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¿El SITP hace a Bogotá más humana?

El SITP debería acelerar el proceso adecuación de sus servicios para las necesidades de los bogotanos con discapacidades físicas.

Por: Celeste KauffmanSeptiembre 5, 2013

El SITP debería acelerar el proceso adecuación de sus servicios para las necesidades de los bogotanos con discapacidades físicas.

ace poco, iba hacia el portal Suba en un alimentador de Transmilenio, del nuevo Sistema Integrado de Transporte Público (SITP). En una de las paradas, vi a un señor con las dos piernas amputadas por debajo de la rodilla esperando el bus. Como no contaba con un ascensor para las sillas de rueda
s, tuvo que arrastrarse sobre sus manos y rodillas desde el andén y por las escaleras hacia interior del bus.

Después pidió a quien presumo era un peatón desconocido que le subiera su silla. Como no había forma de sujetarla para que no se deslizara con cada cambio de velocidad, el señor pasó el resto del viaje en el piso, mientras un pasajero cercano le sostenía la silla.

Según el Censo 2005 del DANE, el 4,9 % de la población bogotana tiene una discapacidad, y el 41.5 % de estas personas presenta dificultades para el movimiento del cuerpo, brazos y piernas. Con base en estas cifras y la población total de Bogotá, por lo menos 149.743 personas deben sufrir una indignidad similar para usar el sistema de transporte público de Bogotá, sin contar con que el 58.5 % de esta población restante requiere otro tipo de adecuaciones que el sistema no ofrece satisfactoriamente.

El artículo 47 de la Constitución Política de Colombia consagra la obligación del Estado a adelantar una política de integración social para las personas con discapacidades físicas, una obligación que fue desarrollada con más detalle a través de la Ley 361 de 1997. Esta obliga la adaptación progresiva del transporte público en un plazo de cinco años a partir de la vigencia de la ley. Además, esta ley afirmó la importancia del acceso de las personas con discapacidad al transporte para su participación efectiva en la vida laboral, educativa, cultural y política del país.

El SITP ha tomado medidas para mejorar la accesibilidad al transporte público para las personas con discapacidades físicas, como la presencia de avisos auditivos y visuales en cada bus, (avisos que a veces funcionan y a veces no) pero estos pasos son insuficientes.

En este momento, el SITP afirma que para sus 135 rutas, tiene 909 buses alimentadores, de los cuales 83 buses son equipados para llevar sillas de ruedas de una forma digna, lo cual implica que existen rutas sin ningún bus con este servicio. El SITP afirma este número aumentará “progresivamente” mientras reemplazan los buses desgastados.

A la vez, se reemplazará la flota actual en el año 2021, así que aun si todos los nuevos buses son adecuadamente equipados, los pasajeros con discapacidades físicas tendrán que arrastrarse y sentarse en el piso durante unos 8 años más, 19 años después del plazo establecido en la Ley 361 de 1997. Esta versión de progresividad no cumple con las necesidades cotidianas de los bogotanos que viven con discapacidades físicas.

Mientras tanto, aun si fuera cierto que cada ruta contara con un bus con capacidad de cargar sillas de ruedas, una afirmación que los números del SITP no dan, un bus en cada ruta es igual de inútil para los que necesitan este servicio que una ruta sin ningún bus. En cualquier ruta de alimentadores, servida por 6 ó 7 buses, los buses pasan cada quince minutos, así que una persona podría esperar casi dos horas para que pasara un bus equipado para sus necesidades. ¿Cómo se puede mantener un empleo, llegar a una cita médica o asistir a eventos culturales sin tener un método de transporte predecible y confiable?

Con la implementación del SITP, Bogotá tuvo una gran oportunidad para mejorar la accesibilidad al transporte público para la población con discapacidades físicas, y así también su integración a la vida económica, social y cultural de la ciudad. Decidió dejarla pasar, y optó por un sistema que literalmente impone barreras a su participación plena en la ciudad. El SITP debería acelerar el proceso adecuación de sus servicios para las necesidades de los bogotanos con discapacidades físicas.

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