¿Qué tienen y qué les falta a los programas de gobierno de Petro y Hernández en relación con los derechos de las mujeres?
Lucía Ramírez Junio 15, 2022
La paridad ha sido una bandera que varios gobiernos han enarbolado, pero que no han tenido la voluntad política de mantener. | EFE
A pesar de que contamos con un marco normativo amplio que busca garantizar los derechos de las mujeres, aún nos falta mucho para superar la desigualdad y discriminación. Por eso es muy importante que este domingo todas las mujeres vayamos a las urnas.
A pesar de que contamos con un marco normativo amplio que busca garantizar los derechos de las mujeres, aún nos falta mucho para superar la desigualdad y discriminación. Por eso es muy importante que este domingo todas las mujeres vayamos a las urnas.
Este domingo elegiremos al próximo presidente de Colombia y en las últimas semanas ha habido importantes discusiones sobre la postura de las dos campañas frente a los derechos de las mujeres. De los candidatos hemos escuchado afirmaciones machistas como “que el ideal sería que las mujeres se dedicaran a la crianza de los hijos” y preocupantes como la “meta del aborto cero”.
Pero además del discurso, es clave estudiar los programas de gobierno y analizar qué tanto le están apostando a los derechos del 51,2% de la población, las mujeres. Tanto el programa de Petro como el de Hernández tienen algunas apuestas relacionadas con temas de género, sin embargo existen vacíos e importantes diferencias en el nivel de especificidad de las propuestas. En esta entrada analizó que dice cada programa frente a tres temas claves y en que deberían profundizar en caso de ser elegidos.
Participación y representación política
Ambos programas se comprometen con que el 50% de los cargos públicos en todos los niveles serán ocupados por mujeres. Si bien la paridad es una meta muy importante, no debemos olvidar que ya existen normas, como la Ley de cuotas y el Decreto 455 de 2020, que establecen obligaciones claras en ese sentido y que ha sido frecuentemente incumplidas por el gobierno de turno.
La paridad ha sido una bandera que varios gobiernos han enarbolado, pero que no han tenido la voluntad política de mantener. Por ejemplo, Duque anunció con bombos y platillos que tenía el primer gabinete paritario de la historia del país, pero el entusiasmo le duró hasta la mitad de su período donde incluso incumplió la Ley de Cuotas. Entonces, un primer llamado que debe atender el próximo presidente es garantizar que la paridad no sea solo un lema de campaña, sino un compromiso durante los 4 años de su gobierno.
Feminización de la pobreza y economía del cuidado
Frente a la superación de las brechas en el acceso a empleo, en los salarios y la lucha contra la feminización de la pobreza, el programa de Hernández propone “incrementar el acceso al mercado laboral en igualdad de condiciones para las mujeres” y aunque no lo menciona explícitamente pareciera que las estrategias que implementaría para hacerlo serían la “flexibilización laboral (teletrabajo, jornada continua)” y crear espacios en el trabajo para el cuidado de los hijos. Por último, Hernández plantea “definir e implementar estrategias en torno al trabajo doméstico y cuidados no remunerados que le permita espacios laborales a la mujer”.
Por su parte Petro, propone la creación de un sistema nacional integral de cuidado “que recompense, reduzca y redistribuya el trabajo de cuidado”. De acuerdo con su programa de gobierno, este sistema integraría a las mujeres que han dedicado su vida al trabajo de cuidado al sistema pensional y promovería la prestación de servicios de cuidado por parte del Estado, el sector privado y las comunidades para reducir el tiempo que dedican las mujeres a esta tarea. Asimismo, el programa de Petro propone la priorización de esta población en las políticas de acceso a tierra, vivienda, salud y educación y la creación de ingreso mínimo básico para las mujeres cabeza de familia.
Al analizar el texto de ambos programas se evidencia que el de Hernández es muy general, no explica qué medidas concretas implementaría para alcanzar las metas que se propone, ni tampoco como estas metas están articuladas para que no sean propuestas aisladas. Si bien Petro recoge en su programa la propuesta de la creación de un sistema nacional de cuidado, que ha sido formulada por diversos sectores de la sociedad civil desde hace muchos años, está idea requiere un mayor desarrollo. En particular, es necesario definir claramente las competencias y responsabilidades de las autoridades a nivel nacional y local para implementar este sistema.
Independientemente de quien llegué a la Casa de Nariño, la creación e implementación del sistema nacional de cuidado debe ser una prioridad para el próximo gobierno y es indispensable que trabaje conjuntamente con los sectores que han analizado el tema por años.
Derechos sexuales y reproductivos
Las propuestas para avanzar en la garantía de los derechos sexuales y reproductivos no ocupan el lugar que debieran en los programas de gobierno de ambos candidatos. En el programa de Hernández se propone la reducción del embarazo adolescente a través de la inclusión de acciones en los planes decenales de salud y la educación sexual y reproductiva, pero no se especifican cuáles serían estas acciones.
Petro propone mejorar el goce de los derechos sexuales y reproductivos a través de un plan nacional de prevención del embarazo adolescente, el acceso a métodos anticonceptivos, medidas para promover la higiene menstrual y el acatamiento de la sentencia C-055 de 2022 que despenaliza el aborto hasta la semana 24 de gestación. Si bien este programa toca varios aspectos de los derechos sexuales y reproductivos, no profundiza en ninguno de ellos.
Avanzar en medidas como recibir educación sexual integral, acceder a métodos anticonceptivos seguros, decidir libre e informadamente sobre la maternidad y a interrumpir el embarazo voluntariamente, debe ser otro propósito urgente para que el próximo gobierno garantice los derechos de todas las mujeres – incluyendo las mujeres migrantes y refugiadas independientemente de su estatus migratorio -. En particular, frente a la interrupción voluntaria del embarazo no sólo se debe acatar la sentencia de la Corte, sino trabajar activamente para implementar las órdenes allí establecidas, en particular en las regiones con mayores dificultades de acceso a servicios de salud.
A pesar de que contamos con un marco normativo amplio que busca garantizar los derechos de las mujeres, aún nos falta mucho para superar la desigualdad y discriminación. Por eso es muy importante que este domingo todas las mujeres vayamos a las urnas y para decidir nuestro voto nos preguntemos ¿cuál de las dos propuestas de gobierno nos permitirá avanzar decididamente en estos frentes en los próximos cuatro años? Del candidato ganador necesitamos su compromiso de no retroceder en las ganancias conquistadas, de promover el Estado Social de Derecho, de cumplir con sus obligaciones en materia de derechos de las mujeres y de escuchar las propuestas de organizaciones que han trabajado por décadas para alcanzar la igualdad.