La justicia ancestral de las comunidades afrocolombianas fue el instrumento para resolver las necesidades jurídicas en medio de la pandemia. Durante el lapso que duró la emergencia por el covid-19, entre muchas otras restricciones, se vio afectado el acceso a la justicia convencional administrada por el Estado, y la población halló en sus tradiciones una vía para solucionar los conflictos más urgentes. Sobre este tema y sobre esta premisa ahondamos en nuestra nueva publicación ‘Justicia Ancestral en los Consejos Comunitarios del Norte del Cauca: comportamiento durante la pandemia’.

Este libro,  construido de la mano de los Consejos Comunitarios del Norte del Cauca, incluyó una aproximación a los casos de violencias contra las mujeres y nos permitió evidenciar la relevancia de la justicia ancestral para la resolución de conflictos en las comunidades en esta región del país, y no exclusivamente en la pandemia sino históricamente. El lanzamiento de esta publicación se llevó a cabo el pasado 11 de diciembre en la Universidad del Cauca, sede Santander de Quilichao, en un espacio en el que pudimos presentar los hallazgos de la investigación y dialogar alrededor de la confianza, la legitimidad y la eficacia de la justicia ancestral. 

El diálogo para presentar nuestra publicación versó sobre la importancia de fortalecer la justicia ancestral, la necesidad de gestionar los casos de violencia de género, articular con la justicia especial indígena y la justicia estatal, visibilizar el impacto de la justicia ancestral en los pueblos afro y resaltar el rol de la mujer afrodescendiente en la convivencia pacífica y la solución de conflictos. 

Desde la mirada de los pueblos afrodescendientes, la justicia ancestral armoniza el territorio y trabaja, incluso, de la mano de la naturaleza. Para ellos, esta es una justicia territorial que se forja desde las bases, desde las comunidades. Se basa en los valores y principios de sus familias y ancestros y tiene mayor legitimidad y confianza debido a que quienes la administran tienen conocimiento del territorio, del contexto de las comunidades y de su conflictividad.

Como una de las conclusiones más importantes del diálogo resaltamos la necesidad de avanzar en el reconocimiento constitucional de la justicia ancestral de los pueblos afrodescendientes. De esta manera se provee a las comunidades de herramientas específicas que permitan un fortalecimiento de su justicia. Además, permitiría aportar a la descongestión de la justicia estatal en el país y contribuiría al entendimiento de los sistemas de justicia propia y ancestral de los pueblos étnicos a partir de una perspectiva intercultural.

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Resaltamos el papel de las lideresas de la Asociación de Consejos Comunitarios del Norte del Cauca -ACONC-, quienes fueron de vital importancia para coordinar el lanzamiento de esta investigación. Por otro lado, en el panel de discusión participaron la Consejera Mayor de ACONC, Roxana Mejía Caicedo; la coordinadora del Palenque de Derechos Humanos, Integridad Étnica y Cultural de ACONC, Maricel Sandoval; el autor, exdirector de la línea Sistema Judicial en Dejusticia y profesor de la Universidad de Antioquia, César Valderrama; la autora e investigadora de Dejusticia, Sofía Forero Alba; y el profesor de la Universidad del Valle, Julio César Alvear; y la moderó Kelis Moreno, coordinadora de la línea Étnico Racial en Dejusticia.

Desde Dejusticia apoyamos la coordinación del programa Visión Afro 2025, una iniciativa que busca construir, implementar y dar seguimiento a acciones estratégicas que promuevan la apropiación creativa de la proclamación del Decenio Internacional para los Afrodescendientes 2015 – 2024, teniendo en cuenta el estado actual de los pueblos afrodescendientes, raizales y palenqueros del mundo. Esta publicación hace parte de la tercera fase de Visión Afro 2025.

Lea nuestra publicación a través del siguiente enlace: Justicia ancestral en los consejos comunitarios del Norte del Cauca: comportamiento durante la pandemia