¿Cómo afectó el Censo de 2018 a las poblaciones afrocolombianas?
Intervinimos ante la Corte Constitucional en un caso que analiza el impacto del Censo Nacional de 2018 en la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera.
El 18 de febrero presentamos un concepto técnico ante la Corte Constitucional en el marco de una acción de tutela que busca la protección de los derechos fundamentales de personas negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras de Colombia, quienes se vieron desprotegidos por los problemas de recaudación de información de estas poblaciones en el Censo Nacional de 2018.
Dicho censo presentó una reducción de un 30% de la población que se reconoce como negra, afrocolombiana, raizal o palenquera en comparación con el censo realizado en el año 2005. La variación en estos porcentajes impactó la asignación de recursos públicos, la organización del sistema electoral, y la formulación y evaluación de políticas públicas para estas poblaciones, por lo que las pone en riesgo de no tener garantizados sus derechos, en especial al ser personas en condición de vulnerabilidad.
En nuestra intervención concluimos que el DANE ha realizado esfuerzos para subsanar los vacíos de información que ocurrieron en la ejecución del censo. Sin embargo, recomendamos al DANE publicar la información sobre esa subsanación de forma clara y accesible. Adicionalmente, presentamos algunos remedios en los que debe trabajar el DANE con el fin de evitar que el próximo censo replique los problemas de omisiones o disminuciones de población negra, afrocolombiana, raizal o palenquera.
La información que el DANE tiene sobre cómo ha mejorado los datos del censo tiene que ser accesible
Tras cuatro años del censo, el DANE ha realizado varias estrategias para corregir la disminución de la población étnicamente diferenciada en el censo: cruces de información, estimaciones y ejercicios de probabilidad estadística son algunos de los procesos efectuados para ajustar las cifras del censo con la mayor cantidad de detalle posible. Un ejercicio de aproximación como este es un avance para determinar el total de la población negra, afrocolombiana, raizal o palenquera en el país.
Sin embargo, la información entregada para informar de estos avances es incomprensible para la ciudadanía general. Por ende, le recomendamos al DANE que realice un ejercicio más democrático en la divulgación de esta información y la publique de forma más accesible y comprensible. Con este proceso, consideramos que es posible que la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera puedan tengan derecho a acceder a la información pública, y puedan entender cómo fueron contabilizadas en el censo.
El DANE debe realizar esfuerzos específicos para que el próximo censo no reproduzca las mismas fallas que el del 2018
A pesar de los esfuerzos para ajustar las cifras del censo de 2018, lo cierto es que en 2028 se va a realizar un nuevo ejercicio censal para actualizar las cifras de las personas que vivimos en Colombia. Desde Dejusticia consideramos importante que el DANE realice acciones claras y efectivas para evitar que el siguiente censo replique los problemas que se presentaron en 2018.
Según el mismo DANE, 3 de cada 10 personas negras, mulatas, afrodescendientes o afrocolombianas, y 4 de cada 10 personas palenqueras no pudieron ser censadas. Es importante que el censo de 2028 garantice que todas estas personas sean censadas. Para ello, recomendamos que se haga una revisión estricta del nivel organizativo del DANE en aras de aumentar esfuerzos para que su oferta institucional sea suficiente.
Por ello le recomendamos al DANE hacer una revisión estricta de su nivel organizativo, en aras de aumentar esfuerzos para que la oferta institucional sea suficiente para la creación, implementación y seguimiento del censo de personas afrocolombianas. Este análisis permite prever asuntos presupuestales, dependencias a cargo, y mejorar la capacitación y contratación del personal en búsqueda de que el censo tenga la mejor implementación técnica.
Además, proponemos que se refuerce el trabajo colaborativo con el Ministerio de Hacienda en términos de previsión presupuestal, con el Ministerio del Interior para apoyar la capacitación de censistas, y con la Defensoría del Pueblo o los gobiernos locales para brindar un mejor acompañamiento en las zonas de difícil acceso —debido al clima o a la situación de seguridad—.
Con estas dos estrategias creemos que es posible que el DANE pueda hacer tres cosas específicas en estos seis años previos al siguiente censo:
1. Capacitar al personal censista, para que a la hora de realizar el censo no asuma la pertenencia étnico-racial de las personas censadas.
2. Minimizar las barreras de acceso a los lugares en los que no pudieron llegar en este censo del 2018.
3. Gestionar las herramientas y campañas informativas sobre el censo de 2028, dirigidas a las zonas de difícil acceso del territorio nacional, mediante la exposición de la importancia de informar la pertenencia étnico racial de las personas.
En conclusión, le solicitamos a la Corte Constitucional que considere nuestras recomendaciones al DANE, y que se resalte la importancia que tiene el ejercicio del censo en la garantía de los derechos de las personas negras, afrocolombianas, raizales y palenqueras de Colombia.
Descargue los archivos aquí