Nuestro Impacto
Misión
Dejusticia es un centro de investigación-acción. Promovemos una ciudadanía incluyente, es decir, una sociedad en la que sus ciudadanos se sientan incluidos y a la vez sean incluyentes; se sientan empoderados para reclamar sus derechos frente a unas instituciones que los garanticen efectivamente; unos ciudadanos que entiendan y se comprometan con el ideal de una democracia incluyente y reclamen del Estado y de todas las instituciones que los afecten, los mismos ideales.
Visión & Teoría de Cambio
Creemos que comunidades empoderadas e imbuidas en la cultura de la inclusión, junto con instituciones sólidas y garantistas, pueden generar círculos virtuosos de participación, reformas y rendición de cuentas.
La mejor manera en que una organización como la nuestra puede impulsar el cambio y promover estos círculos virtuosos es usar nuestra experticia para ampliar, enriquecer y apoyar las acciones de individuos y comunidades en los reclamos de sus derechos; aumentar y democratizar el acceso a la formación en derechos humanos y estrategias de acción de las comunidades, los activistas y los investigadores y finalmente haciendo propuestas concretas para mejorar las instituciones para que estas sean capaces de proteger y garantizar los derechos de los ciudadanos.
A la luz de esta visión, nosotros trabajamos para:
- Fortalecer el Estado de Derecho para que las instituciones protejan y garanticen el disfrute de todos los derechos humanos.
- Empoderar a la población vulnerable, marginalizada o discriminada para amplificar sus voces y hacer que sus reclamos sean oídos y generen reformas.
- Combatir la inequidad promoviendo un enfoque de derechos humanos en las políticas económicas, sociales, ambientales, de salud y todas aquellas en las que la falta de atención genere injusticia e inequidad.
- Fortalecer la voz y la presencia de los actores del Sur Global en los debates, la producción académica y la definición de las agendas sobre Derechos humanos.
En el centro de este enfoque práctico se aloja nuestro propósito – ambicioso, pero realizable en el largo plazo – de modificar las ideas fundamentales que moldean cómo los individuos, comunidades e instituciones entienden el mundo y el grado en el que ellos incorporan principios como la inclusión y los derechos humanos en su trabajo diario, sus diseños de políticas, su impacto y su evaluación y solución de problemas. En la medida en que estas ideas cambien, más círculos virtuosos de ciudadanos y comunidades comprometidos con la participación, las reformas y la rendición de cuentas pueden activarse y mantenerse.