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agravios contra extranjeros

Hay un montón de argumentos posibles sobre por qué las reclamaciones de propiedad deben o no deben ser accionables bajo el ATS. Mi propósito en esta entrada no es presentar un argumento defendiendo una u otra manera. | Neil R, Flickr

La decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en Jesner v. Arab Bank, PLC determinará si el ATS puede ser utilizado en casos contra empresas, con implicaciones para actores que trabajan en asuntos de responsabilidad empresarial en todo el mundo.

La decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos en Jesner v. Arab Bank, PLC determinará si el ATS puede ser utilizado en casos contra empresas, con implicaciones para actores que trabajan en asuntos de responsabilidad empresarial en todo el mundo.

Hace un poco más de un mes, la Corte Suprema de Estados Unidos determinó que escucharía una apelación en Jesner v Arab Bank, PLC. – el primer caso internacional de derechos humanos bajo el estatuto de reclamación por agravios contra extranjeros (ATS por sus siglas en inglés) en ser oído por el alto tribunal después de Kiobel v Royal Dutch Petroleum en 2013. El ATS, aprobado como parte de la Ley de la Judicatura de 1789, se ha utilizado en las últimas décadas para presentar demandas en los tribunales federales sobre violaciones de derechos humanos cometidas en otros países como Nigeria, Tailandia y Perú. El caso Arab Bank fue presentado por las familias de las víctimas que murieron en los ataques terroristas en Israel, Cisjordania y la Franja de Gaza, quienes argumentaron que el banco había proporcionado servicios financieros a organizaciones militantes palestinas, lo que facilitó las actividades terroristas. La decisión de la Corte en este caso determinará si el ATS puede ser usado en casos contra empresas, con implicaciones para actores que trabajan en asuntos de responsabilidad empresarial en todo el mundo.

Ha habido un debate significativo en torno a cómo la posición de la administración de Trump puede influir en esta decisión y el uso del ATS para la responsabilidad corporativa en el futuro. Mientras que la administración de Obama había apoyado el uso del ATS contra las empresas extranjeras en Kiobel – aunque argumentó que no se debe aplicar a conducta que tiene lugar fuera de los EE.UU. – no está claro que posición tomará la nueva administración sobre el asunto. Es cierto, sin embargo, que al igual que Kiobel, el el caso Banco Árabe es de gran importancia para los demandantes, empresas, países extranjeros y la política exterior de Estados Unidos — cuestiones que han sido materia de debate público durante toda la trayectoria del caso.

Dicho esto, lo que se discute menos a menudo en relación con el Banco Árabe – o cualquier caso del ATS – son las implicaciones que la decisión de la Corte podría tener para conflictos sobre propiedad. Esta falta de atención se debe probablemente al hecho de que, a primera vista, Banco Árabe no es un caso sobre la propiedad. Tampoco lo son la mayoría de los otros casos que los demandantes han presentado contra empresas bajo el ATS. Estos casos generalmente incluyen alegatos de participación empresarial en ejecuciones extrajudiciales, tortura y arresto y detención arbitrarias, no reclamaciones de propiedad. Sin embargo, muchos de estos casos involucran fundamentalmente asuntos relacionados con la propiedad, desde disputas relacionadas con expropiación, robo o desplazamiento hasta aquellas que involucran daños a la propiedad debido a la contaminación. En el caso del Banco Árabe, algunos activistas esperaban que una estrategia legal exitosa contra la financiación bancaria de los grupos militantes palestinos pudiera abrir la puerta a demandas contra los bancos que financian la expansión de los asentamientos israelíes en Cisjordania.

Hay varias razones por las que las disputas de propiedad son oscurecidas en casos empresariales de ATS. La razón más obvia es que el en 2004, la Corte Suprema limitó la aplicación del ATS en la opinión de Sosa v. Alvarez-Machain a las demandas de violaciones de normas de derecho internacional que no tienen menos “contenido definido y aceptación entre las naciones civilizadas que los paradigmas históricos familiares cuando [el ATS] fue promulgado». Los “paradigmas históricos” a los cuales la Corte se refiere son ofensas contra embajadores, violaciones de conductas seguras y piratería.


