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Dejusticia defends freedom of expression and political cartoons
A citizen sued the caricaturist known as Matador, arguing that one of his cartoons is slander. Dejusticia argues that political criticism and artistic expression are protected by the Constitution.
Por: Dejusticia | March 13, 2018
“I am the only Uribista who is not a piggy,” says a pig dressed in a suit in a cartoon by Julio César González Quiceno, also known as ‘Matador’, which was published on the newspaper El Tiempo on Sunday, February 25th. The title of the cartoon, “Duque, reflects,” reveals that the pig in the image represents the presidential candidate Iván Duque, who is supported by the right-wing party Democratic Center (currently led by former president Alvaro Uribe).
“Soy el único Uribista que no está ‘cochino’”, afirma un cerdo vestido de traje en una caricatura de Julio César González Quiceno, conocido como ‘Matador’, publicada en el diario El Tiempo el domingo 25 de febrero. El título de la caricatura, “Duque, reflexiona”, revela que el personaje de la imagen es el candidato presidencial por el Centro Democrático Iván Duque.
Un partidario del Centro Democrático interpuso una tutela en contra del caricaturista y de la Casa Editorial El Tiempo, argumentando que esa imagen era una manifestación denigrante contra los “uribistas”. Además, el “seguidor del senador Álvaro Uribe Vélez”, como el demandante se presenta en la tutela, señaló que si bien la libertad de expresión es un derecho fundamental no puede afectar los derechos fundamentales de otras personas.
Dejusticia intervino en esta demanda a favor de la libertad de expresión de ‘Matador’ y la Casa Editorial El Tiempo. Argumentamos que existe una sólida jurisprudencia de la Corte Constitucional y algunos tribunales internacionales, como la Corte Interamericana de Derechos Humanos, que protegen de manera especial las expresiones artísticas como las caricaturas, y los discursos sobre asuntos de interés público, como la crítica a los políticos y candidatos a cargos públicos. Para la democracia es vital proteger los discursos políticos porque promueven el control social y le hacen contrapeso a la censura, que históricamente ha sido una herramienta usada por los gobiernos autoritarios.
Además de demostrar que la caricatura de ‘Matador’ está doblemente protegida por la Constitución Política, concluimos que esta caricatura no vulneraba el derecho al buen nombre del ciudadano demandante. El derecho al buen nombre implica que se difunda información falsa sobre una persona. La caricatura de ‘Matador’ no pretendía difundir información sino manifestar una opinión personal, y las opiniones nunca son verdaderas o falsas ni siquiera si se trata de opiniones chocantes y ofensivas, ya que la libertad de expresión en Colombia protege también este tipo de opiniones. Además, la caricatura de ‘Matador’ se enmarca dentro de la sátira política que es por definición un discurso mordaz, agudo, exagerado y burlesco. Por esto, como opinó el mismo Iván Duque, no es posible tomarse una caricatura como estas de manera literal.