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El uso y adecuación de pastizales para la cría bovina es uno de los fenómenos que se debe regular en la Amazonía para mitigar el impacto ganadero en la deforestación. | EFE

¿Por qué trazar el origen de la carne es importante para mitigar la deforestación amazónica?

Con el fin de incidir en la reducción de la deforestación de la Amazonía, en un foro ahondamos en los retos y las barreras existentes en las cadenas de suministro de carne bovina en cuanto a trazabilidad, acceso a la información y participación ciudadana.

Por: Diego Zambrano Benavidesseptiembre 11, 2023

Las cifras son contundentes. El número de ganado presente en el bosque amazónico colombiano y sus cercanías creció en un 30 por ciento entre 2016 y 2021. Pero si con ese dato no fuese suficiente, también está el hecho de que en cuatro años, de 2018 a 2022, se registró un aumento de 2.8 millones de cabezas de ganado en esta región. Estos indicadores fueron entregados por Érika Benítez, asesora de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), al inicio de nuestro foro binacional entre Colombia y Brasil para compartir experiencias para abordar la problemática relación entre el origen de la carne y la deforestación. 

De hecho, aunque la ganadería no es el único factor que incide en la deforestación amazónica, pues en la ecuación también entran elementos como la agroindustria, los cultivos de uso ilícito, la extracción de madera, la infraestructura vial, la minería, entre otros, sí es cierto que el uso y adecuación de pastizales para la cría bovina es uno de los fenómenos que se debe regular. Por ello Benítez comenzó con las cifras más reveladoras para preguntar sobre qué lectura se debe dar a esa información frente a la trazabilidad que debe tener el suministro de carne y cuál es el impacto de la ganadería en la deforestación.


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La experiencia de Colombia

Lo primero que quiso anotar Yesid Jiménez Vargas, asesor del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural, es que no necesariamente ese aumentó de 2.8 millones en el registro de cabezas de ganado tiene que ver con un crecimiento desmesurado y un efecto adverso para el bosque amazónico, sino que “se cambió la metodología de contar o verificar y se incluyó lo que no estaba registrado”. Agregó además un punto sensible en este debate: los productores de carne no están interesados en cumplir con la trazabilidad a menos que exista un beneficio económico. 

“Existen modelos de trazabilidad desde 2014, pero no hemos logrado afinarlos y que funcionen porque la norma no está asociada a un beneficio y así los productores no tienen impulso para entrar en ese proceso”, señaló Jiménez Vargas.

Desde el punto de vista ambiental, Edersson Cabrera, coordinador del Sistema de Monitoreo de Bosques y Carbono del Ideam, explicó que aunque hubo una reducción en los indicadores de deforestación en 2022 para Colombia, eso no significa que se deba bajar la guardia. Para tener éxito, explicó, es necesario identificar qué se hizo bien en donde se redujo la deforestación y llevar esas medidas a otras zonas para frenar el problema. 

Cabrera hizo tres anotaciones puntuales para este debate: la primera es que se debe tener en cuenta que las áreas que se deforestan en la Amazonía no entran a ser zona ganadera de inmediato, sino que son procesos que pueden tomar hasta seis años; la segunda es que el conjunto de ecosistemas que componen el bosque amazónico está cerca del 15 % de transformación, y si eso aumenta los efectos ambientales pueden ser devastadores; y la tercera es que se debe “lograr el concurso de las comunidades y hacerlo con acompañamiento, porque si no, no se logrará frenar este fenómeno de la deforestación”.

Por su parte, César Corredor, coordinador para Colombia de Tropical Forest Alliance, subrayó que: “los acuerdos para enfrentar la deforestación mediante la trazabilidad del origen de la carne, se están haciendo en zonas donde no ocurren los problemas. Debemos usar la capacidad instalada lejos de las ciudades o más allá de los centros de consumo, porque eso es insuficiente. Debemos llegar a los territorios. Ya pasamos la fase de buscar actores que nos apoyen. Somos efectivos en normativizar o formular proyectos, pero nos falta implementar”.


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Lecciones de Brasil y otras experiencias internacionales

En Brasil hubo abruptas caídas en la deforestación desde 2003, cuando comenzaron a implementarse con fuerza políticas públicas en este sentido. Así lo explicó Lisandro Inakake De Souza, coordinador de la asociación Imaflora. Sin embargo, anotó, en los últimos seis años el problema volvió a tener indicadores elevados, debido al cambio en el gobierno que vivió el país. “Hay 150 unidades empresariales en la Amazonía brasilera, y aunque poco más de 100 tienen compromiso con frenar la deforestación, solo 65 recibieron auditoría”, expresó. En su criterio, esto es un reto, debido a que más del 30 % de la cadena ganadera en el país funciona de manera irregular.

