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En teoría del derecho se suelen diferenciar cuatro tipos de decisiones judiciales: las fáciles, las difíciles, las muy difíciles y las trágicas. | EFE Ernesto Guzman Jr

Antes de la pandemia, la gente en Colombia escogía a sus héroes, muchas veces con razones dudosas, entre futbolistas, artistas y soldados. Hoy, con razones ciertas, los pueden encontrar entre los médicos y las enfermeras.

Antes de la pandemia, la gente en Colombia escogía a sus héroes, muchas veces con razones dudosas, entre futbolistas, artistas y soldados. Hoy, con razones ciertas, los pueden encontrar entre los médicos y las enfermeras.

En el Royal Free Hospital de Londres los respiradores artificiales no alcanzan para atender a los enfermos que ingresan por coronavirus y los médicos se ven obligados a decidir quiénes pueden usarlos y quiénes no, lo cual puede ser tanto como sentenciar quién vive y quién muere. Juanita Nittla es una enfermera que trabaja en ese hospital y parte de su oficio consiste en desconectar, según órdenes médicas, a los pacientes de sus respiradores. Hace poco, dice un artículo publicado en la BBC, desconectó a una señora de 50 años y la acompañó a morir, unos cinco minutos después.

La disyuntiva de los médicos en las unidades de cuidados intensivos (UCI) es similar a la que plantean algunos dilemas éticos muy conocidos. Uno de ellos es el siguiente caso hipotético: usted observa un tranvía que, si sigue por donde va, arrollará a cinco personas que están sobre la vía. Usted puede, sin embargo, mover una palanca que lo desvía por otro ramal de la vía férrea, con lo cual salva a las cinco personas, aunque, por desgracia, sobre la otra línea, hay una persona que será arrollada y morirá. ¿Qué haría usted? La mayoría de las personas responden que moverían la palanca. Una variante un poco más difícil de este caso supone que usted se encuentra sobre un puente peatonal que cruza la carrilera, con un sujeto a su lado, al que usted puede empujar al vacío, de tal manera que su cuerpo caiga sobre la palanca que cambia el curso del vagón, salvando a cinco, pero matando al sujeto lanzado desde el puente. En este caso, a pesar de que el resultado es igual, la gente duda más y eso debido a que la persona interrogada tiene que sacrificar, con sus propias manos, a otra.

Los casos de las UCI se parecen a esta variante, sobre todo cuando son las mismas enfermeras las que, por falta de médicos, toman la decisión de desconectar a los pacientes: tienen que usar sus manos para dejar morir a una persona y salvar a otra(s). Así como no es lo mismo mover una palanca que empujar a alguien al vacío para que su cuerpo la mueva, no es lo mismo decidir que alguien debe morir que ejecutar esa decisión con las propias manos. Peor aún, los dilemas éticos de los médicos y de las enfermeras no siempre se resuelven por las cifras; en lugar de tener que escoger entre una y cinco personas, a veces tienen que decidir a quién salvan entre, por ejemplo, una madre embarazada y un niño, o entre un industrial y un obrero, o entre un joven ladrón y un anciano.

En teoría del derecho se suelen diferenciar cuatro tipos de decisiones judiciales: las fáciles, las difíciles, las muy difíciles y las trágicas. Estas últimas son aquellas en las que ninguna solución es satisfactoria. Hoy en día los médicos, mucho más que los jueces, lidian (y lidiarán) con estas decisiones trágicas que, además, muchos vivirán como sus propias tragedias. Solo alcanzo a imaginar lo que puede ser la vida de una enfermera o de un médico, cuando su trabajo consiste en lidiar, durante meses, con esos dilemas éticos de vida o muerte que, me temo, es lo que ocurrirá cuando la pandemia llegue a su pico más alto. Por eso, desde ya, hay que protegerlos y ayudarles.

Antes de la pandemia, la gente en Colombia escogía a sus héroes, muchas veces con razones dudosas, entre futbolistas, artistas y soldados. Hoy, con razones ciertas, los pueden encontrar entre los médicos y las enfermeras.

De interés: Coronavirus / Dejusticia / Médicos

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