#SalvemosLaCIDH
Mauricio AlbarracĆn Mayo 25, 2016
|
La ComisiĆ³n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sufre una crisis financiera provocada por los Estados de la OrganizaciĆ³n de Estados Americanos que no le proporcionan el presupuesto suficiente para su trabajo.
La ComisiĆ³n Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sufre una crisis financiera provocada por los Estados de la OrganizaciĆ³n de Estados Americanos que no le proporcionan el presupuesto suficiente para su trabajo.
Es un jaque mate silencioso como lo denominĆ³ mi colega Camilo SĆ”nchez, quien detalla la situaciĆ³n financiera en un blog publicado esta semana. El hecho es que se recortarĆ” el 40% del personal de la secretarĆa general de la CIDH, lo que se traduce en la cancelaciĆ³n de sesiones de este aƱo y en una reducciĆ³n contundente en el acceso a la justicia y la protecciĆ³n de los derechos humanos del continente.
Colombia ha sido un paĆs beneficiario del trabajo de la CIDH en distintos momentos de nuestra historia y para distintos grupos de personas. Como bien lo afirmĆ³ MarĆa Isabel Rueda en su comentario de ayer en La W: āallĆ” han acudido desde Uribe hasta Petroā.
La CIDH ha sido muy activa en litigar casos para defender los derechos humanos en Colombia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), en particular frente a los peores hechos de violencia que hemos sufrido, entre ellos las desapariciones forzadas (caso Caballero Delgado y Santana), las masacres mĆ”s brutales del conflicto (casos Palmeras, Ituango, Pueblo Bello, La Rochela, 19 Comerciantes, Santo Domingo, OperaciĆ³n GĆ©nesis en el rĆo Cacarica, entre otras), los homicidios de defensores de derechos humanos o lĆderes de oposiciĆ³n (casos de EscuĆ© Zapata, JesĆŗs MarĆa Valle, Manuel Cepeda, entre otros) y, mĆ”s recientemente, el caso de los desaparecidos del Palacio de Justicia. TambiĆ©n, la CIDH llevĆ³ a la CorteIDH el caso de Ćngel Alberto Duque a quien Colombia negĆ³ la pensiĆ³n de su compaƱero del mismo sexo. Estos casos, aunque han sido resueltos por la CorteIDH, fueron documentados e impulsados por la CIDH que sacĆ³ del olvido casos que estaban en la impunidad.
Junto con estos casos, la CIDH ha ordenado medidas cautelares muy importantes que han protegido a personas y comunidades enteras, entre ellos defensores de derechos humanos, periodistas, comunidades afrodescendientes, sindicatos, organizaciones defensoras de derechos humanos, lĆderes de oposiciĆ³n, magistrados, miembros de las fuerzas militares, desplazados, testigos, comunidades campesinas, organizaciones de mujeres y pueblos indĆgenas. De hecho, la Ćŗltima medida cautelar otorgada por la CIDH a Colombia ha sido para proteger a los niƱos que mueren de hambre en las comunidades de UribĆa, Manaure, Riohacha y Maicao del pueblo WayĆŗu en el departamento de la Guajira. Para tener una dimensiĆ³n del uso de este mecanismo se puede seƱalar que en el 2015 se recibieron 201 solicitudes de medidas cautelares sobre Colombia que corresponde a una tercera parte del total de las que se presentan ante el sistema y la CIDH monitorea 86 medidas cautelares otorgadas a Colombia de un total de 350 vigentes en toda la regiĆ³n.
Junto con los casos y las medidas cautelares, la CIDH tambiĆ©n ha apoyado al Gobierno de Colombia cuando este lo ha solicitado. AsĆ, por ejemplo, durante el gobierno de Ćlvaro Uribe, la CIDH aportĆ³ lineamientos para la reparaciĆ³n de las vĆctimas. MĆ”s recientemente, la CIDH visitĆ³ la frontera colombo-venezolana por peticiĆ³n del gobierno de Juan Manuel Santos para verificar la situaciĆ³n de derechos humanos de los colombianos que fueron expulsados por el gobierno de NicolĆ”s Maduro.
La CIDH se ha destacado siempre por ser un foro pluralista de denuncia y un espacio de encuentro y deliberaciĆ³n para la defensa de los derechos humanos. Por la sede de la ComisiĆ³n en Washington o cuando la CIDH visita Colombia, se han presentado ante ella distintos grupos sociales, por ejemplo la familia del lĆder conservador Ćlvaro GĆ³mez Hurtado, el procurador Alejandro OrdĆ³Ć±ez, las organizaciones feministas y LGBT, familiares de vĆctimas, reclamantes de tierras, personas con discapacidad, entre otros muchos. A travĆ©s de las audiencias pĆŗblicas o reuniones con la CIDH, la ciudadanĆa ha encontrado en la CIDH un espacio para hacer visibles las graves violaciones de derechos humanos y buscar soluciones en conjunto con el Estado.
Actualmente sobre Colombia, la CIDH tiene 660 peticiones pendientes de estudio inicial, 317 peticiones admitidas y 75 peticiones en estudio de fondo que se verĆ”n afectadas por este recorte de presupuesto. Esto sin contar con las audiencias pĆŗblicas que visibilizan temas emergentes de violaciones de derechos humanos y que serĆ”n canceladas segĆŗn el anuncio de la CIDH. TambiĆ©n se verĆan afectadas las visitas a los paĆses y las sesiones ordinarias para decidir casos. A pesar de que la ciudadanĆa colombiana es usuaria frecuente del sistema y de que el paĆs se beneficia de este trabajo, este aƱo, nuestro gobierno no hizo ningĆŗn aporte financiero a la ComisiĆ³n, y el aƱo pasado apenas enviĆ³ 50.000 dĆ³lares, una cifra irrisoria si la comparamos al presupuesto de cualquiera de nuestros Ministerios o altas cortes.
Muchas veces hemos buscado el apoyo de la ComisiĆ³n cuando sufrimos la injusticia. Hoy la CIDH nos necesita: salvemos la CIDH exigiendo a nuestro gobierno que haga un aporte econĆ³mico voluntario a una instituciĆ³n que ha acudido en nuestro auxilio y que vamos a necesitar para consolidar una paz estable y duradera.
Puedes unirte a este propĆ³sito tomando una foto o enviando un mensaje con el HT #SalvemosLaCIDH