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Darío Acevedo

Proteger el guion del Museo de la Memoria es fundamental, pues cualquier cambio, sustracción o alteración de su contenido supone el desconocimiento de la memoria de las víctimas y de la reconstrucción de verdad para la sociedad colombiana. | Mauricio Dueñas, EFE

La JEP investiga si el director del Centro de Memoria Histórica incumplió la orden de proteger la integridad del guión para el Museo de la Memoria. ¿Cómo llegó esta discusión a la JEP y por qué es importante?

La JEP investiga si el director del Centro de Memoria Histórica incumplió la orden de proteger la integridad del guión para el Museo de la Memoria. ¿Cómo llegó esta discusión a la JEP y por qué es importante?

Entre la JEP y el CNMH

Hace unos días, la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) abrió un incidente de desacato contra el director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), Darío Acevedo.

La historia se remonta a hace aproximadamente tres años, cuando Acevedo fue nombrado por el presidente Duque.  Desde entonces, Acevedo ha sido criticado por intentar silenciar una parte de la historia nacional, e inclusive, por manifestar que en Colombia no existía un conflicto armado. Esta afirmación desconoce años de trabajo de la institución que hoy dirige y cientos de investigaciones históricas y sociológicas sobre el conflicto en Colombia.

La preocupación por el discurso de Acevedo y las modificaciones que ha estado haciendo a los documentos del CNMH –que quedarían en el Museo de la Memoria– ha elevado el debate a los estrados judiciales. ¿En qué contexto la JEP se vinculó a este proceso? ¿Cuáles son las consecuencias jurídicas y sociales de esta decisión?

 

Cómo llegó la JEP a este debate

La postura de Acevedo ha sido controvertida desde sus primeros meses en el cargo. Sus declaraciones sobre el conflicto armado han producido desconfianza y esto ha quebrantado el diálogo que sostenían las víctimas y las organizaciones de derechos humanos con el CNMH, la entidad encargada de recuperar la memoria sobre la violencia y sus víctimas.

Al menos desde 2019, funcionarios del CNMH comenzaron a publicar sus preocupaciones sobre los cambios que Acevedo quería hacer al contenido del guión que orientaría las exposiciones del Museo de la Memoria y de una serie de exposiciones itinerantes que se realizaron en algunas ciudades del país. Estas preocupaciones llegaron a la JEP, que es la entidad judicial del Sistema Integral de Verdad, Justicia Reparación y no Repetición (SIVJRNR) que podría adoptar medidas cautelares para garantizar el derecho a la verdad y reparación de las víctimas.

En diciembre de 2019, el senador Iván Cepeda alertó sobre las modificaciones que el CNMH habría realizado a la exposición “Voces para transformar a Colombia”, que había sido construido con las víctimas. Cepeda le solicitó a la JEP una medida cautelar para que protegiera el plan y el guión museológico de esta colección central para el Museo.

Entre 2020 y 2021, la JEP profirió las primeras órdenes dirigidas al CNMH para proteger los “Lineamientos conceptuales y guión museológico” que se materializaban en la colección “Voces para transformar a Colombia”. Esta colección pretende representar la historia del conflicto armado y las experiencias de las víctimas alrededor de tres ejes narrativos: Cuerpo, Tierra y Agua.

La JEP decidió iniciar el proceso de medidas cautelares en mayo de 2020. Desde entonces, ordenó al CNMH, como medida de protección, preservar y conservar en su integridad la colección “Voces para transformar Colombia». En el proceso llamó a distintos funcionarios, víctimas y organizaciones a que dieran su testimonio, y recolectó diferentes pruebas.

Posteriormente, la JEP prorrogó las medidas cautelares y decidió que, al levantar las pruebas, no se podían desvirtuar los riesgos y afectaciones que alegaban las víctimas. Según la JEP, se necesitaban más elementos de juicio para tomar una decisión definitiva, en un asunto que consideró de alta complejidad.


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El desacato

Las alertas se volvieron a activar a principios de este mes. El Espectador publicó un artículo  que resumía las preocupaciones de varias expertas sobre la simplificación e invisibilización del paramilitarismo en el guión museológico del Museo de Memoria. Según este periódico, el nuevo guión no menciona para nada el papel de los grupos paramilitares en el conflicto armado y despoja la narración de los hechos de toda lectura crítica.

El CNMH respondió a los señalamientos aduciendo que nunca ha intentado negar el fenómeno paramilitar y que, por el contrario, ha  recopilado mucha información sobre este tema. Además, indicó que el documento es abierto y admite cambios, ajustes y correcciones.

Al conocer esta serie de críticas sobre el documento, el 13 de junio la JEP abrió un incidente de desacato contra Darío Acevedo. El objetivo del incidente es evaluar si Acevedo incumplió las medidas cautelares adoptadas y, en caso de encontrar que fue así, sancionarlo y proteger los derechos de las víctimas.

Para resolver el caso, la JEP solicitó a Darío Acevedo remitir una serie de documentos que le permitan evaluar si al aprobar el plan y guión museológico para el Museo Nacional de Memoria de las Víctimas cumplió con las medidas de protección impartidas.

 

La memoria en juego

Esta no es la primera alerta sobre las actuaciones de los directivos del CNMH.

En marzo de 2021, la excoordinadora del Enfoque Étnico del CNMH, Tania Gómez, anunció que los directivos habían modificado el contenido de la exposición “SaNaciones, diálogos de la memoria”, que había sido desarrollada con ocho pueblos indígenas. Los cambios eliminaban alusiones a la conquista española, a la larga duración de las violencias contra los pueblos indígenas y a las disputas por la tierra. También habrían sido eliminadas las referencias a las violencias ejercidas por empresarios, actores ilegales y agentes estatales contra el pueblo Awá. Esto llevó a qubrar las relaciones entre el CNMH y los pueblos indígenas.

Todo lo anterior aumentó la desconfianza en la institución y llevó a que organizaciones de víctimas y de derechos humanos empezaran, desde hace dos años, procesos para retirar los archivos que por diez años habían dejado en custodia de esta institución. Recordemos que el CNMH tiene a su cargo el registro de archivos de derechos humanos del país.

El museo de la Memoria fue creado por la Ley 1448 de 2011, como un espacio destinado a fortalecer la memoria colectiva sobre la historia reciente de la violencia en Colombia y así evitar el desconocimiento y revictimización de las víctimas del conflicto.

Por eso, no importa solo el contenido de la colección, sino ante todo la participación y aprobación por parte de las víctimas. El guión del Museo de la Memoria no puede seguir las reglas de cualquier otro guión museístico. En este caso está en juego la memoria de individuos y comunidades que esperan una respuesta de reparación simbólica por parte del Estado.

Antes de que Darío Acevedo llegara al CNMH, esta entidad había realizado encuentros con las víctimas, utilizando metodologías de participación y había logrado consensos que permitieron el resultado final de la colección. En ese sentido, el guión representaba la reconstrucción de la confianza y la dignidiad de las víctimas, así como la oportunidad de que sus historias fueran conocidas de manera pública y consciente, cambiando el régimen de producción político, económico e institucional de la verdad.

Por eso, proteger el guión del Museo de la Memoria es fundamental, pues cualquier cambio, sustracción o alteración de su contenido supone el desconocimiento de la memoria de las víctimas y de la reconstrucción de verdad para la sociedad colombiana.

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