Una invitación a conocer a Kant, a sus 300 años
Dejusticia diciembre 22, 2024
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Mi propósito es invitar al lector a aproximarse directamente a este pensador, por lo cual no he intentado resumir sus planteamientos morales y jurídicos, una tarea imposible en una columna.
Mi propósito es invitar al lector a aproximarse directamente a este pensador, por lo cual no he intentado resumir sus planteamientos morales y jurídicos, una tarea imposible en una columna.
En abril de este año se celebraron los 300 años del nacimiento de Immanuel Kant, que muchos expertos consideran el filósofo más importante de la modernidad. Sin embargo, muchas personas (tal vez la inmensa mayoría) no lo conocen, y quienes han oído de él tienden a verlo como un autor aburrido, difícil y poco relevante para sus vidas, por lo cual no valdría la pena enredarse en sus escritos. Incluso en mi querida Universidad Nacional hay algunos grafitis mentándole la madre a Kant y a sus seguidores.
Por mi admiración a este pensador, y debido a la influencia que han tenido en mi algunos de sus planteamientos, intento combatir esa impresión. Concedo que Kant no es la mejor pluma, que algunos de sus libros son difíciles y contienen expresiones que hoy vemos como racistas y sexistas. Sin embargo, sostengo que Kant sigue siendo relevante para cualquier persona y que algunas de sus tesis y de sus escritos son de fácil comprensión e incluso bellos, agradables y prácticos. Esta columna es una invitación a que le pierdan la aversión y exploren algunas de sus tesis y de sus textos.
Comienzo por delimitar a cuál Kant me refiero pues, siguiendo sus propios planteamientos, la filosofía debe responder a tres grandes preguntas: i) ¿qué puedo conocer?; ii) ¿qué debo hacer?; y iii) ¿qué puedo esperar? La respuesta a cada una de ellas corresponde a las tres grandes partes de su obra: su teoría del conocimiento, su filosofía moral y del derecho, y su visión teleológica o finalista acerca de la condición humana.