En este micrositio hay historias sobre los pasos que transitan quienes buscan a sus seres queridos desde el momento en que reciben la noticia de su desaparición. | Ilustración: Tobías Arboleda
Presentamos especial web sobre búsqueda de personas desaparecidas en Colombia y El Salvador
Por: Marcela Madrid | Junio 15, 2021
Incertidumbre, impotencia, desesperación, culpa. Para quienes sufren la desaparición de un ser querido, el sentimiento suele ser el mismo sin importar el contexto o la geografía. Pero la búsqueda tiene muchos rumbos y caminos posibles.
A través de diez historias, el especial multimedia ‘Los caminos de la búsqueda’ recorre algunos de esos pasos que transitan quienes buscan a sus seres queridos desde el momento en que reciben la noticia de su desaparición. Este es el resultado de un trabajo colaborativo entre la Asociación Pro-Búsqueda, de El Salvador, y el centro de estudios Dejusticia, de Colombia.
Aunque el contexto de la desaparición y de la búsqueda es muy distinto en estos dos países, algunas realidades son comunes, como la desesperación al momento de recibir la noticia, la frustrante interacción con el Estado, el apoyo de la sociedad civil o la firme convicción de que la búsqueda siempre continúa.
Las historias incluyen a una madre que buscó sola a sus tres hijos con palas y azadones, una maestra que encontró los restos de su hermano en un campo de rosas, un centro forense que usa las matemáticas para buscar y el reencuentro de una madre con su hijo.
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Desaparición en El Salvador: el negocio de exportar niños y niñas
Durante los 12 años que duró la guerra civil salvadoreña -entre 1980 y 1992-, la práctica de raptar niños y niñas de familias rurales para darlos en adopción a militares o extranjeros se hizo común y sistemática. La ejecutaron principalmente las fuerzas armadas como parte de la estrategia de ‘tierra quemada’ que buscaba acabar con la guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional.
Desde entonces, miles de familias salvadoreñas han dedicado décadas a buscar a sus hijos, sobrinas, hermanas, primos. En este camino ha sido crucial Pro-Búsqueda, una organización que ha llegado a suplir el papel que debería ejercer el Estado en la búsqueda de las personas desaparecidas.
Desaparición en Colombia: un delito a manos de muchos
En Colombia la desaparición forzada fue una respuesta del Estado al surgimiento de las guerrillas. Este crimen “se ha dirigido en primer lugar contra los campesinos, jornaleros, agricultores y obreros de nuestro país”, como explica el informe Hasta encontrarlos, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
Aunque la desaparición forzada se conocía internacionalmente como un crimen de Estado, en Colombia no ha sido exclusivamente así. Los grupos paramilitares han sido sus principales perpetradores, pero la guerrilla, las bandas criminales y las Fuerzas Armadas también han cometido este delito. Y aunque este es un país en democracia, sus cifras de desapariciones –más de 120.000 personas según la Unidad de Búsqueda de Personas Desaparecidas– superan las que dejaron, sumadas, todas las dictaduras del cono sur.
Los caminos de la búsqueda es resultado de la investigación “The search for victims of enforced disappearances: A multidisciplinary analysis of current practices”, desarrollada por Pro-Búsqueda (El Salvador), Swisspeace (Suiza), Dejusticia (Colombia), la Universidad de Lausanne (Suiza) y la Universidad de Warwick (Reino Unido). El proyecto fue financiado por la Swiss Network for International Studies (SNIS).