Recordar, apoyar y actuar para enfrentar la siniestralidad vial
Dejusticia Noviembre 15, 2020
La acción es fundamental para lograr cambiar la realidad de la siniestralidad a nivel global, nacional y local. Aunque los usuarios de las vías tenemos mucho que aportar, el papel de los gobiernos es irremplazable. |
Este domingo 15 de noviembre conmemoramos el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Siniestros Viales, y recordamos que muchas de las muertes y las lesiones causadas en las vías pueden ser prevenidas.
Este domingo 15 de noviembre conmemoramos el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Siniestros Viales, y recordamos que muchas de las muertes y las lesiones causadas en las vías pueden ser prevenidas.
Este domingo 15 de noviembre conmemoramos el Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Siniestros Viales, una fecha que ha sido promovida desde 1993 y que desde 2005 es impulsada por la Asamblea de Naciones Unidas. Este día busca que recordemos que muchas de las muertes y las lesiones causadas en las vías pueden ser prevenidas y a la vez buscamos aumentar los esfuerzos a nivel global para lograr reducir el número de víctimas. Para este año, la Organización Mundial de la Salud invita a los gobiernos y ciudadanos del mundo a que conmemoremos este día mediante, “recordar, apoyar y actuar”.
Recordar significa no olvidar que cada año casi 1.35 millones de personas pierden la vida en siniestros viales y al menos 50 millones de personas resultan heridas alrededor del mundo. En Colombia, en el año 2019, 6690 personas perdieron la vida en accidentes fatales y 34 501 quedaron lesionadas de acuerdo a los datos de Medicina Legal. Las lesiones causadas por los siniestros de tránsito son la principal causa de muerte en niños y jóvenes menores de 30 años. Sin embargo, mencionar las estadísticas no es suficiente.
El llamado a recordar consiste también en pensar que detrás de cada cifra hay una historia. Desafortunadamente, es probable que cualquiera que lea esta columna recuerde a un familiar o amigo que falleció a muy temprana edad o que hoy enfrenta secuelas graves luego de un episodio crítico en las vías. Pensar las cifras como historias nos recuerda que vale la pena aunar esfuerzos y hacer lo necesario para que los siniestros viales, sean cada vez menos frecuentes en nuestras vidas.
Apoyar, por su parte, es asegurarnos de que las víctimas y sus seres queridos reciban apropiadamente los servicios médicos, psicosociales, legales y financieros que requieran. Estas historias no solo tienen como protagonista a las víctimas, sino también a su núcleo cercano. Los sobrevivientes de los siniestros viales deben tener acceso a una recuperación física y mental, así como también lo requieren sus familiares o los de aquellos que fueron víctimas fatales. El sistema de salud y todos los demás servicios de apoyo deben asegurarse de que las personas tengan igualdad de oportunidades de recuperarse de aquellos momentos devastadores que puede generar un siniestro.
La acción es fundamental para lograr cambiar la realidad de la siniestralidad a nivel global, nacional y local. Aunque los usuarios de las vías tenemos mucho que aportar, el papel de los gobiernos es irremplazable. Los líderes del mundo deben mantener y fortalecer sus compromisos con la seguridad vial y vehicular, por ejemplo, acelerando el cumplimiento del objetivo adquiridos en el Segundo Decenio de Acción para la Seguridad Vial de reducir las muertes y lesiones en las vías en un 50% entre 2021 y 2030. Esto requiere, propender por tener vías seguras y priorizar inversiones en modos de transporte alternativos, más saludables, amigables y sostenibles, como caminar o usar bicicleta.
Actuar también significa que, los Estados le exijan a los comercializadores e importadores que los vehículos que se vendan en nuestros países, cumplan con todos los estándares mínimos internacionales de seguridad vial, algo que aún no pasa en Colombia por algo tan absurdo como el hecho de que nuestro país aún no firma unos acuerdos internacionales de 1958 y 1998 del Foro Mundial de Reglamentación de Vehículos de las Naciones Unidas. Los colombianos, deberíamos tener el mismo derecho a acceder a vehículos más seguros, como el que hoy tienen los ciudadanos de los países europeos parte del Foro o los estadounidenses. Está en manos del Gobierno Nacional impulsar la adhesión de estos compromisos ante el Congreso de la República, solo es cuestión de voluntad.
Cientos de miles de muertes y lesiones son previsibles y pueden ser prevenidas si recordamos que detrás de cada una hay historias de padres, de madres, de hermanos o hermanas, de amigos o de vecinos. No podemos seguir pensando únicamente en términos estadísticos, si queremos insistir en que se tomen acciones para apoyar a las víctimas y familiares, pero sobre todo si queremos que los gobiernos adopten las medidas que sabemos ayudan a evitar cientos de miles de tragedias que no son simplemente un resultado del azar. En este Día Mundial en Memoria de las Víctimas de Siniestros Viales, la invitación es a que recordemos, apoyemos y actuemos por cada una de las víctimas que resultan lesionadas o pierden su vida en vías.