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Publication: Women, Drug Policy, and Imprisonment

Jailed women rarely are really a threat to society.

Por: Sergio Chaparro HernándezFebruary 29, 2016

El uso de la cárcel como respuesta frente a las drogas ha afectado desproporcionadamente a las mujeres. En Argentina, Brasil y Costa Rica, más del 60% de la población carcelaria femenina está privada de libertad por delitos relacionados con drogas. Muchas de ellas tienen poca educación, viven en condiciones de pobreza y son responsables del cuidado de personas dependientes –niños/as, jóvenes, personas de mayor edad o con discapacidad–. 

Mujeres, política de drogas y encarcelamiento, escrita por la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), el Consorcio Internacional de Políticas de Drogas (IDPC), la Comisión Interamericana de Mujeres de la Organización de los Estados Americanos y Dejusticia, propone reformas a la política de drogas orientadas a reducir la población femenina privada de libertad en la región.

Las mujeres encarceladas rara vez son realmente una amenaza para la sociedad. Están allí por tráfico, comercialización, producción de drogas a menor escala, a veces por coacción. “La mayoría están presas por delitos con drogas sin conexidad con otros delitos, solo el 20 % están presas en concurso con delitos como concierto para delinquir, homicidio, hurto u otros delitos graves”, explica Sergio Chaparro, para una entrevista en Vanguardia Liberal, “la gran mayoría está solamente por portar, comercializar o producir drogas”.

El encarcelamiento de estas mujeres poco o nada contribuye a desmantelar los mercados ilegales de drogas y en cambio afecta su situación personal. Realmente se necesita abordar el problema desde la política social.

Esta guía demuestra que quienes cometen delitos relacionados con drogas tiene penas demasiado altas, debido a que en las legislaciones de América Latina no se hace una diferenciación de los diversos niveles de participación en el tráfico de drogas.

Lo ideal sería que el derecho penal fuera aquí la última opción y que la pena fuera proporcional al daño cometido, el rol que se ocupaba en la cadena ilegal y el verdadero grado de peligrosidad.

Descargue el libro aquí 


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Guía para una política antidroga con mirada de mujer en Vanguardia Liberal

 

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