Una de las soluciones para enfrentar el problema en Brasil (y quizás en otros países que comparten la Amazonía), la dio Ana Paula Valdiones, coordinadora del Instituto Centro de Vida (ICV). Para ella, se necesita un sistema regulado y obligatorio de trazabilidad de la carne, porque han podido notar que estos procesos, sí se hacen de manera voluntaria, no funcionan adecuadamente. Por eso sugiere hacerlo por fases y quizás focalizando regiones, es decir, una implementación a largo plazo. “Hay que negociar y garantizar la transparencia de la cadena, para que el consumidor sepa que no está asociada con la deforestación, pero hay que explicarles también a los productores cómo se los va a apoyar para que no queden aislados”, dijo.

Inakake De Souza también mencionó durante la conversación que se debe diferenciar la trazabilidad del monitoreo, pues la primera solo busca establecer el origen más allá de otros indicadores, por lo cual también es importante fortalecer las herramientas que nos permitan monitorear mejor el sistema productivo, y una de ellas es el acceso a la información.

Sobre ese aspecto, y como principios clave para tener sistemas transparentes de trazabilidad y monitoreo, David Gehl, gerente de Transparencia, Trazabilidad y Tecnologías de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en inglés), mencionó que se debe asegurar:

  1. Trazabilidad hasta la fuente.
  2. Control a la cadena de suministro ininterrumpida.
  3. Entradas de información digitales, directas y verificadas.
  4. Funciones offline para zonas de difícil conectividad con autosincronización.
  5. Transparencia en tiempo real.

“La corrupción permite que la tala prospere. Nosotros trabajamos con sistemas de monitoreo para controlar, por ejemplo, la explotación forestal en Gabón (África), con el uso de tecnologías y geoportales, porque cuantos más ojos haya, más difícil va a ser que se presente corrupción y esto también permite la participación y veeduría de la sociedad civil”, expuso Gehl. También aseguró que EIA está dispuesta a ayudar a mejorar los modelos de trazabilidad y monitoreo en Colombia, aplicar sus experiencias en sistemas en el sector ganadero y adaptarlo según las necesidades y la naturaleza de la cadena productiva.

Barreras de acceso a la información y participación de la ciudadanía

Garantizar el éxito de las políticas públicas para mitigar la deforestación en la Amazonía solo será posible con la participación de las organizaciones campesinas y ganaderas. En eso coincidieron varios panelistas como César Molinares, periodista de investigación; Vanessa Torres, subdirectora de la organización Ambiente y Sociedad; Sebastián Gómez, fundador y coordinador del Centro de Alternativas al Desarrollo (Cealdes); y Dionne Cruz, de la Confederación Colombiana de Consumidores.

El acceso a la información, en este sentido, es esencial, para saber cuáles son los lugares y los financiadores de la cadena productiva y lograr una incidencia real, pero allí hay un vacío que se debe resolver, porque cuando se hacen consultas pueden presentarse respuestas negativas. Por otro lado, explicó Vanessa Torres, esas barreras de acceso a la información pública ambiental también afectan al consumidor, y para ello sería esencial, por ejemplo, implementar el Acuerdo de Escazú, un instrumento que garantizaría mayor transparencia y protección para los líderes ambientales.

Sebastián Gómez sugiere reforzar la presencia institucional en los territorios afectados por la deforestación y llevar a cabo allí un registro de predios efectivo. Además, habla de la importancia de reforzar las economías locales y garantizar el acceso a derechos de las comunidades, pues a veces no tienen ni siquiera conectividad para comunicarse, por lo cual es complejo exigirles mientras no se les está prestando una asistencia efectiva. Añadió también que, “más allá de otorgar sellos y de la trazabilidad, debemos innovar y crear un sistema que recopile información recolectada a nivel local, que nutra y se sume al monitoreo que hacen las entidades nacionales”.

Reflexión final

En toda la región amazónica tenemos una enorme población sufriendo los rigores de políticas públicas de los diferentes países latinoamericanos que son fragmentadas, están desconectadas y desarticuladas del sentir de sus habitantes y los contextos locales. Nuestro llamado es a que se garantice la efectividad del derecho a acceder a la información ambiental, de forma que la ciudadanía pueda incidir en las decisiones que afectan sus territorios y, en consecuencia, sus vidas.


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