En el Día de la Visibilidad Trans conversamos con líderes, lideresas y expertos para identificar respuestas a los retos del confinamiento para las personas transgénero. | Shutterstock
Personas trans: cómo sobrevivir al aislamiento por coronavirus
Por: Dejusticia | abril 2, 2020
“Las personas con experiencia de vida trans tenemos la palabra paciencia grabada en el cuerpo”. Así resume Daniel González, presentador y guionista de ‘La Disidencia’, su consejo para que las personas trans puedan lidiar con las frustraciones que experimentan durante estas semanas de confinamiento.
La dificultad para acceder a hormonas, los retos para la salud mental y la seguridad de las trabajadoras sexuales que quedaron sin ingresos son algunos de los desafíos que esta pandemia está planteando a mujeres y hombres transgénero en Colombia. En el Día de la Visibilidad Trans, el pasado 31 de marzo, desde Dejusticia, Colombia Diversa y Sentiido conversamos con líderes, lideresas y expertos para identificar algunas respuestas a estos retos.
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Salud, hormonas y cuidado
Una de las razones para la incertidumbre de muchas personas trans es el acceso a las hormonas que necesitan para seguir con sus tratamientos: “El proceso hormonal en una persona trans es importantísimo más allá de la apariencia física. Las hormonas son fundamentales para el sistema inmunológico”, explica el doctor Mario Angulo, pediatra endocrinólogo de la Clínica de Género de la Fundación Valle del Lili.
Por eso, recomienda hacer todo lo posible para continuar con los tratamientos, ya sea a través de las teleconsultas (como las que ofrece la Fundación Valle del Lili en Cali) o buscando redes de apoyo con organizaciones y líderes que les ayuden a orientarse sobre cómo conseguir sus medicamentos.
Pero la preocupación por la salud no es solo física. La zozobra por dejar de recibir el mínimo vital, sumada al posible aumento de la discriminación dentro de los hogares, hace necesario el acceso a profesionales de salud mental por parte de personas trans.
Daniel González aclara que esto no quiere decir que quieran ser patologizadas (es decir, catalogadas como enfermas por disforia de género): “se piensa que vamos a servicios de salud mental solo porque somos trans pero no es así. Lo hacemos porque cualquier ser humano puede necesitarlo”.
En caso de no poder acceder a estos servicios, González recomienda acudir a las redes de afecto: “Para nosotres, las personas con quienes sentimos paridad se vuelven nuestra familia y esas redes ayudan mucho en estos tiempos de aislamiento”.
Para quienes viven en Bogotá está disponible la Línea Diversa (3108644214), que ofrece asesoría sicosocial y rutas de atención para personas LGBTI y sus familias. Como explica Deysi Olarte, subdirectora de asuntos LGBTI del Distrito, “abrimos nuestros canales virtuales y, aunque entendemos que el acceso a internet no es del 100%, estamos tratando de llegar por teléfono y Whatsapp a quienes necesitan asesoría”.
Seguridad en medio de la incertidumbre
Solo el 5,3% de las personas trans en Bogotá tenían contratos laborales en 2013, según un estudio de la Alcaldía Distrital, lo que indica que la mayoría trabaja en la informalidad y que sus ingresos se han visto comprometidos por la pandemia.
Parte de esa población trans que vive de la informalidad se ha enfrentado a la expulsión de sus lugares de residencia. Como explica Deysi Olarte, “en lo que llevamos de cuarentena hemos visto el incremento del miedo, y el primer miedo fue el de los dueños de los pagadiarios (residencias que se pagan por día) para sacar a las trabajadoras sexuales, tanto cisgénero como transgénero”.
La primera implicación de esto es un riesgo para la salud de mujeres que “en su mayoría no tiene una EPS ni un seguro, y que además de exponerse a la COVID-19, suelen tener problemas pulmonares o VIH”, dice Yoko Ruiz, directora de la Red Comunitaria Trans.
A esto se suma una mayor exposición a la inseguridad (especialmente a los robos) y a la violencia policial, dos fenómenos que se han recrudecido desde que empezó el aislamiento obligatorio, según denuncia Ruiz.
Frente a esta crisis, no les quedó más que unirse para buscar maneras de responder desde la solidaridad. Mediante una campaña de donaciones, la Red logró entregar subsidios de vivienda a 250 trabajadoras sexuales de Bogotá.
Las y los panelistas coincidieron en que esta cuarentena no puede convertirse en un retroceso para el proceso de bienestar que necesita la población trans. La garantía de este bienestar pasa por la articulación de las instituciones que velen por su seguridad y su mínimo vital, pero también por la búsqueda de alternativas que garanticen la salud física y mental.