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Estrategias de la sociedad civil para resistir en El Salvador
Por: Dejusticia | febrero 19, 2024
Pese a varias disposiciones que prohíben la reelección inmediata, Bukele ha logrado reelegirse como presidente de El Salvador. Sus banderas de mano dura contra el crimen, en una sociedad en la que la población ha sido víctima de unas pandillas fortalecidas, creó una fuerte demanda ciudadana por seguridad. ¿Cuál es el costo de estas políticas y por qué las organizaciones locales plantean dudas al respecto?
El Salvador tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo. El estado de excepción, que se prolonga desde marzo de 2022, ha llevado a más de 70.000 detenciones, la mayoría de ellas arbitrarias. Las organizaciones de derechos humanos estiman que sólo un tercio de los encarcelados tienen vínculos con pandillas y han documentado torturas sistemáticas dentro de las cárceles salvadoreñas.
Conversamos con activistas de tres organizaciones de la sociedad civil para aprender sobre sus estrategias de resistencia ante un contexto de vulneraciones masivas a los derechos fundamentales. Ellas son: Victoria Barrientos de DPLF-El Salvador, Gabriela Santos, directora del Instituto de Derechos Humanos de la UCA y Verónica Reyna, directora de DD. HH del Servicio Social Pasionista
Documentación y sistematización de datos
“Hemos reforzado el trabajo conjunto con organizaciones de la sociedad civil. Como no hay información pública de calidad ni datos desagregados de personas detenidas, ponemos nuestros datos sistematizados y los compartimos para ver más o menos cómo van las cosas. El Gobierno no reconoce nuestros datos, pero es un ejercicio importante de consolidación para caracterizar los diferentes tipos de violación a los derechos humanos”.
Gabriela Santos, Directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas-UCA
Un trabajo colectivo
«En El Salvador estamos en un contexto autoritario y muchas de las organizaciones no logran abarcar el panorama completo, sino que se quedan en un área en específico, cuesta mover ese músculo social como ha sucedido en otros países y estamos buscando la forma de articular el esfuerzo, de manera tal que se pueda poner un alto y lograr un pronunciamiento más fuerte por parte de la comunidad internacional. En eso es en lo que se está trabajando y en la búsqueda de aliados en otros países y de otras organizaciones».
Victoria Barrientos de la Fundación para el debido proceso (DPLF)-El Salvador
Agotar los recursos internos
“A pesar de que el panorama es bastante adverso, seguimos apostándole a utilizar el sistema. Esto lo que permite, al menos, es agotar recursos internos para poder acceder a la vía internacional. Esto no es sencillo, hay mucho temor y es demorado, ya que no sabemos en cuántos años vamos a poder ver algún tipo de reparación, pero sí es muy importante ante el cierre absoluto de los espacios.
Es importante seguir insistiendo, hay personas muy valientes que se atreven a interponer denuncias, también con miras a poder presentarlo a instancias internacionales”.
Gabriela Santos, Directora del Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas-UCA
Acudir al sistema internacional
“La estrategia general no solamente es la constante denuncia ante el Sistema Interamericano, sino también identificar oportunidades ante el Sistema Universal. La región es menos asidua al Sistema Universal. Se le está apostando a una incidencia con países amigos y a conocer las experiencias comparadas de otros países que ya han pasado por una situación similar. Por ejemplo, con colegas de Brasil para saber cuál fue la estrategia que utilizaron con Bolsonaro, pero también con Honduras, Nicaragua, México y Venezuela”.
Victoria Barrientos de la Fundación para el debido proceso (DPLF)-El Salvador
Insistir en las denuncias
“Ha habido una denuncia sistemática. Quizás la más fuerte fue en febrero de 2020 cuando Bukele se tomó la Asamblea Legislativa y desde entonces no ha parado esa denuncia. Las organizaciones sí han venido previniendo lo que está ocurriendo y señalando cuáles son los efectos y los impactos a mediano y largo plazo”.
Verónica Reyna, directora de ddhh del Servicio Social Pasionista (SSPAS)
Acompañar a los movimientos de víctimas
“Esto permite reivindicar las luchas de las personas que se han visto afectadas. Es distinto que yo te diga: hay víctimas del régimen de excepción a que te lo diga un padre de un hijo detenido. Eso es clave porque permite llegar a la gente que está viviendo los efectos de manera directa.
No es lo mismo decir: están desmantelando la democracia, y que la gente no sepa lo que eso significa, que evidenciar cómo este tipo de ejercicios de violencia estatal termina siendo la vida concreta de la gente”.
Verónica Reyna, directora de DD. HH. del Servicio Social Pasionista
¿Ya escuchaste la serie «Bukele: El señor de los sueños» de Radio Ambulante? Sigamos haciéndonos preguntas sobre cómo resistir los autoritarismos y protejamos el futuro de la democracia en nuestra región.