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Episodios de La Carta Viva

El archivo secreto
Lucho Acosta es un hombre forjado en la resistencia. Desde la Coordinación Nacional de la Guardia Indígena lleva décadas buscando remediar la situación de despojo de tierras que aún define el destino de los pueblos indígenas. En este episodio reviviremos sus luchas, las formas de protesta que ha empleado para hacer valer unos reclamos ancestrales y, de paso, conoceremos las heridas que le han quedado en el camino.
Protestar para resistir a la historia
Lucho Acosta es un hombre forjado en la resistencia. Desde la Coordinación Nacional de la Guardia Indígena lleva décadas buscando remediar la situación de despojo de tierras que aún define el destino de los pueblos indígenas. En este episodio reviviremos sus luchas, las formas de protesta que ha empleado para hacer valer unos reclamos ancestrales y, de paso, conoceremos las heridas que le han quedado en el camino.
Libertad de uso personal
Los primeros años de la Constitución de 1991 dejaron rupturas históricas que dieron mucho de qué hablar. La despenalización de la dosis mínima fue una de ellas: noticia inesperada que ofendió a los más conservadores y levantó ánimos en sectores progresistas. Casi tres décadas después de que se expidiera la sentencia que permitió dar ese salto en nombre de las libertades, las hermanas Carolina y Paola cuentan su historia de defensa por lo que Colombia consiguió en mayo de 1994 y que a veces está a punto de perder de sus manos.
Quitarse la máscara
En 1998 la Corte Constitucional convocó a una de las audiencias más recordadas de su historia. En ella, una mujer intervino con el rostro cubierto “por temor a ser sancionada”. Era una maestra lesbiana y el motivo de la audiencia era debatir una norma que castigaba a los profesores por el simple hecho de ser homosexuales. A 23 años de la sentencia que tumbó aquella norma homofóbica, contamos dos historias que exploran lo que significa ser docente y LGBT en Colombia.
Pelar la montaña como se pelan papas
En Cajamarca, un pueblo de las montañas del occidente de Colombia, la multinacional AngloGold Ashanti planeaba hacer la segunda mina de oro de extracción a cielo abierto más grande de Latinoamérica. El pueblo, preocupado por el futuro de sus montañas, empezó un movimiento para defender la tierra, el agua y la herencia de la vida campesina. El camino fue largo, como todas las luchas de la vida, hasta que lograron votar una consulta popular —ese mecanismo de participación ciudadana fortalecido en la Constitución Política de 1991— para decidir sobre el destino de su territorio.