Jóvenes, en moto y sin SOAT: las cifras no mienten
Diana Guarnizo noviembre 21, 2023
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Contratar el SOAT es obligatorio en Colombia y quien no lo hace se expone a una inmovilización del vehículo. Sin embargo, la verdad es que muchos conductores no lo tienen.
Contratar el SOAT es obligatorio en Colombia y quien no lo hace se expone a una inmovilización del vehículo. Sin embargo, la verdad es que muchos conductores no lo tienen.
El alto índice de siniestralidad, especialmente en jóvenes y conductores de motos, sumado a los problemas en el aseguramiento están creando un cóctel mortal. Los hacedores de políticas tienen la responsabilidad de garantizar la seguridad de todos en la vía, pues se trata de situaciones perfectamente prevenibles que pueden evitarse tomando medidas que reduzcan los factores de riesgo.
Según el Sistema de Información de Reportes de Atención a Víctimas de Accidentes de Tránsito (SIRAS), en lo que va de este año hasta octubre se reportaron 936.798 víctimas de accidentes de tránsito en Colombia, de las cuales el 16% fueron en el Valle del Cauca y el 15% fueron en Bogotá con las mayores afectaciones. Es decir, en tan solo 10 meses, el 2% de los colombianos se ha accidentado.
Si vamos al detalle de estas cifras, vemos que la población más afectada son jóvenes entre 18 y 29 años, con 408.401 víctimas en Colombia, que representan el 44% de los accidentados. Además, el día de la semana con mayor número de atenciones en salud reportadas fue el lunes, con 150.386 atenciones. Esto podría explicarse, si se tiene en cuenta que el primer día de la semana suele ser el día con mayores prisas para llegar a los lugares de trabajo y definitivamente el más peligroso para circular por las vías.
Pero quizás lo más preocupante es la cantidad de víctimas que están asociadas a una moto. De las 936.798 víctimas reportadas, 591.662 estaban cubiertas por el SOAT y estaban asociadas a una moto. Esto representa más del 63% de las víctimas (sin contar a todos los que tienen moto y estaban sin SOAT). El problema entonces es también de justicia social si se tiene en cuenta que las motocicletas suelen ser la alternativa más utilizada por aquellas personas con recursos medios o bajos que no pueden comprar un carro pero que tampoco quieren depender del transporte público (ineficiente y de mala calidad en muchas ocasiones) para movilizarse. De hecho, algunos estudios muestran que el 92% de los usuarios de motos pertenecen a los estratos 1, 2 y 3.
A esto se le suma que una enorme cantidad de siniestros no están siendo atendidos de manera adecuada pues no cuentan con el aseguramiento básico en salud. Aunque el 68,2% de las víctimas de siniestros de tránsito estaban cubiertas con SOAT, eso deja a un 31,8% sin cobertura. Es decir, casi una tercera parte de todas las víctimas de siniestros de tránsito en Colombia están potencialmente enfrentando enormes facturas médicas sin ayuda.
Contratar el SOAT es obligatorio en Colombia y quien no lo hace se expone a una inmovilización del vehículo. Sin embargo, la verdad es que muchos conductores no lo tienen. A finales del año pasado el Gobierno lanzó una estrategia de reducción del 50% del precio del SOAT para los conductores de ciertos vehículos de bajo cilindraje, con el fin de motivar la adquisición de este seguro. No obstante, casi un año después de implementada esta medida, no se han visto los avances y, en cambio, parece que el déficit fiscal para atender estos siniestros ha aumentado en 300 mil millones, según la Contraloría.
Además, del total de víctimas reportadas (936.798), sólo el 20% llegaron al prestador de servicios en transporte especial (i.e. ambulancia). Esto significa que la gran mayoría de las víctimas tuvieron que buscar atención médica por sus propios medios, lo que puede retrasar el tratamiento y empeorar las lesiones.
Estas cifras deberían llamar a la acción. Necesitamos políticas más fuertes y una mayor conciencia pública sobre la seguridad vial. Cada vida perdida en un siniestro es una tragedia, y cada lesión es un recordatorio de que aún queda mucho por hacer. Una medida esencial es la implementación de los límites máximos de velocidad en ciudad a 50 Km/h que ya aparece en la Ley Julián Esteban. Otras medidas, como el aseguramiento completo y suficiente, serán también necesarias.
Los hacedores de políticas tienen una responsabilidad enorme en modelar un ambiente que permita la seguridad de todos. Sin embargo, mientras dichas medidas se toman, no nos queda sino tomar precauciones. Así que si tienes entre 18 y 29 años, piénsalo antes de salir a la carretera un lunes, en moto, sin SOAT: las probabilidades de sufrir un siniestro, y que además no cuentes con ayuda médica, juegan en tu contra.