A partir de una caracterización de lo que hemos denominado los mercados ilegales, grises y legales del cannabis, y los actores que están en esos segmentos, hacemos una radiografía de momento para reflexionar sobre lo que debería tener una regulación en materia de comercio justo, salud pública y derechos humanos.
La marihuana está saliendo del laberinto de la prohibición. Y lo hace gracias a una suma de fuerzas políticas y económicas, compuestas por movimientos cannábicos, empresarios, pacientes y organizaciones de la sociedad civil. En varios países de América Latina se reguló el acceso a la marimba para fines medicinales, lo que despertó intereses económicos que vaticinan una industria que impulsará por la regulación para usos recreativos.
En este texto exploramos aspectos históricos del cannabis, así como las consecuencias de su prohibición. No dudamos en afirmar que la regulación será el camino a recorrer en las próximas décadas, sin embargo, no hacemos cábalas de cuándo y cómo podría suceder. A partir de una caracterización de lo que hemos denominado los mercados ilegales, grises y legales del cannabis y los actores que están en esos segmentos, hacemos una radiografía de momento para reflexionar sobre lo que debería tener una regulación en materia de comercio justo, salud pública y derechos humanos.
Defendemos que la mejor regulación posible será aquella que reconozca de manera particular la historia de la prohibición, sus daños, estigmatizaciones y la potencialidad creativa de lo que hemos denominado los actores del mercado gris, una franja ambigua de personas que comercia con la marihuana sin las formalidades legales pero que no hacen parte de las dinámicas del crimen organizado. Desertar la prohibición no será suficiente para resarcir los daños de la guerra contra las drogas: será también necesario una regulación que respete estándares de derechos humanos y reclamos históricos de poblaciones vulnerables.
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