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Pazo, JEP, Colombia

Este empate negativo nos tiene empantanados y ha incrementado la polarización sobre la paz. | Christian Escobar Mora, EFE

Este sentimiento de derrota mutua, acompañado de altos niveles de desencanto y rabia en ambos lados, ocurre mientras los colombianos seguimos polarizados y divididos casi por mitades frente al futuro de la paz.

Este sentimiento de derrota mutua, acompañado de altos niveles de desencanto y rabia en ambos lados, ocurre mientras los colombianos seguimos polarizados y divididos casi por mitades frente al futuro de la paz.

Colombia vive una triste paradoja frente al Acuerdo de Paz con las Farc. Seguimos polarizados, pero es posible que todos compartamos un mismo sentimiento de derrota, pues tanto quienes se han opuesto al Acuerdo como quienes lo hemos apoyado sentimos que nos están haciendo conejo.

Muchos de quienes promovieron el No sienten que les han hecho conejo, pues ganaron el plebiscito y, a pesar de eso, el Gobierno y las Farc lograron que el Congreso aprobara el Acuerdo con cambios que consideran menores y cosméticos. Además, cuestionan que, sin que hubiera un nuevo plebiscito, el fast track fue activado con el aval de la Corte Constitucional y el Acuerdo comenzó a ser implementado, lo cual permitió que las Farc comenzaran a hacer política sin haber rendido cuentas a la justicia por sus crímenes. A ello añaden que en 2018 muchos de ellos votaron por Duque, quien había prometido ajustes importantes al Acuerdo; y volvieron a ganar, pues Duque resultó electo. Sin embargo, a pesar de ese triunfo electoral, no ha sido posible ajustar el Acuerdo.

Muchos de quienes hemos apoyado la paz con las Farc también sentimos que nos están haciendo conejo. Consideramos que respetamos el plebiscito, pues el Acuerdo inicial no fue implementado, sino que fue renegociado y fueron incorporados en un nuevo acuerdo la mayor parte de las propuestas de los promotores del No. Este nuevo Acuerdo fue refrendado masivamente por el Congreso, que es la instancia de representación popular por excelencia, con lo cual, como lo señaló la Corte Constitucional, fue cumplido el requisito que permitía la activación del fast track. Esto permitió empezar a implementar, conforme a la Constitución, el Acuerdo, con lo cual las Farc se desmovilizaron, entregaron las armas a la ONU, que verificó la seriedad del proceso, y se transformaron en una fuerza política legal, pero con el compromiso de rendir cuentas por sus crímenes ante la JEP y contribuir plenamente a la verdad.

Y sentimos que nos están haciendo conejo, pues, a pesar de todos los desarrollos anteriores, muchas reformas clave no fueron aprobadas por el Congreso (como la reforma rural, la reforma política o las circunscripciones especiales de paz) y el nuevo Gobierno ha frenado la implementación del Acuerdo, como lo muestran sus objeciones a la JEP y la ausencia de financiación de la paz en el Plan de Desarrollo. Y todo eso ocurre mientras numerosos líderes sociales y guerrilleros desmovilizados son asesinados.

Este sentimiento de derrota mutua, acompañado de altos niveles de desencanto y rabia en ambos lados, ocurre mientras los colombianos seguimos polarizados y divididos casi por mitades frente al futuro de la paz. Esto ha llevado, como lo conversamos con Juan Fernando Londoño, a una especie de empate político negativo, pues ni los opositores al Acuerdo de Paz con las Farc logran introducirle los ajustes que desean, ni quienes apoyamos el Acuerdo logramos que su implementación sea rápida y vigorosa, lo cual es necesario si queremos consolidar la paz.

Este empate negativo nos tiene empantanados y ha incrementado la polarización sobre la paz. El desafío es si logramos convertir este empate negativo en una suerte de empate positivo en que reconozcamos que si seguimos enfrentados la situación es peor para todos, como en el célebre “dilema del prisionero”. Y que la mejor salida es que las partes cooperen y logremos un amplio acuerdo político, que incluya a las Farc, sobre qué ajustes pueden hacerse a la paz, a cambio de un compromiso efectivo por una implementación rápida e integral de lo pactado.

De interés: Acuerdo de paz / Colombia / FARC / Gobierno / JEP

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