La Fiscalía reveló, en 2019, que perdía la mitad de los casos que llevaba a juicio. Específicamente la Dirección Especializada Contra la Corrupción, solo logró éxito en el 2 % de los procesos que adelantó entre 2014 y 2021. | EFE
¿Por qué investigar la corrupción en Colombia es como nadar en mar abierto?
Por: Dejusticia | Agosto 27, 2024
En Colombia, 6 de cada 10 personas creen que el Gobierno no hace una buena labor para combatir la corrupción. Este indicador de mayoritario descontento fue el resultado de la última encuesta realizada en 2019 por el Barómetro Global de la Corrupción, de Transparencia Internacional, y se complementa con la calificación del Índice de Percepción de la Corrupción, elaborado por entidades que trabajan para erradicar las malas prácticas a nivel global y que, en una escala de 0 (muy corrupto) a 100 (muy limpio), ubicaron a Colombia en 2022 apenas con 39 puntos.
Aunque este índice, que clasifica a 180 países y territorios, no sitúa a Colombia en los últimos lugares (ocupa el puesto 91), sí es una alerta para emprender acciones para combatir la corrupción. Una de ellas son las sanciones penales, pero para imponerlas, hay que investigar exhaustivamente los entramados. De esa labor se encarga la Fiscalía General de la Nación.
‘Nadar en mar abierto: obstáculos y buenas prácticas de la Fiscalía General de la Nación en la investigación de la corrupción’ es una publicación elaborada por Dejusticia y Transparencia por Colombia que pretende evidenciar las buenas prácticas, pero también los obstáculos que tuvo la entidad entre 2010 y 2021 para cumplir con esa función de indagar en las redes de corrupción. Con los hallazgos se sugiere una serie de recomendaciones y soluciones innovadoras para mejorar su funcionamiento.
Y es que la tarea de la Fiscalía no parece para nada sencilla. La misma entidad reveló, en 2019, que perdía la mitad de los casos que llevaba a juicio. Específicamente la Dirección Especializada Contra la Corrupción, solo logró éxito en el 2 % de los procesos que adelantó entre 2014 y 2021. Eso, sin mencionar los casos de corrupción al interior de la misma entidad.
En palabras de los investigadores que escribieron esta publicación: “el mar abierto representa inmensidad e incertidumbre y se equipara a la corrupción pues conocemos parte de su tamaño por denuncias o por percepción, pero ignoramos el universo total de la corrupción (…) A mar abierto hay corrientes y mareas en constante cambio asimilables a los cambios de administración en la Fiscalía General que afectan los recursos de las investigaciones iniciadas. Puede esta tarea finalmente encontrarse con obstáculos inesperados como tormentas y depredadores marinos que están representados por la interferencia política, la cooptación estatal por parte del crimen organizado, la intimidación de testigos y denunciantes y la falta de cooperación”.
Los principales obstáculos
- Falta de incentivos para investigar la corrupción: por falta de voluntad política al interior de la entidad y porque los casos implican riesgos y demandan mucho tiempo (a veces sin obtener los resultados esperados).
- La politización de la entidad: ocasionada por la forma de selección y la provisionalidad de algunos funcionarios, entre otros factores que vuelven vulnerable a la entidad ante presiones externas o de ser usada como plataforma política.
- Falta de experiencia en temas de corrupción: a pesar de ser direcciones especializadas en el propósito anticorrupción, los funcionarios encargados de dichas dependencias no suelen tener la experticia necesaria en la materia.
- Falta de ambición o de “ir por el pez gordo”: es habitual que los esfuerzos de funcionarios en la entidad se encaminen a superar un hecho puntual y no el contexto que los abarca; es decir, una red de corrupción más amplia.
- Sobredependencia en la denuncia y reactividad frente a medios de comunicación: la Fiscalía se convirtió en una entidad sensible a fenómenos mediáticos y la opinión pública, lo cual entorpece el trabajo de oficio para investigar la corrupción, y se concentra en atender las divulgaciones de la prensa y las denuncias más sonoras.
- Fallas en la protección al denunciante: en términos de asesoría, orientación, evaluación del riesgo y medidas de protección.
- Los beneficios de la justicia premial son difíciles de materializar en la práctica: esto pese a la eficacia que demuestran estudios en otros países con respecto al uso de recompensas y beneficios para estimular las confesiones, delaciones y en general la investigación sobre casos de corrupción.
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Hay fallas, pero también buenas prácticas
Es importante reconocer que la Fiscalía ha orientado su misión a priorizar la investigación de casos de corrupción, así como por ampliar la regionalización para tener presencia en más de 500 municipios. La entidad también ha creado grupos de tarea y comités de estudio especializados en corrupción y ha fortalecido su estrategia de colaboración internacional para mejorar su funcionamiento en el estudio de estos casos.
Aún así, los esfuerzos parecen insuficientes, pues la labor investigativa de la Fiscalía parece atrapada en el afán de mostrar resultados, en resolver el caso a caso y moverse al vaivén de la agenda mediática, lo que hace que pierda su eficacia y legitimidad; esta última condición se agrava por algunos escándalos internos de corrupción. Además, las fallas también se profundizan por la falta de inversión en cuerpos técnicos para la entidad y en mejorar la experticia de los funcionarios en temas relacionados con corrupción.
Esta publicación muestra una radiografía de los principales obstáculos que tiene la Fiscalía, pero también los buenos oficios para potenciarlos. ‘Nadar en mar abierto’ analiza ambas variantes para sugerir recomendaciones que se pueden implementar en el corto, mediano y largo plazo.
Las recomendaciones, en los tres casos casos, proponen mejorar las estrategias de investigación, evaluar el rendimiento y capacitar a los funcionarios, priorizar recursos para casos complejos, mejorar los sistemas de control al Fiscal General para evitar que su figura se politice, potenciar la regionalización de la entidad, aumentar los mecanismos de participación ciudadana y de protección al denunciante, potenciar la carrera de policía judicial y de fiscal, entre otros.
Conozca en detalle la metodología, las tasas de resolución de casos y ahonde en los hallazgos y las recomendaciones que proponemos en esta investigación a través del siguiente enlace:
Nadar en mar abierto: obstáculos y buenas prácticas de la Fiscalía General de la Nación en la investigación de la corrupción
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