El pueblo
Mauricio García Villegas Mayo 4, 2024
| EFE
En Colombia no hay dos pueblos sino uno solo. No está en un lugar específico: ni en una plaza pública ni en unas calles ni en una región ni en las redes sociales. No tiene un interés único ni tampoco una voluntad claramente definida.
En Colombia no hay dos pueblos sino uno solo. No está en un lugar específico: ni en una plaza pública ni en unas calles ni en una región ni en las redes sociales. No tiene un interés único ni tampoco una voluntad claramente definida.
Las facciones políticas, de oposición y de apoyo al Gobierno, han medido sus fuerzas en las calles con sendas manifestaciones multitudinarias. Ambas han marchado, según sus líderes, a nombre del pueblo. Pero, dado que cada una estuvo integrada por gente distinta, ¿de qué pueblo hablan? ¿Acaso en Colombia hay dos pueblos?
Me dirán ustedes que el uso de la palabra pueblo es retórico y que los políticos siempre hablan así. Puede ser, pero el asunto no me parece tan retórico, sobre todo si por retórico se entiende inocuo; mucho menos en un país como el nuestro en el que las palabras excesivas han sido tantas veces el combustible de la violencia política.
En las últimas décadas Colombia ha tenido dos grandes líderes políticos: Álvaro Uribe y Gustavo Petro. Ambos han sido hábiles, con visos populistas, aunque sin caer en los excesos que se ven en otras latitudes. Su visión de Colombia y su ideología son muy distintas, pero, más allá de la retórica, ambos tienen una concepción similar del liderazgo que ejercen y de la idea del pueblo que los apoya. No sé si son seguidores de Carl Schmitt, un pensador alemán de la primera mitad del siglo XX, pero la manera como han ejercido el mando y la forma como han reaccionado en los momentos de crisis se parece a esto que él decía: el pueblo se manifiesta en la plaza pública; allí se encuentra con su líder, que es su representante y que, en sus arengas contra sus enemigos, establece una comunicación única y metafísica entre él y su pueblo, que es la esencia de la política. Algo de eso, en el pedestre estilo criollo, vimos en las marchas de las últimas semanas, convocadas por la oposición y por el Gobierno.