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radio comunitaria Miraflores

Dos décadas después de aquel primer intento de radio, el sueño es una realidad. Miraflores consiguió su licencia de radio comunitaria y casi todo está listo para el arranque. |

Nuestra primera navidad con una radio comunitaria

En Miraflores, Guaviare, pronto comenzará a sonar Dignidad Estéreo, una emisora que las comunidades soñaron desde hace 20 años y que el conflicto armado les arrebató.

Por: Mariana Escobar RoldánDiciembre 25, 2022

A Miraflores, Guaviare, solo se puede llegar de dos formas desde la capital del departamento: por avioneta o por río. La primera es un privilegio de pocos, pues cada trayecto cuesta 400 mil pesos, y la segunda es un martirio de dos días de camino que casi nadie navega. Aunque está enclavado en la Amazonía, este municipio parece una isla en medio de la extensa selva: el estado, las instituciones y los medios de comunicación difícilmente llegan allí.

Es por eso que hace 20 años, en el 2002, líderes y lideresas de todas las veredas, hicieron bazares, rifaron vacas y vendieron plantas eléctricas para conseguir 60 millones de pesos que les faltaban para comprar los equipos de una emisora comunitaria. El sueño era poder hablarle a los desconectados, a las comunidades indígenas y campesinas que estaban a días de distancia, carecían de electricidad y ni se habían enterado de la toma de Miraflores (3 de agosto de 1998), cuando la entonces guerrilla de las Farc se apoderó por la fuerza de las bases del Ejército y la Policía en ese municipio. Sin embargo, el sueño quedó frustrado muy rápido.


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José Beltrán era el alcalde en esa época. Recuerda que cuando todo estaba listo para iniciar las transmisiones, la guerrilla se apropió de los equipos para montar una emisora. Por La Voz de la Resistencia, como la bautizó las Farc, hablaban esporádicamente los comandantes de los bloques que hacían presencia en el municipio, se reiteraba que la guerrilla controlaba a Miraflores, se hacía pedagogía sobre sus normas de convivencia y había algo de música. En muchos lugares, este medio era el único que tenía cobertura. Mientras tanto, las comunidades seguían sin un espacio para narrarse y la historia de los que tenían el poder se contaba por la radio.

Es por eso que, en enero de 2004, cuando la Fuerza Pública volvió a Miraflores, La Voz de la Resistencia quedó en manos del Ejército. Por esa época, la gente ni siquiera tenía radios, y entonces los soldados los intercambiaban como una gran novedad por comida o por mascotas. La emisora tenía un propósito: transmitir campañas para persuadir a los integrantes de la guerrilla de dejar las armas y a los campesinos de dejar “la mata que mata”. Así sonó por años, hasta que los Acuerdos de Paz con las Farc reconfiguraron el entorno, y hasta que el municipio pasó de ser principalmente cocalero a ganadero.

El nuevo contexto revivió el sueño de tener una emisora comunitaria en 2019. Con la apertura de una convocatoria del Ministerio de las Tecnologías y las Comunicaciones para crear estas radios, tan relevantes en municipios desconectados, los sectores sociales de Miraflores se unieron para presentar una propuesta: afros, indígenas, campesinos, mujeres, artesanos, juventudes, personas LGBTI y adultos mayores querían una radio comunitaria que representara sus historias, sus anhelos, sus reclamos y sus diálogos.

Dos décadas después de aquel primer intento de radio, el sueño es una realidad. Miraflores consiguió su licencia de radio comunitaria y casi todo está listo para el arranque: la sede está en el nuevo edificio de Asojuntas, que congrega a todas las juntas de acción comunal del municipio; los equipos ya están conectados y los líderes que se encargarán de la programación ya saben usarlos; la parrilla de programación está estructurada, con un noticiero de 5 am a 8 am y franjas informativas sobre la familia, la actividad del campo, los derechos humanos, la conservación de la selva amazónica y otros.

La señal llegará a los lugares más apartados de Miraflores, a una distancia de entre 30 y 50 kilómetros desde el casco urbano, a donde nunca siquiera se ha escuchado la radio local: Caño Tucunema, Bocas de Cumare y Caño Arena. De hecho, los líderes del municipio andan en busca de donantes de radios que se recarguen con energía solar para que las comunidades más lejanas puedan escuchar la emisora.

La participación de jóvenes en este nuevo espacio mediático será esencial. Jefferson Garcés, tecnólogo en gestión documental y un prometedor líder de 23 años, es el subdirector de la emisora. El anhelo de los mayores es hoy también el suyo, pues piensa en tantos niños y adolescentes de su municipio que viven en lugares apartados, sin acceso a internet u otros medios, y cuyos proyectos de vida son limitados, lo cual aprovechan grupos armados de la zona para reclutarlos. “Ahora tendrán información, sabrán qué pasa en el municipio y en el país. Se les va a abrir el mundo, tendrán otras opciones con la emisora”, afirma.

“Queremos visibilizar a todas las comunidades, que sientan que alguien los está escuchando, porque ellas están metidas en sus veredas, sin estado, abandonados”, cuenta por su parte José Beltrán, director de la nueva emisora, y agrega que el último paso, que esperan dar antes de que termine el 2022, será empotrar la torre y la antena con la que transmitirán desde Dignidad Estéreo, como llamaron a su emisora en honor a la virtud que ha tenido históricamente la población de Miraflores para no doblegarse ante el miedo, el dolor y la incertidumbre que ha sembrado por años el conflicto armado.


*Si usted quiere donar radios que funcionen con energía solar para las comunidades más lejanas que escucharán Dignidad Estéreo, puede escribir a las cuentas de Facebook y Twitter de la emisora.  

 

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