colapso es inevitable. Pero esta no es razón para estrellarnos las cabezas los unos contra otros y sacarnos los sesos, como dicen en los Simpsons.
En los márgenes de la agenda en las COP, la adaptación al colapso por venir está en la agenda, gracias a líderes y movimientos sociales que han presionado porque los países no sólo se concentren en seguir creciendo (sin petróleo y sin carbón). Entre las medidas que se proponen están que haya recursos para suavizar los golpes de un clima irregular, así como “salvaguardas” frente a posibles efectos perversos de la transición post-petróleo. Por otro lado, en todo el mundo hay gente en las ciudades, en el campo, con sus vecinos, con sus comunidades, que ya se están alistando para sobrevivir a un posible colapso.
Con seguridad hay maneras de fracasar mejor, de retrasar el colapso, o de dejarle un legado a los que sobrevivan. Tal vez sería útil que hablemos en esos términos con nuestros vecinos, nuestros gobiernos, y en los escenarios internacionales.
Posdata: ¿Quieren conocer vías para administrar colapsos? Este libro de Ugo Bardi me ha dado algunas respuestas. Lástima, sólo está en inglés y en alemán. Ojalá alguna alma cándida lo traduzca.