Nuestra responsabilidad en el genocidio de la UP
Rodrigo Uprimny Yepes febrero 5, 2023
Las responsabilidades jurídicas, incluso penales, por el genocidio de la UP son de los victimarios y sus cómplices. O de aquellos que desde el Estado no hicieron lo suficiente para prevenir e investigar con la debida diligencia estos crímenes. | EFE
La sentencia de la Corte IDH es inequívoca: los más de 6.000 crímenes contra militantes de la UP, entre los cuales más de 3.000 fueron asesinatos y más de 500 desapariciones forzadas, no fueron acciones aisladas perpetradas por unas manzanas podridas o por algunos pocos grupos criminales.
La sentencia de la Corte IDH es inequívoca: los más de 6.000 crímenes contra militantes de la UP, entre los cuales más de 3.000 fueron asesinatos y más de 500 desapariciones forzadas, no fueron acciones aisladas perpetradas por unas manzanas podridas o por algunos pocos grupos criminales.
La condena de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) a Colombia por el genocidio de la Unión Patriótica (UP) debería llevarnos a impulsar cambios profundos en nuestra aún precaria democracia.
La sentencia es inequívoca: los más de 6.000 crímenes contra militantes de la UP, entre los cuales más de 3.000 fueron asesinatos y más de 500 desapariciones forzadas, no fueron acciones aisladas perpetradas por unas manzanas podridas o por algunos pocos grupos criminales. Fue “un plan de exterminio sistemático de los militantes e integrantes de la UP llevado a cabo por actores estatales y/o terceros con la tolerancia o aquiescencia del Estado”.
También en nuestras redes sociales: ¿Por qué la condena al Estado colombiano por el exterminio de la Unión Patriótica es una decisión histórica?
Si la Corte no calificó este exterminio como “genocidio” fue por una razón técnica. Los tratados correspondientes (la Convención de 1948 y el Estatuto de Roma de 1998 que creó la Corte Penal Internacional) definen el genocidio como el intento “de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso, como tal”. No existe entonces en derecho internacional el delito de genocidio político. Pero, debido a su sistematicidad y masividad, la Corte IDH calificó este exterminio de la UP como un “crimen contra la humanidad”, que es una condena igualmente grave contra Colombia, ya que no existe una jerarquía entre crímenes de lesa humanidad y genocidio pues ambos representan los peores crímenes que puedan ser cometidos.