El informe revela ejemplos concretos a nivel mundial de cómo las empresas de comestibles y bebidas aprovechan las estrategias de marketing a expensas de la salud pública. |
Proyecto de Ley busca ponerle freno a la publicidad de alimentos no saludables, dirigida a menores de edad
Por: Dejusticia | Octubre 11, 2017
En los próximos días se votará en el Congreso un proyecto de ley que busca regular la publicidad dirigida a niños, niñas y adolescentes de productos comestibles ultra procesados y de alimentos no saludables.
Un estudio elaborado por la Universidad de Antioquia muestra que los niños en Colombia tienen una alta exposición a la publicidad de alimentos. Más o menos el 56% de los comerciales de alimentos y bebidas están dirigidos a la población infantil, y la gran mayoría de estos productos publicitados son altos en sal, grasas o azúcar.
La influencia de la publicidad
La publicidad puede tener un gran efecto en la sicología de consumo de un menor de edad, sin embargo, en Colombia actualmente no existen reglas claras sobre lo que la publicidad puede o no decirle a la población infantil. Se ha demostrado que los menores de 12 años no tienen forma de distinguir entre lo que dice la publicidad y lo que puede ser un mensaje veraz y desinteresado.
Según el instituto brasileño Alana, una organización que defiende los derechos de las niñas y niños, este bombardeo publicitario sobre los menores de edad les enseña los parámetros sobre lo que hay que ser y tener para ser aceptados socialmente. Así, la audiencia va aprendiendo que su valor personal depende en gran parte de lo que consume.
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El proyecto de ley, radicado por el Representante a la Cámara por el Polo Democrático Víctor Correa Vélez y apoyado por FIAN Colombia, varias organizaciones de la sociedad civil y distintos expertos, busca reducir el impacto que tiene sobre la salud de los menores el consumo de productos comestibles nocivos para la salud que a menudo suelen ser publicitados como “alimentos nutritivos o sanos”, pero no lo son.
“En nuestro país no existe una política pública adecuada que proteja el derecho a la alimentación de niñas, niños y adolescentes: en lo que respecta a la normatividad actual esta privilegia una mirada de derechos de los consumidores –que también es importante-, pero no tiene una perspectiva de estos como sujetos de especial protección constitucional que derive en medidas adecuadas y efectivas para controlar la publicidad”, sostiene al respecto Javier Medina de FIAN Colombia.
En Colombia, la legislación en materia de control a la publicidad de alimentos no saludables dirigida a menores de edad es prácticamente inexistente. “De una lado, la ley de obesidad (L.1355 de 2009) estableció unos principios generales que nunca fueron desarrollados. Por su parte, el Decreto 975 de 2014 que reglamentó el contenido y la forma en que debía ser presentada la información dirigida a los niños en su calidad de consumidores, no establece un límite sustancial mas allá de la mera prohibición de la publicidad engañosa. Se hace entonces necesaria la adopción de una norma o política que limite la publicidad de estos productos especialmente cuando está dirigida a menores de edad» explica la investigadora Diana Guarnizo de Dejusticia
La falta de regulación de la publicidad de alimentos dirigida a menores from Dejusticia on Vimeo.
El problema del consumo de alimentos nocivos para la salud desde la niñez
En Colombia las cifras de obesidad infantil están en aumento. Según la Encuesta Nacional de Situación Nutricional del 2010, prácticamente uno de cada 6 niños presenta sobrepeso u obesidad. Productos como los empaquetados, los cereales, las bebidas achocolatadas, las comidas rápidas, las bebidas azucaradas –incluyendo jugos embotellados, refrescos y néctares– las galletas, las barritas energéticas, las pizzas y pastas precocidas, suelen ser presentados como nutritivos y saludables para los niños, cuando en realidad entran en la categoría de productos comestibles ultraprocesados.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), estos productos, en su mayoría contienen pocos alimentos enteros o ninguno, pues son apenas “formulaciones industriales elaboradas a partir de sustancias derivadas de los alimentos o sintetizadas de otras fuentes orgánicas, son inventos de la ciencia y la tecnología de los alimentos industriales modernas”.
El problema radica en que el consumo de estos productos ultraprocesados produce cambios metabólicos en nuestro organismo y, al consumirlos desde niños crean malos hábitos alimenticios que pueden desembocar en el desarrollo de enfermedades no transmisibles graves como el cáncer y la diabetes, además de la obesidad.
“En efecto, la alta ocurrencia de muertes por enfermedades crónicas no transmisibles y el aumento en los índices de obesidad infantil en todos los países, ha llevado a organizaciones como la OMS y OPS a pedir a los Estados que asuman su papel de regulación y control respecto de la publicidad dirigida a incitar el consumo de estos productos en estos grupos poblacionales, pues existe una relación directamente proporcional entre publicidad, consumo y enfermedad. En Colombia estamos en mora de seguir estas recomendaciones”, agrega Medina.
Sobre el contenido del proyecto de ley
El proyecto de ley presentado (Proyecto de Ley 022 de 2017) busca suplir un vacío jurídico que existe en Colombia con respecto a este tema. Si bien la Ley 1355 de 2009 conocida como Ley de Obesidad –pensada para reducir los índices de obesidad en el país– establece que el Invima en asocio con el Ministerio de Salud deberían haber regulado el tema, esto no se ha llevado a cabo al día de hoy. Por otro lado, aunque el Decreto 975 del 2014 establece que la publicidad dirigida a menores de edad debe ser veraz y clara, en realidad hasta el momento no se conocen casos en los que la Superintendencia de Industria y Comercio haya sancionado algún medio por no cumplir con alguno de estos parámetros. Solo existe un código de autorregulación de la industria, que esta misma establece, con los estándares que según su criterio debe autoimponerse para restringirse.
Esto es problemático porque la protección de los derechos de los niños y niñas no es necesariamente el objetivo principal de la industria, y de hecho puede ir en contravía de sus propios intereses comerciales. La publicidad dirigida a los menores de edad mira a su aduencia como un objetivo para incentivar el consumo y no como una en formación por cuyo bienestar hay que velar.
Tratándose de la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, el Estado no puede dejar el control y la regulación en manos de agentes privados.
El proyecto de Ley radicado en el Congreso contempla:
- Regular la publicidad de productos comestibles ultraprocesados dirigidos a niños, niñas y adolescentes y que incluya a todos los sujetos que comercialicen, fabriquen, importen y suministren dichos productos, las personas responsables de la publicidad, promoción y patrocinio por cualquier medio y todos los ámbitos en los que este grupo pueda verse enfrentado a estrategias de mercadeo.
- Establecer la forma en que debe presentarse la información sobre los ingredientes y aditivos que contienen estos productos.
- Establecer instancias públicas de regulación y control y el regimen sancionatorio para quienes infrinjan sus disposiciones.
- Garantizar la participación de la sociedad civil y un sistema confiable de quejas y denuncias.
- Establecer otras acciones de promoción de la alimentación saludable.
El Estado tiene la obligación de velar por el mantenimiento de la salud de la ciudadanía y de los derechos de los niños y niñas a la salud y a la alimentación sana. El consumo de productos comestibles ultraprocesados afecta la salud de los menores de edad y deja secuelas y hábitos mal sanos que los acompañarán hasta la vida adulta. Por eso es importante que, como ya lo han hecho otros países como México, Chile, Canadá y Suecia, se regulen las estrategias publicitarias y de mercadeo, que inducen a la poblaciones a un consumo temprano sin estar bien informados sobre el contenido de estos productos y sus consecuencias.