Así como a ustedes, a mí también me cansa la falta de originalidad de las listas de final de año. Pero este año voy a caer en lo que tanto he criticado por dos razones: para atajar a unos amigos que dicen que este blog es más aburrido que seguir un torneo de ajedrez por radio; y porque este año aprendí que copiar y trampear pagan.

Si la película del Facebook demostró que para llegar a 500 millones de amigos hay que hacer algunos enemigos, JM Santos (ese Mark Zuckerberg colombiano) nos mostró que para ser un presidente popular se vale traicionar a los aliados y copiar un tantico.

Eso me animó a recordar algunos de los hechos políticos del año con la esperanza de que los lectores de LSV completen la lista.

Nada original es decir que uno de los puntos de quiebre de este año fue el traslado masivo de las campañas y los debates políticos al Internet. Para la posteridad quedarán los vídeos del Verde, la competencia por los seguidores en Facebook, las convocatorias a los flashmobs y, ahora, ls dscurss y cmnicads deprnsa de @alvarouribevel en twitter.

Pero así como los videos ayudaron a subir la popularidad de las campañas, también servirán para recordar y reproducir los errores. Por ejemplo, el derrumbe del Partido Verde después de la muenda que le dio el uribismo en la primera vuelta, o las amenas giras de Lucho Garzón por el país.

Definitivamente: ¡Él fue porque quiso, a él no le pagaron!

Y qué decir de la plastificada doctora Noemí, ¡a quien no le perdonan una!

Es más, sus amigos más cercanos fueron quienes más la maltrataron. Porque eso sí: en materia de traiciones y luchas intestinas, este año no hubo nada mejor que la novela de los precandidatos del Partido Conservador, que incluso incluyó mechoneada en la sede azul.

Claro está que al final Uribito se arrepintió y la apoyó, con ese corazón grande, firme y honesto que lo caracteriza:

Síííííí, como no… Se nota como le dolió la derrota de su copartidaria. Definitivamente: si de cinismo se trata, Arias, el Megamind criollo, se lleva todos los premios.

Y hablando de peleas, no podría faltar la personificación bogotana de “El Flecha: boxeador de profesión, bacán de fracaso”, el personaje de David Sánchez Juliao que fuera la inspiración para la novela del Gallito Ramírez.

Después de este episodio, cada vez que un “bouncer” me para a la entrada de un bar le digo que soy amigo de Rodrigo Lara y no solo me dejan entrar, sino que además, me dan la mejor mesa.

Para cerrar con el original cliché de “una imagen vale más que mil palabras”, nada mejor que la espontánea reacción de los periodistas y asistentes a la lectura del comunicado de la Corte Constitucional sobre el referendo reeleccionista

Según cuentan, quien más aplaudió fue el fanático de pokerstars.com que hoy día vive en la casa esa de las materas que huelen a Yidis….

Mis votos navideños van por que la democratización del video nos traiga mucho más el próximo año. Eso sí, ¡desde que no vuelva nunca más (¡Por favor!) la muñeca bolita a los debates de LSV!