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La desigualdad que respiramos. Políticas de calidad del aire, pobreza y desigualdad en Bogotá, 2010-2020

Foto: Sonny Abesamis

Usando los resultados hacemos un análisis preliminar del nuevo Plan de descontaminación expedido a mediados de 2021 y proponemos una serie de recomendaciones para las estrategias de descontaminación de la ciudad.

La mala calidad del aire se ha convertido en un problema reiterado de las ciudades, principalmente en aquellas en las que las decisiones de política han profundizado las desigualdades socioeconómicas. Bogotá no ha sido la excepción y, por esto, durante la década pasada, las entidades distritales implementaron un plan de descontaminación del aire en la ciudad (PDDAB). Sin embargo, el Plan enfrentó obstáculos en su ejecución, pues, parte de los costos de sus estrategias recayeron en población que no tiene cómo hacerle frente.

Este documento propone una metodología de evaluación de justicia ambiental sobre las políticas y estrategias relacionadas con la calidad del aire. Al aplicarla sobre el PDDAB encontramos que las estrategias del Plan acentúan la desigualdad económica pues no internalizan que las “fuentes de contaminación” a menudo coinciden con los sujetos expuestos. Estos sujetos no solo no cuentan con la capacidad de mitigar su impacto ambiental por sí solos, sino que no logran adherirse a las estrategias de descontaminación de la ciudad.

A medida que no se implementa efectivamente un plan de descontaminación, la desigualdad se acentúa, tanto por variables socioeconómicas como por la exposición a la mala calidad del aire. Usando los resultados hacemos un análisis preliminar del nuevo Plan de descontaminación expedido a mediados de 2021 y proponemos una serie de recomendaciones para las estrategias
de descontaminación de la ciudad.

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