Why vote YES?
CĆ©sar RodrĆguez Garavito August 12, 2016
|
I agree with Francisco GutiĆ©rrez’s warning about the excessive confidence displayed by the YES supporters regarding the peace plebiscite.
I agree with Francisco GutiĆ©rrez’s warning about the excessive confidence displayed by the YES supporters regarding the peace plebiscite.
Contra la evidencia de algunas encuestas, parecen āparecemosā estar haciendo cuentas alegres con la decisiĆ³n mĆ”s importante para el futuro del paĆs.
Veo dos orĆgenes del triunfalismo prematuro. Uno es la fe inconfesable de muchos en que Santos y los partidos de la coaliciĆ³n de gobierno tienen el asunto bajo control: que saben cĆ³mo ganarle a la otra facciĆ³n de la clase polĆtica tradicional, el uribismo, como lo han hecho en una elecciĆ³n tras otra en los Ćŗltimos seis aƱos. Pero los plebiscitos son cualitativamente distintos a las elecciones. Como concluyĆ³ Douglas Alexander āel polĆtico escocĆ©s que protagonizĆ³ dos plebiscitos, el de la independencia escocesa y el Brexitā, las opiniones son mĆ”s volĆ”tiles en los plebiscitos y dependen mucho de cĆ³mo entiendan los votantes lo que estĆ” en juego en la pregunta. Incluso si la impopularidad de Santos no fuera un lastre para el SĆ, los partidos tradicionales que lo acompaƱan no podrĆan asegurar tantos votos en el plebiscito como en las elecciones, porque sus estrategias tienen menos influencia sobre las mudables percepciones de la paz que tiene buena parte de los colombianos.
Otro motivo de confianza excesiva en sectores del SĆ son los beneficios tangibles que traerĆa el acuerdo, desde el mĆ”s evidente de todos (el fin de la guerra con las Farc y la caĆda permanente de la violencia), hasta un mayor crecimiento econĆ³mico, unas mejores polĆticas agraria y de drogas, un sistema democrĆ”tico mĆ”s incluyente y mecanismos eficaces para saber la verdad del conflicto y reparar a las vĆctimas, entre otros.
El problema es que, por falta de pedagogĆa sobre acuerdos que son francamente complejos, los beneficios son evidentes solo para los partidarios del SĆ. Mientras que no respondamos abierta y claramente a la pregunta āĀæPor quĆ© SĆ?ā, la respuesta que estĆ”n oyendo los indecisos es āporque sĆā.
Lo que hace falta son iniciativas de la sociedad civil por el SĆ, que sean claramente independientes de la campaƱa gubernamental y se diferencien de Ć©sta en contenido y tono. En lugar de centrarse en responder al uribismo y explicar por quĆ© NO al NO, las estrategias ciudadanas deben explicar por quĆ© SĆ a los indecisos y los indiferentes. Y su emociĆ³n guĆa deberĆa ser la esperanza, no el miedo, como escribĆ en este espacio a propĆ³sito de las moralejas del Brexit.
La otra lecciĆ³n que extrajo Alexander es que este tipo de estrategias ciudadanas son mĆ”s eficaces en los plebiscitos que en las elecciones, porque la volatilidad y la incertidumbre de los primeros hace que los votantes sigan mĆ”s las opiniones y la informaciĆ³n que les llegan de personas y organizaciones en las que confĆan, antes que la que reciben de los medios o la propaganda oficial. A juzgar por lo que se ha visto en WhatsApp, Facebook y Twitter, los partidarios del NO tomaron la delantera en estas estrategias. Esa es la tarea, mĆ”s realista y menos triunfalista, que tiene pendiente el SĆ.