Nelson Padilla, periodista y editor dominical de El Espectador y ganador varios premios de periodismo nacionales e internacionales como el Ortega y Gasset y el Rey de España entre otros es el tallerista de técnicas narrativas de nuestra Escuela Global de investigación-acción. Aquí nos cuenta en qué consiste y también cómo el mundo de los derechos humanos puede alimentarse del periodismo y viceversa

¿De qué se trata su taller?

El taller es de técnicas narrativas. La idea es mostrar qué hay en el periodismo y en la literatura a nivel de géneros para que a los activistas les pueda servir en su propio trabajo.

¿Por qué es importante para el mundo de los derechos humanos aprender a narrar?

El problema es que empieza a haber cierta monotonía en el mundo de los derechos humanos. Se vuelve predecible lo que van a decir las Ongs. Y es común que pase, sobre todo  en un lugar de conflicto como Colombia. Vas a encontrar un montón de que una y otra vez buscan decir lo mismo, con informes parecidos. Entonces se vuelve importante el enfoque y la visión de cómo se cuenten las historias y se presenten los datos para enganchar a la gente, que es lo justamente lo que está haciendo Dejusticia.

¿Cuál es el mayor desafío para los activistas de derechos humanos al escribir?

Liberarse de los formatos preconcebidos. Como son especialistas están acostumbrados al lenguaje técnico y a narrar con formas preconcebidas y formateadas. Liberarse de esos esquemas y escribir con libertad es lo más difícil.

¿Qué ventajas tienen los activistas a la hora de escribir sobre temas de coyuntura?

Los activistas de derechos humanos hacen más trabajo de campo que los periodistas y tienen niveles de inmersión mucho s mas profundos. Tendrían ventajas frente a los periodistas si aprenden a utilizar las técnicas narrativas. A veces no es fácil convencerlos de que pueden utilizar géneros periodísticos y literarios.

¿Que le aporta el periodismo a los derechos humanos y qué le aportan los derechos humanos al periodismo?

Los periodistas podrían acercarse al tema de los derechos humanos de manera más profunda y menos superficial. Conocer a los activistas es una manera de hacerlo porque ellos mismos son una fuente de información. Los activistas a través de formas escriturales narrativas podrían ellos mismos convertirse en emisores de información y comunicación a través de distintos formatos como los medios y los blogs.

¿Por qué hay que contar lo que pasa?

La narrativa es un medio importante para comprender los procesos históricos de cada país. Para dejar testimonio, para hacer memoria, para denunciar, para entender a nuestra sociedad en conflicto es trascendental que se pueda transmitir y dejar constancia en materia de derechos humanos no solo en lo inmediato para las autoridades sino en entendernos.

Vea un clip del taller aquí.