Es hora de que la comunidad, el Gobierno y los jóvenes de todo el país nos comprometamos con este paraíso megadiverso, fuente de ríos voladores, casa de 1.900 especies de aves y pulmón del planeta. | María Camila Prieto
#SOSAmazonía: nuestro paraíso está en peligro
Por: Dejusticia | Septiembre 16, 2022
El bosque tropical más extenso del mundo, el Amazonas, tiene el tiempo contado. Si no se detiene la tasa de deforestación en el país, especialmente en esta zona, la temperatura aumentará 1,6 grados centígrados entre el 2041 y el 2070.
La deforestación en Colombia es la fuente más importante de emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero.
Esta realidad preocupó a un grupo de 25 niñas, niños, adolescentes y jóvenes colombianos, quienes en 2017, acompañados por Dejusticia, interpusieron una tutela para enfrentar el cambio climático. Se trata de una acción judicial diseñada para la protección inmediata de derechos fundamentales cuando son vulnerados o amenazados por la acción u omisión de las autoridades públicas o de los particulares.
En la acción de tutela sostuvimos que la deforestación de los bosques amazónicos y su consecuente impacto climático por la masiva liberación de CO2 se asocia a la afectación del derecho a gozar de un medio ambiente sano y, por ende, a la amenaza de los derechos fundamentales de las y los accionantes a la vida digna, al agua, la salud y la alimentación en la actualidad, con tendencia a empeorar en el futuro.
Esto resultó en un pronunciamiento histórico de la Corte Suprema que declaró la importancia de formular un Plan de Acción de corto, mediano y largo plazo para contrarrestar la deforestación en la Amazonía. También ordenó la construcción de un Pacto Intergeneracional por la Vida del Amazonas Colombiano (PIVAC).
Frente al reconocimiento del cambio climático, la Corte consideró que se trata de una realidad que se ve reflejada en el aumento excesivo de las temperaturas, el deshielo de los polos, la extinción masiva de especies animales y vegetales o la ocurrencia de eventos meteorológicos y desastres, por fuera de los márgenes normales. Esto afecta a diferentes regiones que tienen una alta exposición a desastres, así como pocas herramientas de infraestructura u oportunidades socioeconómicas que les permitan sortear los embates del clima.
¿Por qué nos enfocamos en la Amazonía?
La Amazonía comprende el bosque húmedo tropical más grande del mundo, en ella se ubica al menos el 10% de la biodiversidad mundial, y el río Amazonas representa entre el 15 y el 16% de la descarga total de ríos en los océanos del mundo. Además, varias de las especies y ecosistemas presentes en la Amazonía son endémicos y exclusivos de esta zona biodiversa del planeta.
A esto se suma que se trata de la región que más se deforesta en el país. Los Boletines de Alertas Tempranas de Deforestación del IDEAM, al momento de presentarse la acción de tutela, acreditaban que durante el 2017 el 43,6% de alertas se concentraban en la Amazonía. Es por esto que el bioma de la Amazonía debe ser protegido frente a la deforestación.
Causas de la deforestación
Consecuencias directas de la deforestación en el Amazonas
- Afecta el ciclo hidrológico: los bosques amazónicos son los encargados de reciclar cerca del 50% del agua que se precipita sobre ellos a través de las lluvias.
- Interrumpe el proceso de captación de agua: este es un proceso del que se encargan las raíces de las plantas naturalmente y deriva en un mayor número de inundaciones en la temporada de lluvias.
- Interfiere en el circuito de lluvias: afecta en el flujo de agua de la cordillera de los Andes que alimenta los páramos, ecosistemas que dan origen a varias quebradas y ríos de la cuenca amazónica y de otras regiones del país.
- Contribuye al cambio climático: por la liberación de dióxido de carbono, que en condiciones de no deforestación es almacenado en los bosques.
¿Qué ha pasado desde el pronunciamiento de la Corte Suprema?
Acorde con el IDEAM, la deforestación en Colombia para el año 2020 reporta 113.945 ha deforestadas en la totalidad del bioma amazónico, lo que constituye un 8%, que corresponde a 12.791 hectáreas frente al monitoreo realizado en el año 2019.
Para el año 2021 todavía no se cuenta con información oficial por parte del IDEAM, sin embargo, el último informe de seguimiento de la Fundación para la Conservación y el Desarrollo Sostenible (FCDS), plantea que el 2021 tuvo el tercer registro más elevado de pérdida de bosque primario en la Amazonía colombiana, casi 120.0001 hectáreas, concentradas principalmente en el Arco Noroccidental Amazónico en los departamentos de Caquetá, Meta y Guaviare.
En cuanto al estado de cumplimiento de la sentencia, aún no se tiene un balance concreto. En el año 2020, se realizó un primer informe de seguimiento a las órdenes que evidenciaron un cumplimiento bajo y desarticulación por parte de las entidades competentes. Sin embargo, desde este mismo año, conforme a la emisión de un Auto de Seguimiento de Posfallo emitido por el Tribunal Superior de Bogotá, se adelanta la construcción de indicadores de seguimiento y actualmente se encuentran en fase de revisión y aprobación.
El reloj sigue avanzando. Las generaciones futuras son quienes sufrirán los peores efectos del cambio climático en caso de que no se tomen acciones para contrarrestar la deforestación de los bosques amazónicos y la emisión de gases de efecto invernadero.
Es hora de que la comunidad, el Gobierno y los jóvenes de todo el país nos comprometamos con este paraíso megadiverso, fuente de ríos voladores, casa de 1.900 especies de aves y pulmón del planeta.
A continuación mostramos el documento «Arco de deforestación amazónica», de donde obtuvimos nuestros datos:
Arco de deforestación amazónica