La pandemia ha evidenciado la tensión entre la sacralidad de las prácticas de despedida de indígenas y afrodescendientes, y el riesgo de la expansión de la Covid-19. Las restricciones han generado modificaciones sustanciales en los ritos fúnebres que afectan la salud de las personas que enfrentan el duelo.
La forma de entender la vida y la muerte tiene múltiples representaciones para las distintas culturas no occidentales, como las indígenas, negras, afrodescendientes, raizales y palenqueras; cada una de ellas, con sus singularidades y referentes territoriales. El diálogo genuino e intercultural, que valora sus cosmologías y conocimientos ancestrales, nos permite transformar y enriquecer los conceptos que se tienen desde la tradición occidental.
La crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19 acentuó la marginalización y el riesgo de exterminio físico y cultural ya existente en estos territorios diversos. En este contexto, la lucha contra la desigualdad y el racismo estructural se vuelve una deuda pendiente que no da espera. Entablar un diálogo intercultural sobre las prácticas de duelo y ritos mortuorios supone entonces el reconocimiento de las múltiples representaciones del mundo, así como la posibilidad de cambiar los imaginarios de las ciencias y religiones occidentales mediante los conocimientos ancestrales. De no hacerlo estaremos poniendo en riesgo eslabones culturales que pueden ser considerados patrimonio inmaterial de la humanidad.
La pandemia ha puesto en evidencia la tensión entre la sacralidad de las prácticas de despedida de indígenas y afrodescendientes y el riesgo sanitario de la expansión de la Covid-19, una realidad que afecta el derecho a la libre determinación de los pueblos. Estas restricciones han generado modificaciones sustanciales en los ritos fúnebres que a su vez han afectado la salud de las personas que enfrentan el duelo.
El documento “Ritos mortuorios y prácticas tradicionales del duelo en tiempos de pandemia” explica el impacto diferenciado y desigual de la Covid-19 en los pueblos indígenas y afrodescendientes, alerta sobre la ausencia de un enfoque diferencial y, apelando a las cosmovisiones de las primeras naciones, insiste en la necesidad de avanzar en la consolidación de políticas públicas interculturales.
Estas políticas interculturales deben reconocer que desde la época colonial la ciencia occidental y la religión cristiana han sido la unidad de medida del conocimiento, silenciando las medicinas tradicionales, cosmologías y prácticas de la espiritualidad indígena y afro. Ubicar los conocimientos ancestrales a la par de la ciencia occidental supone, por un lado, prestar atención a la forma en la que los sujetos étnicos conciben la territorialidad y, por otro, trabajar solidariamente con sus comunidades de base para avanzar hacia la consolidación de sistemas de salud intercultural centrados en la cogeneración de conocimiento.
Esta investigación combina un enfoque antropológico que analiza los rituales de duelo del Vaupés, el Litoral Pacífico y la Guajira con una perspectiva de derechos humanos que reivindica la diversidad cultural como piedra angular del constitucionalismo intercultural.
Teniendo en cuenta las particularidades de los territorios indígenas y afrodescendientes en Colombia, presentamos las siguientes recomendaciones para esta crisis global:
• Diálogos interculturales basados en el principio de igualdad: las diferentes instituciones del Estado que participan de alguna manera en las prácticas mortuorias y de duelo deben propiciar diálogos interculturales donde sean las organizaciones y comunidades étnicas las que apliquen los protocolos sanitarios. No se debería implementar ninguna medida sin obtener el consentimiento libre, previo e informado de las comunidades étnicas.
• Mayor conocimiento de las prácticas interculturales: el Estado debe recopilar, analizar y gestionar, en coordinación y cooperación con las instituciones organizativas y representativas de los pueblos indígenas y afrodescendientes, la información para proyectar protocolos de ritos mortuorios y de duelo. Información que debe ser pública en los distintos idiomas de los pueblos.
• Políticas públicas interculturales: partiendo de los derechos de libre determinación y participación, las instituciones del Estado, bajo el liderazgo del Ministerio del Interior, deben adoptar medidas estructurales que generen políticas públicas interculturales.
• Fortalecer la interacción entre las medicinas tradicionales y occidentales: garantizar espacios y acciones de diálogo intercultural que conduzcan a tomarse en serio las fuentes de pensamiento de los pueblos indígenas y afrodescendientes. Esto implica una articulación con las instituciones de salud intercultural, que integran ejercicios de medicina indígena y medicina alopática, cuyo trabajo con las comunidades desde el territorio determinará el éxito de las medidas que se tomen.
• Respetar las relaciones entre la vida y la muerte: El Estado debe tomar medidas concretas que incluyan reapropiaciones culturales en tiempos de pandemia lideradas por las autoridades tradicionales.
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