El 15 de junio de 2015 la Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) adoptó el texto de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores (en adelante, Convención sobre Personas Mayores).
La Convención, única en su tipo, parte del respeto que se le debe a los derechos humanos y la necesidad de su promoción y protección a partir de lo establecido en la Declaración Americana de Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, entre otros instrumentos. Parte del principio de que la búsqueda del ideal de un ser humano libre, exento de temor y miseria solo puede mantenerse en tanto se garanticen condiciones de vida que le permitan a cada persona disfrutar de sus derechos sin discriminación alguna, en particular por motivos de edad.
La Convención sobre Personas Mayores se constituye en una nueva herramienta en la lucha contra todas las formas de discriminación al tiempo que plantea un catálogo de derechos y una serie de obligaciones para los Estados Parte tendientes a mejorar la calidad de vida de las personas mayores a fin de disminuir los tratos crueles e inhumanos a los que muchas veces se ven sometidas.
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