La inteligencia al tablero
Vivian Newman Pont Mayo 10, 2018
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La inteligencia debe sustentarse en el cumplimiento de los derechos humanos y la democracia para poder lograr sus objetivos. Las Naciones Unidas y Colombia tienen la palabra en el Examen PeriĆ³dico Universal, que se realiza en Ginebra (Suiza) este 10 de mayo.
La inteligencia debe sustentarse en el cumplimiento de los derechos humanos y la democracia para poder lograr sus objetivos. Las Naciones Unidas y Colombia tienen la palabra en el Examen PeriĆ³dico Universal, que se realiza en Ginebra (Suiza) este 10 de mayo.
En el 2011 se liquidĆ³ el DAS.Ā Las violaciones, excesos y abusos de la inteligencia estatal que comenzaban por la intimidad y terminaban con la vida de los ciudadanos habĆan producido condenas judiciales a varios exdirectores: claro indicador de que se necesitaba un cambio. Siete aƱos ha tenido el Estado colombiano para ordenar la casa y esta semana someterĆ”Ā sus rĆ©cords de derechos humanos al examen de los miembros de Naciones Unidas.Ā La evaluaciĆ³n analizarĆ”, entre otros cumplimientos, si el gobierno al liquidar el DAS ha logrado contener las violaciones o si por el contrario, la privacidad de la ciudadanĆa sigue a merced de lo que se conoce como inteligencia.
La inteligencia segĆŗn el diccionario de la Real Academia de la Lengua es la capacidad de entender o comprender, de resolver problemas.Ā En otra acepciĆ³n, el servicio de inteligencia es la organizaciĆ³n del Estado que proporciona al poder ejecutivo anĆ”lisis e informaciĆ³n para prevenir o neutralizar amenazas. Una combinaciĆ³n del diccionario concluirĆa que la inteligencia estatal es aquella que estĆ” capacitada para entender y Ā combatir el problema de las amenazas al Estado.
Sin embargo, desde que se creĆ³ el servicio de inteligencia en tiempos de Rojas Pinilla su uso se ha tergiversado, convirtiĆ©ndose en una PolicĆa polĆtica de persecuciĆ³n de opositores, periodistas y crĆticos del gobierno del momento.Ā En los aƱos 50 y 60, bajo la Ā doctrina de āseguridad nacional de la Escuela de las AmĆ©ricasā, el pensamiento comunista era considerado un enemigo y una amenaza nacional. En los 70 y 80, el Estatuto de Seguridad causĆ³ muertes y desapariciones bajo exceso de fuerza condenada por el Consejo de Estado. En los 90 e incluso a principios de los 2000 los paramilitares se tomaron entidades estatales, entre ellas el DAS, para acabar con sus opositores. Pero todos sabemos que la Escuela de las AmĆ©ricas aparece hoy en los museos como ejemplo de abusos y ya en el examen pasado la diplomacia de NNUU le pidiĆ³ a Colombia que depurara a la inteligencia de paramilitares y acelerara las investigaciones de seguimientos ilegales del DAS, con lo que implĆcitamente le decĆa que una policĆa politizada que no respetaba la intimidad, no pasaba el examen.
En los Ćŗltimos siete aƱos, los medios siguen mencionando desaciertos y violaciones graves de las agencias de inteligencia a los crĆticos del gobierno. ĀæPor quĆ© podrĆa en pleno 2018 considerarse que opositores polĆticos, activistas de derechos humanos, sindicalistas o periodistas son una amenaza nacional?Ā ĀæPor quĆ© la inteligencia no ha sido lo suficientemente inteligente para distinguir entre aquel que piensa distinto pero que no afecta sino que enriquece y nutre la democracia y aquel que piensa distinto porque quiere violentamente suprimir los valores democrĆ”ticos? ĀæCĆ³mo hacer para que la inteligencia y el espionaje sean sinĆ³nimos de una labor loable? ĀæCĆ³mo dignificar la tarea de esconder secretos propios y descubrir los amenazantes ajenos como un verdadero ejercicio de la inteligencia humana?
AdemĆ”s del cambio cultural para entender quiĆ©n es el verdadero enemigo, la inteligencia debe ser inteligente y sustentarse precisamente en el cumplimiento de los derechos humanos y la democracia para poder lograr sus objetivos, pues Colombia se funda en el respeto a la dignidad humana de la que emanan estos derechos fundamentales. Debe comenzar por respetar la privacidad de quiĆ©n piensa distinto, pues de ella dependen otros derechos como la libertad de expresiĆ³n, de asociaciĆ³n y el libre desarrollo de la personalidad.Ā Para hacerlo, y aplicando los principios de legalidad y proporcionalidad, no debe recoger masivamente datos de la ciudadanĆa que no es su enemigo sino su razĆ³n de ser; no puede hackear los aparatos electrĆ³nicos porque esto es un delito; no puede monitorear el espectro electromagnĆ©tico porque violenta la intimidad de Colombia entera y no debe comprar tecnologĆas de espionaje invasivas, ademĆ”s de que debe someterse al seguimiento, monitoreo, control y transparencia que realice una entidad diferente del ejecutivo.
Si en el Examen PeriĆ³dico Universal, la diplomacia de Naciones Unidas logra un compromiso real del Estado colombiano para que se cumplan estas recomendaciones que le hacemos entre Karisma, Privacy International y Dejusticia, ademĆ”s de un grupo de 500 que se unieron para hacer sentir su voz en la prĆ³xima evaluaciĆ³n de derechos humanos, habremos dado un paso importante como Estado.
DespuĆ©s de tantas evidencias, lo inteligente serĆa cambiar las narrativas impuestas durante dĆ©cadas de conflicto armado y dedicarse a proteger los derechos humanos y no a violarlos.Ā Las Naciones Unidas y Colombia tienen la palabra.