Como parte de la serie de documentos Del Miedo a la Acción, con la que se busca comprender los efectos de la covid-19 en los derechos humanos, y proponer alternativas para minimizar sus impactos, el CEDD publica este informe sobre el desarrollo y el manejo de la pandemia en el sistema penitenciario de 11 países de América Latina.
La declaración global de la pandemia de la covid-19 a inicios de marzo agravó la crisis carcelaria que se vivía en las Américas desde hace décadas. De reformas necesarias se pasó al punto crítico de exigir reformas urgentes para facilitar la descongestión y garantizar el derecho a la salud y a la vida de las personas privadas de la libertad. De esta manera la covid-19 ha puesto al límite los sistemas penitenciarios, ya que desde el primer momento en que el virus entró a los centros de reclusión se puede esperar, bajo las condiciones actuales, que la gran mayoría de la población probablemente resulte contagiada; que las personas privadas de la libertad con condiciones subyacentes de salud mueran a una tasa más alta que sus pares por fuera de la prisión y, por lo tanto, también se podría hablar de una catástrofe humanitaria en las cárceles.
Como parte de la serie de documentos Del Miedo a la Acción, con la que se busca comprender los efectos de la covid-19 en los derechos humanos, y proponer alternativas para minimizar sus impactos, el CEDD publica este informe sobre la situación el desarrollo y manejo de la pandemia en el sistema penitenciario de 11 países de América Latina. El CEDD recomienda analizar el repertorio de posibles medidas ante la emergencia, con atención en ciertas poblaciones específicas, con el objetivo esencial de proteger la vida de las personas privadas de la libertad. Sin duda, para afrontar la emergencia sanitaria los sistemas penitenciarios deben pasar del miedo a la acción.
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