Analizamos el impacto de la migración forzada y los retos para insertarse laboralmente y desarrollar emprendimientos que tienen que sortear las personas migrantes y refugiadas venezolanas.
Colombia es el principal país receptor de población proveniente de Venezuela en la región. Para atender esta situación, el gobierno ha adelantado distintas acciones que van desde la atención humaniraria hasta la creación de permisos especiales para facilitar la regularización migratoria.
Sin embargo, la vocación de permanencia de esta población evidenció la necesidad de avanzar hacia la implementación de políticas de integración socioeconómica, donde la inclusión laboral es un elemento clave.
La inclusión laboral permite a las personas migrantes y refugiadas vivir en condiciones más dignas y contribuir al desarrollo de las comunidades de acogida. No obstante, garantizar el derecho al trabajo para esta polbación constituye un reto para un país como Colombia, con altas tasas de desempleo e informalidad.
A pesar de los esfuerzos de distintos actores, aún persisten barreras en los procesos de inclusión laboral y desarrollo de emprendimientos, que limital el acceso a un trabajo decente de las personas migrantes y refugiadas, y su permanencia en este.
En este contexto, la investigación Ser migrante y trabajar en Colombia presenta un análisis de las barreras que enfrenta esta población para insertarse en el mercado laboral, las cuales son analizadas en el marco de los estándares del derecho al trabajo y de la respuesta del Estado para garantizarlo.
A partir de los hallazgos se proponen una serie de recomendaciones dirigidas a diferentes actores del sector trabajo que tienen el ánimo de contribuir al avance de la inclusión laboral de la población migrante y refugiada y, en últimas, a garantizarles un trabajo digno.
Autores