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Es tiempo de diseñar políticas efectivas para reducir los accidentes de tránsito en el mediano y largo plazo. Solo con un transporte público bien cimentado y barato se podrán aplicar restricciones eficientes y justas al transporte privado.

Es tiempo de diseñar políticas efectivas para reducir los accidentes de tránsito en el mediano y largo plazo. Solo con un transporte público bien cimentado y barato se podrán aplicar restricciones eficientes y justas al transporte privado.

Esta semana asistí a un congreso organizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV) en Medellín. La conferencia inicial estuvo a cargo de Alejandro Maya, el director de la Agencia. Fue una presentación bien montada, hecha para sensibilizar a la opinión sobre la tragedia que está ocurriendo en las vías públicas: 6.500 muertos el año pasado, 60 % de ellos con una moto involucrada. Hace poco, dijo Maya, la sociedad de Antioquia se conmovió, hasta el llanto, con el accidente del avión que traía al equipo Chapecoense. Pues bien, dijo, los accidentes de tránsito que ocurren cada año en Colombia producen una cantidad de muertos equiparable a la caída de 80 aviones como ese. Y sin embargo, no pasa nada, solo lloran las familias de los muertos.

De otra parte, para reducir los siniestros de motos la ANSV y otros conferencistas propusieron combinar campañas de sensibilización con sanciones efectivas, como el control de la velocidad, la revisión de los cascos, las restricciones a los concesionarios de motos, la imposición de peajes y la presencia de policías de tránsito (ausentes en siete de cada diez municipios de Colombia).

Celebro todas estas propuestas y el nuevo aire que ha tomado la ANSV. La combinación de esos tres factores, sensibilización, educación y controles efectivos, es esencial para enfrentar esta tragedia que, solo en términos económicos, le cuesta al país un uno por ciento del PIB. Pero hay que hacer algo más: mientras no se pare el crecimiento exponencial de las motos será muy difícil resolver el problema de los siniestros (y de la contaminación, sobre todo en Medellín). ¿Cómo lograr eso? Solo hay una solución en el mediano plazo: crear sistemas masivos de transporte, eficientes y baratos para los usuarios. Eso es lo que ha hecho la ciudad de México, una urbe parecida a las nuestras. En Medellín, una persona de bajos recursos que viva, digamos, en el noroccidente de la ciudad y que trabaje en El Poblado, debe pagar entre $6.000 y $7.000 de transporte. Si hace cuentas, como de hecho las hace, le resulta muchísimo más barato y eficiente comprar una moto. Si existiera un sistema público eficiente y barato de metros y tranvías, las restricciones a las motos (y a los carros) serían mucho más fáciles de implementar, más eficientes y más justas.

El Gobierno Nacional, con su ministro de Transporte y su director de la ANSV tienen interés en reducir los siniestros con medidas técnicas, en el corto plazo. Pero se desentienden de la solución en el mediano y en el largo plazo que, como digo, está asociada con la construcción de metros y trenes ligeros. ¿Para cuándo vamos a dejar esta tarea? Dos noticias de esta semana me llevan a ver esta posibilidad con pesimismo, al menos por el momento. La primera, el Gobierno decidió no aportar los dineros para la construcción del tren ligero de 14 kilómetros por el occidente de Medellín, que era el proyecto bandera del actual alcalde. Y la segunda, en la presentación de los buenos resultados de Ecopetrol ($6,6 billones de utilidades), no hubo ni la más mínima alusión a la posibilidad de utilizar parte de esos recursos en la construcción de metros o tranvías, que funcionan con electricidad.

Mientras todo el mundo civilizado está dando pasos firmes para transitar de las energías fósiles a las energías limpias, como la electricidad, en Colombia seguimos adictos al petróleo, una fuente de energía llena de problemas (contaminación, accidentalidad, etc.) que la hacen insostenible en el mediano plazo.

Se dice mucho que los políticos, por atender lo urgente, se olvidan de lo importante. Peor aún: olvidan lo urgente que es empezar a resolver lo importante.

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