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Podemos acercarnos a un mundo ideal si los países y sus gobiernos se comprometen a movilizar los recursos disponibles basados en principios de equidad, progresividad y cooperación. | Daniela Hernández & Canva

El ideal global: impuestos justos

Un aspecto clave para lograr este objetivo es adoptar un enfoque de derechos humanos en la forma en que los países recaudan recursos a través de sus sistemas tributarios. Esto implica crear impuestos más justos, donde los que tienen más contribuyan más.

Por: Mariana Matamorosoctubre 8, 2024

Como decía la famosa canción de John Lennon, «Imagina a toda la gente viviendo la vida en paz». Pero, ¿qué pasaría si lleváramos esa idea a algo más concreto? Imaginemos un mundo donde la paz no solo sea un ideal lejano, sino una realidad en la que cada persona pueda acceder a salud, educación, seguridad, alimentación y servicios básicos. Un mundo donde el bienestar social realmente transforme nuestra calidad de vida.

Para hacer realidad esta visión, es crucial que los países dispongan de instituciones robustas y de recursos suficientes, los cuales provienen en gran parte de los impuestos. Estos recursos permiten asegurar que todos los ciudadanos reciban los derechos y servicios que merecen de manera justa y transparente. Además, es fundamental que los países colaboren entre sí, compartiendo políticas, información y conocimientos. Solo así podremos construir un sistema global de impuestos justo, donde tanto personas como empresas contribuyan según su capacidad económica, garantizando la financiación adecuada de los derechos y servicios esenciales para toda la sociedad.

Un aspecto clave para lograr este objetivo es adoptar un enfoque de derechos humanos en la forma en que los países recaudan recursos a través de sus sistemas tributarios. Esto implica crear impuestos más justos, donde los que tienen más contribuyan más, lo que conocemos como progresividad, y donde no haya diferencias en la aplicación de los impuestos para quienes tienen características económicas similares, lo que llamamos equidad. Además, estos recursos deben ayudar a corregir las desigualdades sociales. Aunque estos conceptos no son nuevos, a menudo han sido ignorados por muchos gobiernos en el mundo.

Otro paso importante es fortalecer la cooperación tributaria internacional. Hoy en día, varios países están promoviendo iniciativas para integrar una perspectiva de derechos humanos en la política fiscal (impuestos y gastos), involucrando no solo a los hacedores de políticas, sino también a la ciudadanía en general. Estas iniciativas son un gran paso hacia la creación de alianzas regionales y globales para la cooperación tributaria internacional.

Esta colaboración permitirá combatir la competencia fiscal entre países, asegurando que todos apliquen tasas impositivas similares y evitando que algunos cobren menos o incluso nada, como sucede con los paraísos fiscales. También facilitará la implementación de medidas para abordar el cambio climático provocado por las actividades económicas de personas y empresas. Además, contribuirá a disminuir la dependencia de los impuestos al consumo, que suelen afectar desproporcionadamente a las personas más pobres.

Podemos acercarnos a un mundo ideal si los países y sus gobiernos se comprometen a movilizar los recursos disponibles basados en principios de equidad, progresividad y cooperación. Solo así podremos garantizar que las personas disfruten plenamente de sus derechos económicos, sociales, culturales y ambientales.

Por esta razón, en las próximas entradas del Newsletter, exploraremos primero los desafíos globales relacionados con los impuestos, destacando los problemas más comunes y los retos para integrar los derechos humanos en las políticas tributarias a nivel mundial. Y  luego, nos enfocaremos en dos importantes iniciativas de cooperación tributaria internacional en las que Dejusticia ha participado activamente, analizando sus primeros logros.

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