Eljach, el Secretario que guarda secretos
Vivian Newman Pont octubre 3, 2024
| EFE SERVICIOS
Será la cabeza del órgano encargado legalmente de garantizar el derecho de acceso a la información pública y la transparencia que le hicieron falta en el Senado.
Será la cabeza del órgano encargado legalmente de garantizar el derecho de acceso a la información pública y la transparencia que le hicieron falta en el Senado.
Ya varios medios han mencionado que el nuevo Procurador Gregorio Eljach tiene un conflicto de interés enorme para ejercer su cargo, pues aún está caliente su renuncia a sus más de 12 años de servicios al Senado. A los favores que le deben los senadores a este secretario, voy a añadir uno: Eljach no solo guarda las espaldas sino que guarda muy bien los secretos.
Era febrero de 2018, una época pre-electoral, y queríamos que los electores pudieran hacer seguimiento a los bienes y rentas de quienes habían sido y querían seguir siendo congresistas. Pedimos desde Dejusticia, junto con las periodistas de Cuestión Pública, la información juramentada de la actividad económica, bienes y rentas de 20 congresistas escogidos por votación entre los seguidores del medio Cuestión Pública.
Esta información se encontraba en el Congreso, pues es un deber de cada congresista entregarla, bajo juramento, antes de posesionarse en su cargo. Es también un derecho de la ciudadanía conocerla para poder votar y elegir al congresista en el que más confíe. Si hay transparencia, habrá confianza.
Pero Eljach, el guardián del Senado, echó llave y se encargó de guardar estos secretos.
Decidió negar la información solicitada con base en dos argumentos. Primero, alegó que implicaba un riesgo al derecho a la intimidad de los congresistas de la República. Adicionalmente, manifestó que las declaraciones que pedíamos “[…] no son requisito de exigencia en las hojas de vida que presentan los Honorables Senadores de la República de Colombia, debido a que, al ser elegidos popularmente, no son titulares de cargos públicos, entendiéndose como cargos los que hacen parte de la estructura de un organismo del Estado […]”. Así que los senadores que pagamos con dinero público y cumplen función pública no tienen cargos públicos.
Claro que presentar un recurso ante Eljach era tarea perdida, pero lo hicimos. Le expusimos tres argumentos para solicitarle que reconsiderara su posición que violaba la misma ley que citaba para no entregar información pública.
En primer lugar, señalamos que la respuesta no cumplió con la carga de la prueba pues no dijo qué norma contenía la clasificación de los documentos solicitados y tampoco realizó el examen del daño presente, probable y específico que causaría la entrega de la información. En segundo lugar, indicamos que las declaraciones juramentadas de bienes y rentas y de actividad económica contienen datos personales que al estar relacionados con la calidad de congresistas son de carácter público y, por ende, no pueden ser considerados reservados. Por último, reiteramos que, contrario a lo que manifestaba la Secretaría del Senado, la entrega de las declaraciones de bienes y rentas sí son un requisito para la posesión de los congresistas de la República que tienen un cargo público.
Ninguno de nuestros argumentos fue siquiera considerado por Eljach. Afortunadamente, el mismo Congreso aprobó una ley en 2019 para explícitamente divulgar esta información de los congresistas y en su exposición de motivos mencionó que estos datos son una herramienta fundamental para la lucha contra la corrupción, el fomento de la transparencia, la confianza en las instituciones y el cumplimiento de estándares internacionales. Todos principios democráticos desconocidos por Eljach.
Pues este es el mismo funcionario que, sin siquiera estar preseleccionado, nombró el presidente Petro y ahora es Procurador. No solo vigilará a sus senadores, sino que será la cabeza del órgano encargado legalmente de garantizar el derecho de acceso a la información pública y la transparencia que le hicieron falta en el Senado.
Mientras tanto, se oye la voz de Eljach quien, a sabiendas de que la transparencia es la materia prima de la lucha contra la corrupción, juega a la política y dice: “Mi compromiso con la Corte Suprema de Justicia, la rama judicial y las instituciones democráticas incluye volcar todo el poder de la Procuraduría contra el demonio de la corrupción que destruye la administración pública y empobrece la vida del ciudadano”.