El presente estudio desentraña la conexión drogas y cárceles, a partir de la problemática del consumo de drogas en el sistema penitenciario, analizando las políticas y las prácticas que la sostienen y las diferentes responsabilidades inmersas.
Por Gloria Rose Marie de Achá.
Profundizar en la comprensión de la realidad y su complejidad es, entonces, el desafío, en un contexto donde los problemas resultantes de la aplicación de las políticas de control de drogas, dirigidas a reducir la oferta y la demanda, tienen un impacto final en el sistema carcelario. El presente estudio desentraña la conexión drogas y cárceles, a partir de la problemática del consumo de drogas en el sistema penitenciario, analizando las políticas y las prácticas que la sostienen y las diferentes responsabilidades inmersas.
Los datos, análisis y conclusiones que se exponen a continuación se basan en el trabajo de campo realizado durante dos años en los centros penitenciarios, entre febrero de 2015 y noviembre de 2016, a través de la observación participante y no participante, los grupos focales integrados por personas privadas de libertad o ya liberadas, y la aplicación de entrevistas a informantes clave, y a especialistas y autoridades, en los Departamentos de Cochabamba, La Paz y Santa Cruz.
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