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En varios casos posteriores, los tribunales interpretan que el estándar establecido en Sosa excluye reclamos sobre propiedad. Kiobel es un ejemplo de esto. Cuando los demandantes de Kiobel primero interpusieron su denuncia en el 2002, esta incluyó acusaciones de destrucción de la propiedad privada, además de tortura, ejecución extrajudicial y el arresto y detención arbitraria. Cuando el tribunal de distrito consideró una petición para declinar las pretensiones presentada por Royal Dutch Petroleum a raíz de Sosa, se encontró que la destrucción de la propiedad no violó el derecho de las naciones al no ser ejecutada en un contexto de genocidio o crímenes de guerra. Este fallo fue consistente con una tendencia general en los casos de ATS antes de Sosa en donde los tribunales habían rechazado las afirmaciones sobre la destrucción de la propiedad, la culpa y la conversión usando teorías similares. Esta tendencia es interesante ya que el primer caso para referirse al ATS Bolchos v Darrell, en 1795 – tenía que ver con un reclamo exitoso de que los esclavos podían ser considerados una propiedad.

En muchos otros casos de ATS, los demandantes no abogan por reclamaciones relacionadas con la propiedad, incluso cuando los hechos del caso están saturados con disputas de propiedad. Dada la historia de rechazo de reclamaciones relacionadas con la propiedad, esta omisión en muchos casos es probablemente estratégica. Algunos casos en este orden de ideas implican situaciones en que los demandantes alegan la participación empresarial en la ejecución extrajudicial o tortura de personas que protestaron por la apropiación empresarial de, o daños a la propiedad (véase, por ejemplo, Bowoto v. Chevron, en que los demandantes presentaron reclamos por la ejecución extrajudicial de personas que protestaban por el desplazamiento por y destrucción de la propiedad, así como el daño ambiental de las operaciones de las compañías petroleras.) Otros casos involucran a demandantes que presentan reclamos sobre ejecuciones extrajudiciales que pueden haber ocurrido en el contexto de expropiación de tierras o destrucción de bienes. Los casos de ATS contra Chiquita Brands, por ejemplo, se presentaron a raíz de una declaración de culpabilidad en el 2007 por parte de la empresa donde aceptaba haber financiado a una organización terrorista internacional especialmente designada, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). En varios de los casos, los demandantes alegaron haber perdido miembros de su familia por ejecuciones llevadas a cabo por las AUC en el contexto de un período de violencia paramilitar que también implicaba la expropiación de tierras. Sin embargo, la mayoría de las quejas presentadas contra Chiquita no plantean reclamos de propiedad.

Hay un montón de argumentos posibles sobre por qué las reclamaciones de propiedad deben o no deben ser accionables bajo el ATS. Mi propósito en esta entrada no es presentar un argumento defendiendo una u otra manera. Pero para apreciar plenamente la importancia de la futura decisión de la Corte en el caso Banco Árabe, al igual que con Kiobel, es importante comprender las formas en que los conflictos de propiedad son explícita o implícitamente centrales para casos empresariales de ATS. Además de los efectos más obvios de la decisión de Banco Árabe en la política exterior, la responsabilidad empresarial, los derechos humanos y la seguridad nacional, el resultado también tendrá importantes repercusiones en materia de propiedad. Estos efectos no serán el resultado del Banco Árabe restringiendo o manteniendo el acceso de los demandantes a los tribunales federales como un foro para la presentación de demandas de propiedad contra las empresas  en virtud del ATS, ya que tales reclamaciones suelen ser rechazadas o no se admiten en primer lugar. Resultarán del hecho que incluso cuando los casos empresariales de ATS no parecen ser sobre disputas de propiedad, a menudo lo son. Esto significa que un cambio en la disponibilidad de los tribunales federales de EE.UU. para las demandas de los demandantes sobre casos no relacionados a la propiedad afectará si y cómo surgen los asuntos relacionados con la propiedad, como son manejados fuera de los tribunales y si son o no litigados en foros particulares. Aunque la naturaleza exacta de estos efectos es tan incierta como la especulación con respecto a la próxima decisión de la Corte, hay pocas dudas de lo que está en juego, incluso en los casos en que los efectos podrían no ser inmediatamente evidentes.

Featured photo by: Neil R

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